4. El revolucionario Sun Yat-sen

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Mientras tanto, Sun Yat-sen, un joven cantonés, licenciado en medicina y cirugía. Fundó en 1894, en Honolulu, Hawái, la Sociedad para la Regeneración de China, que tenía como objetivo promover el renacimiento político de China y fomentar las actividades revolucionarias contra la dinastía Qing para instaurar un gobierno democrático y republicano en su país. La organización con apenas cien miembros, emigrantes chinos en Hawái, aportó los fondos para financiar el primer levantamiento contra la dinastía manchú en el que participó Sun.

El fracaso del levantamiento y la persecución de las autoridades le obligaron a exiliarse. Se instaló primero en Japón.​ Salvo por cuatro brevísimas visitas a China, pasó los siguientes dieciséis años en el exilio.

Se hizo famoso internacionalmente en 1896, cuando fue secuestrado por la embajada china en Londres. Sun logró ser liberado en vez de enviado a China para ser ejecutado.​ Él trató de emplear la publicidad del caso, que llegó a mencionarse en el Parlamento británico, para favorecer su causa política y ganarse el respaldo del Gobierno londinense.​ Permaneció en la capital británica un año, aprovechando para estudiar las condiciones sociales de la ciudad y estudiando los escritos de Karl Marx, John Stuart Mill y Henry George, se convenció de la necesidad de modernizar China y de aplicar reformas sociales para evitar los conflictos que había sufrido Europa por la Revolución Industrial.

A finales de siglo en Japón, definió sus «Tres Principios del Pueblo», una filosofía política, que convertiría a China en una nación próspera, poderosa y libre. Los tres principios eran:

• Nacionalismo («gobierno del pueblo»): La unidad en todos los grupos étnicos que componían China.

• Democracia («gobierno por el pueblo»): La convocación de elecciones.

• Bienestar social («gobierno para el pueblo»): El uso de populismo y una mezcla de socialismo de Estado en algunos sectores.

Sun unificó su sociedad junto a otros grupos políticos menores, y en 1905 fundó el Tongmenghui (o la Liga Unida). Durante el tiempo que estuvo en exilio de China, Sun fue haciendo viajes por diversos países, además de ser constantemente exiliado de los países donde residía. También en este periodo se hicieron sucesivos fracasos de alzamientos organizados por la sociedad de Sun, su ausencia del país y el descontento que aumentaba, afectaron a la organización, que desde 1908 se encontraba en crisis. Sun, siempre optimista sobre la situación, siguió empeñado en la caída de la monarquía, y se convirtió en uno de los principales opositores del Gobierno imperial.

El padre de la China moderna, Sun Yat-senDonde viven las historias. Descúbrelo ahora