UNO: Appearances.

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-Oh Gigi, oh Gigi, ¿has sido buena chica?

La pelinegra negó avergonzada y un azote resonó en toda la habitación, la chica soltó un leve quejido por el impacto.

-¿Qué debería hacer contigo? Porque esto.-Señaló las marcas rojas en las nalgas de Giselle.- No es suficiente, ¿o sí?

Otra vez negó y la castaña sonrió.

-Exacto, no lo es.- Caminó hasta su armario y sacó una fusta de una caja .- Esto.- lo sostuvo en sus manos sonriente mientras caminaba hacia Giselle.- Esto lo compré para ti.

-Gracias.-Dijo en un murmuro la pelinegra mientras veía atentamente el objeto al igual que un antifaz entre las pequeñas manos de la menor, pasó saliva a atisbar un bulto delante de su cara, eso dolerá al día siguiente.

Con pasos lentos Yizhuo se puso encuclillas hasta quedar cerca de Giselle quién mantenía una expresión de estasis en su máxima expresión. La menor estaba más que deseosa por lo que se aproximaría. Sostuvo el antifaz con una sonrisa ladina y eso fue lo último que pudo ver la mayor antes de que le cubrieran sus ojos.

-🌙-

-Joder...- susurró la pelinegra mientras se levantaba con algo de dolor de aquella cama ajena mientras buscaba sus pertenencias.

Miró por última vez a Yizhuo quién dormía plácidamente y salió del departamento con cuidado, le mandó un mensaje avisándole que se había ido y condujo hasta su casa.

Se quedó con las manos en el volante unos minutos analizando lo que pasó esa noche, maldijo en voz baja y salió del vehículo.

¿Por qué volví a lo mismo?

-🌙-

Narra Giselle.

Al volver a mi casa y ducharme me puse a curarme las pequeñas marcas sobre mi piel, cuando estaban lo suficientemente menos notorias decidí tomar una siesta, me levanté al poco tiempo por el sonido de mi alarma, tomé mi bolso mientras me preparaba mentalmente para la clase de hoy, por suerte era en la tarde así que descansé lo suficiente para pensar en cómo actuar hoy delante de esa chica.

Ning Yizhuo...

Era un misterio para mí porque justo ahora terminamos coincidiendo en la universidad, a este punto pensaba que mi mala suerte era descomunal, eso se debía a que supe desde el principio que ella estudiaba aquí, pero nunca había sido mi alumna hasta ahora. Juré no verla más después de haberle rogado dos veces por vernos, creo que si mis alumnos supieran eso el respeto que tenían por mí se iría junto con mi dignidad, de cual, mejor ni hablemos.

Sí, le rogué dos veces por vernos, odié eso, odiaba cómo podía hacerme ceder ante ella tan rápido, en un momento decía que no la quería ver más y al otro luchaba por no llamarle porque la necesitaba. Quizá también eso era mentira, pero personalmente fue solo dos veces, me niego a aceptar lo contrario.

Como es notable no hay sentimientos en todo esto, es solo algo sexual. Y lo detesto. Si alguien me hubieran dicho hace un año que terminaría con una chica con esta clase de pasatiempos simplemente me hubiera reído porque hasta donde sabía este no era mi tipo de entorno. Las relaciones no son lo mío, después de romper con mi ex novia fui a un bar para desahogarme, quién diría que allí conocería a esa chica, que por apariencia no parecía mala, no es que lo sea, pero no se veía como alguien que fuese capaz de matar una mosca, ni nada parecido. Se veía tierna. Después de ese día, entre besos, citas, conversaciones hasta tantas horas pasó lo inevitable para alguien tan hormonal como yo; tuvimos sexo.

Creo que malinterpreté todo con ella porque cuando me dijo tímidamente sobre tener sexo con ella me dio ternura y accedí. Me sentí muy engañada cuando en el acto la imagen de esa dulce chica desapareció, como si nunca hubiese estado ahí, no lo entendía, y tampoco entendí cómo me terminó gustando ese tipo de cosas. Ella era un demonio vestido de ángel, por supuesto que lo era. Me indujo a cosas que, por principios, nunca hubiera hecho.

Pero de vuelta a la realidad estaba en mi auto viendo a nada, divagué demasiado. Suspiré cansada y comencé a conducir en dirección a la universidad, me estacioné y bajé mientras buscaba con la mirada a Yizhuo, no quería verla tan rápido. Después de lo de esta mañana probablemente no esté nada contenta conmigo.

Caminé por el corredor hasta llegar al salón, pude notar que varios alumnos habían llegado, quedaba algo de tiempo antes de que terminara el tiempo de tolerancia, así que tendría que esperar a que vinieran corriendo los que restaban. Saqué mi celular al llegar al escritorio y noté notificaciones en la bandeja de mensajes, los más recientes eran de ella.

Pulsé con mi dedo el chat, no era nada importante, creeré. Solo me decía que estaba bien y que nos veríamos en clase. Le respondí con un "👍" y apagué el móvil, no quería distraerme más. 

-Bien, en un momento comenzamos la clase, el tiempo de tolerancia está acabando.-Anuncié señalando el reloj en mi muñeca, los alumnos que estaban charlando entre sí me miraron y respondieron afirmativamente, me acerqué al pizarrón para anotar los temas que explicaría hoy, el sonido de la puerta abriéndose me desconcertó, detuve mi escritura y miré en dirección al sonido, con amabilidad hablé.-Llegaste a tiempo.

-Sí, lo siento.- Respondió rápido la castaña y antes de tomar asiento junto a Kim me sonrió. Tragué en seco y decidí seguir escribiendo. No dejaré que juegue conmigo.

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Gracias por leer 🤝


Dirty Game //NingSelle G!P [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora