Capítulo 1: Violetas

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El día ha comenzado raro

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El día ha comenzado raro.

Sobretodo porque las sábanas que deberían estar encima de mí están en el suelo.

Y el que ocupa ese lugar es Yukhei.

-¿Estás listo? -me susurra en el oído. Estoy exitado, así que le permito que me penetre, mi cuerpo tiembla cuando lo siento entrar y el habla se me va, aprieto las sábanas de mi cama cuando da la primera estocada.

Yukhei y yo ni siquiera somos amigos.

Y no sé en qué momento llegamos a este punto de tener sexo por diversión. No somos una pareja, como les dije antes, no somos amigos siquiera. Creo que todo empezó en el día que me dio un aventón a mi casa un día de lluvia, lo invité a pasar y las cosas se pusieron raras.

Simplemente terminamos en la cama entrelazados. Y desde ese día no ha dejado de pasar.

Y han pasado dos meses desde eso, y creo que cada vez con más frecuencia.

-Más, más, más. -siseo, los rizos se me pegan a la cara, Yukhei me toma una de las manos y la lleva a su miembro mientras él lleva la suya al mío. Encorvo con suavidad mi espalda del placer y le dejo mi cuello descubierto para que lo bese.

Quiero aclarar también que nunca nos hemos besado.

Ni por accidente.

Lo único que hace es explorar mi cuerpo, pero mi cara pasa desapercibida para él. No existe.

Y a veces siento que duele. Me hace sentir como si no fuese una persona.

-Móntame. -dice, asiento, mientras sale de mí y se acuesta en la cama, mientras me tomo el tiempo de sentarme sobre él y alinear su miembro con mi entrada, cuando lo hago, comiendo a dar saltitos irregulares, siento sus manos apoderarse de mi cintura, cierro los ojos, me encanta que haga eso. Al rato siento sus manos tomar mi espalda, su pecho ahora está chocando con el mío y sus caderas me están ayudando a montarlo. Sus manos acarician mi espalda con suavidad hasta mi cuello y yo me quiero morir por eso. Mis manos se van a sus hombros, mientras me ayudo de ellos para seguir dando saltitos. Deliro con que me va a besar cuando lo miro a la cara, pero no lo hace. Como siempre. Desvía sus labios a mis hombros y los besa, decido restarle importancia. Y cuando nos venimos, tengo que darme un momento para separarme. -Maldita sea.

-¿Qué pasa? -digo, estoy acostado a su lado, con las sábanas encima.

-Son las nueve, tengo clase en media hora. -me dice, levantándose y tomando у su camisa, lo veo limpiarse sin mucho esmero y ponerse de nuevo su ropa. -¿Te veo el viernes?

-No lo sé. -murmuro, dibujando círculos en las sábanas. -Yo te aviso.

-Claro. -me dice, lo veo acercarse y deliro de nuevo, que me bese por una maldita vez. Pero cuando toma su reloj del buró tengo que aceptar la realidad de nuevo. -Nos vemos.

Cigarettes after sex 「Luwoo」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora