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NATASHA

H

Había sucedido, el equipo se había separado, no había más vengadores, ya no tenía familia.
Después de que deje escapar a James, Steve y atacar al rey me volví fugitiva, pero no me arrepentiría de aquello, no soportaría ver a James en una celda, no de nuevo.

...

—De verdad esperaba que el capitán América llegara contigo con un plan para acabar con la KGB, o a todos los vengadores completos. —se quejo de dolor por su herida

—No te muevas... —dije mientras vendaba su herida —Lamento decepcionarte pero ya no hay vengadores, nos separamos. —termine de vendar y tome asiento

—Espera, ¿Como un divorcio?

—Algo por el estilo —tome un trago de mi cerveza.

—¿Nunca buscaste a tus padres? —Cambio de tema.

—Mi madre me desechó como si fuera basura —incline la cabeza hacia un lado. —Cuentame de ti.

—Mis padres destruyeron mi certificado de nacimiento así que lo reinvente —se apoyo en la mesa —Mis padres aún viven en Ohio, mi hermana se mudo a otro estado

—¿De verdad? —Levante las cejas.

—Eres maestra de ciencias... Trabajas medio tiempo y más después de tener un hijo, tu esposo... El renueva casas

Bufé —Esa no es mi historia

—¿Cuál es tu historia?

Suspiré —Trato de... No pasar tiempo sola para no pensarlo —sonreí con melancolía.

Se quedó en silencio unos segundos —¿Nunca quisiste hijos? —dijo tomando su chaleco.

No respondí, solo mire a los niños jugar tratando de distraerme ya que si pensaba en eso probablemente los ojos se humedecerian.

—Yo quiero un perrito —se puso su chaleco.

Sonreí y la mire —Tu a dónde irás

—No tengo idea —poso su boca en la botella de cerveza —No tengo un lugar al cual quiera volver, así que da igual a donde vaya —levanto su cabeza y sonrió.

Suspiré y apoye mis brazos en la mesa.

—No. —bufo

—¿No que?

—Seguro vas a darme un sermón súper heróico, aquí viene.

Sonreí —Los sermones no se me dan.

—Ah

—Es más bien una invitación.

—¿Ir a la habitación roja y matar a Dreykov?

—Si.

—¿Aunque la habitación sea imposible de encontrar y Dreykov muy hábil para matarlo?

—Si.

—Creo que eso será un trabajo duro —bajo la mirada

—Si... Pero podemos divertirnos —Sonreí.

...

—Junto con el proyecto del soldado del invierno

Al escuchar ese apodo mi estómago se revolvió, Yelena volteo a mirarme dándome a entender que ella sabía el escándalo que había pasado hace años.

Melina siguio hablando al punto dónde tuve que intervenir, no soportaba todas sus mentiras, no medi lo que dije pero era verdad, era la fría cruda verdad.
Cuando me di cuenta Yelena se levantó de la mesa, la había cagado.




Only memories | WinterwidowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora