Prologo: Un Reencuentro... ¿Inesperado?

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Señor Jesucristo, perdoname a mi por escribir esto... Y de paso también a los que leen esto :v

Narrador:

En un trono digno de un rey, un peliblanco con los ojos cerrados reposaba en el, y a sus costados, las cabezas de un dragon y un minotauro se encontraban colgadas como si de trofeos se trataran.

El peliblanco llevaba una armadura color blanco puro, que cubria por completo su cuerpo, mientras que su cabeza poseia una especie de diadema de color plata con 3 rubys en ella.

Permaecio sentado en aquel imponente trono, hasta que abrio levemente sus ojos color rojo, e invoco de la nada una espada con un filo rojo, y mango dorado.

Se levanto de su trono y comenzo a caminar hacia el frente, dirigiendose a lo que parecia ser la salida de la sala en la que se encontraba.

En su camino, con cada paso que daba, varias antorchas se iluminaban, dejando ver a varias cabezas de distintos monstruos y bestias colgadas al igual que las anteriores.

Al salir de la sala, el albino llego a un balcon desde el cuál se divisava un paisaje de una ciudad extremadamente grande, pero que se veia pequeña.

¿Por qué? Bueno, tal vez sea porque estaba a más de 5000 metros por encima de aquella ciudad.

Sip, la sala en la que el peliblanco se encontraba, era en la torre más alta de Orario, Babel.

Todo esto lo logro, luego de haber derrotado a toda la familia Freya el mismo y sin ayuda de nadie.

Y era entendible el porque, aquel peliblanco era el humano y ser más poderoso de toda la tierra.

Sonriendo ante la vista que sus rojos ojos presenciaban, el peliblanco salto de un brinco hacia el suelo.

Cayendo con rapiedez y agrietando todo el piso de la ciudad, este alzo la mirada y observo a su nuevo retador.

Era alguien exactamente igual a el, solo que todos sus colores era opuestos, su armadura era negro oscuro, su espada tenia un filo azul, y un mango plateado.

Junto con su cabello oscuro, pero manteniendo aquellos ojos color rojo, este "ser" levanto su espada hacia el albino.

Y este remedo su acción, y sin remediar palabra alguna, ambos se lanzaron el uno contra otro, directos a matar, pero antes de siquiera chocar sus espadas...

Chask* Chask*

<Mundo Real>

–Deja de soñar con huevadas, y ponte a trabajar– Chasqueando sus dedos delante de la perdida vista del albino, un señor con un delantal y gorro de chef regresaba a la realidad al conejo.

–Uh? Eh? Qué? Comó? Cuando? Y mi poder?... Oh, cierto, nada de eso era real– Regresando en si, el peliblanco suspiro amargamente.

–Recuerda! Si esa niña pelidorada regresa... ¡¡DE SER NECESARIO DALE TODO LO DE LA TIENDA SI TIENE PARA PAGAR!!– Gritando a todo pulmon desde adentro de un muy, muy, MUY pequeño local, el señor le recordo al albino

–Recuerde esto y aquello mimimi, ni siquiera me pagan bien por esto...– Susurrando molestamente, el albino se coloco un gorro de chef más pequeño que el de su Jefe y se preparo para comenzar con su labor.

–Lleve sus Jugamarukuns! 100 valis por uno y 5 por 300!– Los gritos de un joven peliblanco resonaban por las vacias calles de la ciudad.

–Ah~... Bien hecho Cranel... Que buena idea fue vender estas cosas... ¡En una ciudad que se cae a pedazos!– Lanzando con frustración su sombrero de chef al piso, el mismo albino bufo enojado.

¿Está Mal Enamorarse De Una Villana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora