Dirty Game //NingSelle G!P [EDITADO]

TRES: Silence.

-En fin...

-¿No piensas cambiarte? -Dijo señalando la toalla, rodé los ojos como respuesta.

-No, así estoy bien.— Vacilé un momento antes de preguntarle.— ¿Qué haces aquí? -Dije ignorando su ceño fruncido, no esperaba eso.

-¿No puedo venir?

-Ahg sí, pero avísame con tiempo...- En realidad, lo hizo, pero no contaba con que estaría algo ocupada.

-Sí te dije, y desde hace rato. Que tú lo vieras hasta ahora no es mi culpa, tuviste tiempo, ¿qué tanto hacías? -Preguntó acercándose a mí. Tragué en seco recordando lo que estaba haciendo.

-N-nada, solo me bañaba. Además ando estresada por el trabajo y bueno, me estaba relajando. Sí, eso.-Traté de sonar lo más convincente posible.

-Owww, ¿estás estresada, bebé? -Dijo en tono infantil, pasó su mano por mi brazo varias veces.- Podría arreglar eso, ¿sabes?

Tensé mi cuerpo mientras pensaba en mi trabajo y que tenía que revisar unos documentos...

-Yizhuo, tengo que revisar unos reportes. Ahora no.-Aparté con cuidado su mano, bufó y no insistió más, cosa que agradecí profundamente.

-🦋-

Ning se encontraba en mi oficina acostada en el sofá viendo su celular.
No quiso irse aunque se lo sugerí, no íbamos a hacer nada porque, ciertamente, no tenía tiempo, miré el reloj digital en la pared y suspiré con cansancio. Era tarde.

-Ning...-Llamé su atención.- Deberías irte...-Miré sus ojos bajar hasta sus pies con tristeza, me voy a arrepentir de lo que voy a decirle.- O puedes quedarte.- Subió su mirada con una sincera sonrisa, mi corazón dio un pequeño huelco ante la imagen y no tengo qué preguntar cuál eligió, era obvio.

-Me voy a duchar.- Me avisó antes de salir de la oficina dejándome sola con un montón de hojas, sueño y ganas de cambiar de profesión.

Miré el resto de proyectos sobre mi mesa y me dispuse a terminar para descansar, al menos, mi vista.

-🌙-

—¡Finalmente! —Exclamé abatida, no creí lograr terminar temprano. El reloj indicaba que eran las 11:22 PM, mañana no me tocaba llegar temprano a ninguna clase, pero aún así quiero dormirme ahora.

Ning luego de bañarse solo vino a decirme que estaría en la sala, he de admitir que se ve realmente bien con mi ropa. Me gusta eso.

Me dirigí a la sala y al llegar la encontré jugando en su móvil.

-¡Apúrate perdedor, se cierra la zona!

Contuve lo más que pude una risa al verla molesta gritándole a través del juego a su compañero de equipo. De un momento a otro comenzó a insultar en lo que capté era chino, porque no logré entender nada, se veía molesta y el chico le contestaba nervioso.

Me quedé bastante tiempo así, observándola en silencio, intentando descifrar el porqué de su enojo, era solo un juego, no entiendo. Estos chicos de hoy en día...

Bien Aeri, acabas de sonar como una anciana y solo se llevan 7 años.

-Ning, ya es tarde.-Dije y se sobresaltó tirando en el acto su celular al suelo.

Me asusté y ella también, recogió su celular, noté una raya en la mitad de la pantalla, tragué saliva al verlo.

-Oh mierda, t-te compraré otro.- Me apuré a decir con algo de torpeza en mis palabras. Ella no respondió y no dejaba de ver la pantalla con preocupación.- Ning, lo siento, olvidé que te asustas fácil...

Tiró el celular al sillón de forma brusca y se giró hacia mí. Me quedé en mi lugar sin moverme, como si de hacerlo algo malo sucedería.

¿Han jugado el buscaminas? Bueno, sentía que mis movimientos podrían activar una bomba como en ese juego y joderlo todo.

-En cuatro.- Dijo en tono ronco y molesto. Iba a refutar, pero su mirada me decía que esto no era negociable.

Con mis manos temblorosas al saber qué haría me posicioné en el sillón dejando la vista mi trasero.

-¿Así? -No contestó, luego sentí sus manos en mis shorts y los bajó del jalón. Me tensé un poco por el movimiento, pero mordí mi labio para no hacer ninguno ruido, ella detesta que haga ruido antes de esto.

Sentí sus palmas en ambas nalgas y mordí más mi labio inferior.

-Aeri, ¿qué hemos hablado sobre interrumpirme cuando juego? - Dijo en ese frío tono que tanto me causa miedo, como excitación.

-Que no debo hacerlo...-Musité avergonzada y sentí su respiración cerca de mi oreja.

¿A qué hora llegó hasta aquí?

-Exacto, y parece que lo olvidaste.- Guardó silencio aún cerca de mí oído.- Ya sabes qué sigue, ¿no?

No respondí, solo asentí completamente rendida. Y puede que no la viera, pero sé que está sonriendo.

Mierda...

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