Pidiendo consejo

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-¿Quieres pasar la noche en mi casa? No quiero que acabes resfriándote y faltes a los entrenamientos-


Le miré sorprendida por su oferta, no sabía cómo reaccionar ante eso porque él era mi sensei y a pesar de que siempre le tuve un cariño especial que no acababa de entender normalmente le trataba como todos esperaban que lo hiciese pero... Al fin y al cabo yo vivía con Yuki y me había prohibido a mi misma volver, mi mejor amiga estaba en una misión y tampoco iba a presentarme en casa de Naruto ni mucho menos en la de Tsunade, ambos me agobiarían a preguntas.


-No quiero molestar sensei... - respondí tímidamente a lo que él respondió con su típica sonrisa de ojos cerrados y comenzamos a caminar, yo aún tenía la carpeta contra mi pecho y mi escasa ropa estaba empapada.


-¿No tienes frío?- preguntó mirándome de reojo


-Bueno... sólo un poco.- desvié la mirada y de pronto tirité "¿Por qué tenías que tiritar ahora?" me auto-regañé mentalmente.


Sentí algo sobre mis hombros, cuando me percaté de que era su chaleco mis mejillas se tiñeron de rojo mientras trataba de pensar una escusa para salir de esa situación.


-Kakashi-sensei... no hace falta, te quedarás frío.-


-Soy un ninja fuerte.- dijo sin tapujos


-¿Insinúas que yo no?- le reproché infantilmente hinchando mis mofletes.


Soltó una leve risa y me miró sonriendo o eso creo, no podía ver si realmente sonreía o era una arruga de su máscara.


-Vamos, sólo intento ser amable.- me quedé sin palabras, eso no solía pasarme pero aquel hombre me ponía más nerviosa que de costumbre.


Caminamos en silencio hasta que Kakashi se paró frente a un bloque de apartamentos, cerró el paraguas y se dispuso a subir las escaleras.


-¿De verdad vives aquí? Yo pensé que tendrías una casa para ti solo.-


-Digamos que es... acogedora, prefiero gastar el dinero en cosas útiles- respondió sin darse la vuelta.


"Sí claro, cosas útiles como esos libros eróticos ¿no?" pensé.


Llegamos a una puerta de madera en bastante mejor estado que las demás, sacó una pequeña llave del bolsillo de su pantalón y abrió la puerta, pasó y la sujetó hasta que estuve dentro.


Le seguí por el pasillo, era bastante más grande de lo que parecía por fuera. Estaba bastante limpia pero eso era de esperar de un hombre como él, no parecía ser el típico tío que pasa de ordenar. Entramos en la sala de estar, al igual que el pasillo todo estaba en su sitio y perfectamente ordenado. Había un sofá de dos plazas color verde olivo frente a una televisión de pantalla plana y una mesita baja de cristal entre los dos muebles, un par de estanterías a cada lado del televisor llenas de libros, pergaminos y demás documentos, junto al sofá había una enorme ventana por la cual se veía el cielo nocturno, al otro lado de la habitación había una puerta y una pequeña ventanita por la que se podía ver que dentro estaba la cocina, no había demasiados adornos sólo un par de cuadros "modernos" y una de esas malditas mascaras de ANBU con forma de lobo.


Kakashi se paró en el centro de la habitación y me miró pensativo.


-Deberías tomar una ducha mientras busco algo de ropa seca.- aquello sonaba más a orden que a sugerencia.


Me sonrojé ante la idea de ducharme en su casa, en la misma ducha que él utilizaba siempre que podía y él lo había dicho como si nada.


*Discusión interior: (Nota: las comillas indican el diálogo de Sub-Nana, es decir, el subconsciente de la protagonista) *

Destino o casualidad(Kakashi Hatake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora