capítulo 13

1.3K 54 7
                                    

_____ se puso de pie y me miraba fijamente a los ojos. Un nerviosismo se apoderó de mí y la excitación se esfumó pero aun así, mi amigo me empezó a doler nuevamente, no se liberó una vez más y obvio lo siente.

—¡Andy!—. Repitió Juliet mientras tocaba la puerta. Carajo, a mi amigo no le gusto que lo interrumpieran. Estaba por contestar, pero al abrir la boca _____ me la tapó rápidamente con su mano, y con la otra tomo a mi miembro y empezó a masajearlo, arriba y abajo. Quito su mano y yo solo abrí más la boca por un grito en silencio por el enorme placer que sentía.

—Está ocupado, no puede ser que hasta acá vengas a fregarme la vida—. Dijo _____ con fuerza, sin dejar de masajear mi miembro. Mis ojos la miraron con sorpresa, ella solo sonrió mientras mordía su labio inferior, apretó más mi miembro y cerré los ojos disfrutando del momento, al carajo todo. Solo quiero liberarme.

—Ush… ¿Sabes dónde está Andy?

—Yo que sé—. Beso mi cuello suavemente y el ritmo de sus masajes aumentaron—. No lo ando cuidando—. Continúo entre los besos que repartía en mi cuello y mandíbula.

—Hasta haciendo tus… cosas eres insoportable niña—. Sentí que sonrió sobre mi piel y fue hasta mi oído y susurro.

—¿Crees que soy insoportable cuando hago mis cosas, tío?—. Dijo con una voz ronca y sensual la cual llegó hasta mi entrepierna y con eso fue suficiente para que por fin mi glorioso orgasmo llegara y explotara como si fuera el primero. Dios, esto es tan delicioso, relajante, único… _____ siguió acariciando lentamente hasta que salió la última gota de mi semen, posaba pequeños besos desde mi oreja hasta mi barbilla por toda mi mandíbula. Se alejó y me miró a los ojos, mi respiración aún estaba muy agitada y las palabras no salían de mi boca, pero al fin de cuentas ¿Qué le iba a decir? ¿Que ella es la dueña de los mejores orgasmos de mi vida? Por supuesto que no, aunque es la verdad pero no me atrevería a decírselo.

—Bueno, termine de hacer… mis cosas—. Rió por lo bajo terminando de acomodar su ropa y su cabello—. Te veo mas tarde… Ah, y corre a buscar a tu barbie que debe estar como loca buscándote por todo el avión—. Me beso en la comisura de los labios y salió del baño.

Después de que mi respiración normalizara, me limpie, me acomodé la ropa y salí de ahí, al parecer, nadie se dio cuenta de que estaba acompañado. Fui a mi asiento y ahí estaba Juliet cruzada de brazos mirando por la ventanilla, me senté y volteo, creo que está molesta.

—¿Dónde estabas? Te he estado buscando, creí que te habías ido por el retrete.

—En el baño, lo que pasa es que los de aquí estaban ocupados y tuve que ir a los de hasta más atrás—. Me sentí bastante bien, y entonces se relajó, genial.

—Ah, ok—. Se recostó en mi hombro y al poco rato se quedó dormida.

Mi mente volvió a lo que pasó hace unos momentos en el baño con mi sobrina. Ya no se si enojarme, reírme o que mierda. Aunque estoy seguro de dos cosas:

1.- Soy un hijo de puta miserable porque en primera tengo novia y en segunda y lo más importante, la chica que me vuelve loco, que me excita, que me tienta es nada más y nada menos que mi sobrina, la hija de mi hermano.

2.- Me encanta. Punto. Es la puta verdad, me encanta como me toca, es tan sexy, tan atrevida y tan prohibida. Definitivamente eso es un factor importante, eso es más excitante todavía.

Lo que me pone de malas y me frustra es que a veces me siento como en las películas o caricaturas. Es como si tuviera un ángel y un diablito, cada uno en mis hombros. Por un lado mi angelito me dice, para ya, es tu sobrina, no puedes continuar con eso, es tu familia. Y por el otro lado mi diablito dice, a la mierda todo, te gusta, le gustas, disfrútala.

ME ENAMORÉ DE MI SOBRINA. (Andy Biersack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora