El zumbido incesante de su alarma sacó a Lena de su sueño y gimió mientras buscaba a ciegas su teléfono, desesperada por detener el áspero pitido que actualmente atravesaba el tranquilo silencio de la mañana.
Eventualmente lo encontró debajo de su cama, todavía sonando cuando lo agarró y presionó el botón para silenciar la alarma. Odiaba cuando se caía de su cama durante la noche, realmente debería dejar de quedarse dormida con él en la mano.
Lena apartó las sábanas y, lamentablemente, se deslizó fuera del calor sedoso que eran sus sábanas, por lo general posponía la alarma una o dos veces antes de levantarse, pero hoy era un gran día y quería asegurarse de que todo fuera perfecto.
Después de tomar una ducha rápida, Lena se secó rápidamente y se envolvió en su bata favorita antes de bajar a la cocina.
Su casa estaba justo en las afueras de la ciudad, lo suficientemente cerca para que pudiera ir y venir fácilmente de L-Corp todos los días, pero lo suficientemente lejos para tener privacidad y suficiente espacio para un gran patio trasero, donde Lena no tendría que preocuparse por el tráfico o cualquier otra cosa que sea un problema mientras juegan.
Su cuerpo estaba en piloto automático cuando encendió la máquina de café, ya sintiéndose más humana solo por el olor de la bebida. Mientras esperaba su dosis matutina de cafeína, sacó un poco de harina, leche, huevos y azúcar y luego se dispuso a hacer una masa para panqueques. Incluso se atrevió a echarle chispas de chocolate.
Las comidas en casa de Lena siempre eran extremadamente saludables y bien planificadas, pero hoy era una ocasión especial, así que pensó en hacer una excepción, conocía a alguien que lo apreciaría.
Bebió su café mientras vertía un poco de masa en la sartén, escuchando el suave chisporroteo y disfrutando la sensación de vida entrando en su cuerpo mientras la cafeína fluía por sus venas.
El sol estaba empezando a salir cuando ella terminó lo último de la masa, colocando el último panqueque encima de la pila antes de apagar la estufa y poner los tazones usados y la sartén en el fregadero, pensando quizás por enésima vez en lo agradecida que estaba de poder contratar a la señora de la limpieza.
Dejó los panqueques en la isla frente a la estufa antes de agarrar un vaso y dos platos. Uno de cerámica blanca liso para ella y uno de plástico rosa brillante con una taza con remolinos a juego. Llenó cada una de las tazas con jugo de naranja fresco del refrigerador, pueden estar tomando panqueques para el desayuno, pero Lena estaría condenada si no consumían sus cinco frutas y verduras del día, antes de regresar a su habitación.
Se vistió rápidamente, optando por su traje negro sencillo combinado con una respetable blusa blanca antes de dirigirse al baño de su suite para arreglarse el cabello y el maquillaje. Se ató el cabello en una cola de caballo apretada antes de comenzar a maquillarse.
Eran casi las 7:00 a.m. cuando terminó en el baño y, después de mirarse rápidamente en el espejo, caminó descalza hasta su habitación y recorrió el pasillo antes de detenerse en la puerta entreabierta con el nombre " LENI " escrito en letras grandes de purpurina rosa en la parte superior.
Abrió la puerta de madera y sonrió ante el desorden de rizos oscuros que sobresalían del grueso edredón debajo del cual su hija estaba completamente enterrada. Se veía tan pequeña en la cama doble que Lena le había comprado, al principio pensó que sería un poco tonto comprar una cama doble para una niña de tres años, pero Lena se tranquilizó durante la noche sabiendo que había una menor posibilidad de que se diera la vuelta y cayera al suelo.
Se acercó a la cama antes de sentarse en el borde y retirar suavemente las sábanas. Leni estaba acostada boca abajo, su carita linda aplastada contra la almohada, y Lena sintió que su corazón se aceleraba. Su pequeño bebé ya estaba comenzando el preescolar, ¿cómo había sucedido eso?
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I See Who I Wanna Be (in my daughter's eyes) {{SuperCorp}}
De TodoLena tenía solo 25 años cuando descubrió que si quería tener un hijo propio, tenía que hacerlo lo antes posible o perdería su oportunidad para siempre. Siempre pensó que hablaría sobre cómo tener hijos con su futura esposa cuando llegara el momento...