La última flecha 🏹

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Nadie dijo nada, nadie decía nada, en todo el Paraíso se había corrido la voz del triste destino de uno de los ángeles más amados.
El cupido Yoongi debía flechar al ser del cual se había enamorado para emparejarlo con otro, el destino del amor de su vida....era otro.
No había hermano plumífero que no sintiera con pesar lo que el joven ángel estaba viviendo, a ninguno le parecía justo, pero no habían sido educados para cuestionar a su Padre, él siempre tenía un por qué de la cosas. 

Yoongi pasó solo las siguientes horas, nadie podía encontrarlo, nadie podía sentirlo, su energía angelical, su energía de amor habían desaparecido. Yoongi no podía desprender nada, Yoongi ya no sentía nada.
En brazos de su padre lloró como jamás creyó poder hacerlo, dolía, dolía más que nada en el universo y ni el calor de su creador ni la energía que sus hermanos desprendían para acobijarlo  podían consolarlo.

El tiempo se acababa, si él no cumplía con su trabajo Padre le daría la responsabilidad a otro, los designios han de cumplirse.


—No, Padre. Aunque sea, quiero verlo feliz.


Él era Cupido Yoongi y cumpliría con su deber como juró hacerlo el día que nació.
Jin miraba como su pequeño mimado iba camino a forjar el destino del humano que le dio un brillo especial con otro, tras las alas de arcángel miraban con extrema tristeza los hermanos más allegados, Hoseok, Hyunjin, Jeonyeon, Yeonjun y Chaeryeong. Todos ellos amaban a Yoongi y había sido tan felices por los sentimientos que iba descubriendo a su paso de espiar al pequeño humano.
Hoy conocían lo que era un alma rota.


Jimin y Taehyung se encontraban en un parque sentados sobre una manta en el césped, compartían una hermosa tarde de sol mientras hacían un picnic, Yoongi sabía que eso era lo que los humanos consideraban romántico. 
Los observaba reír, sí, su pequeño humano amante de los animales y risa de medialunitas iba a ser muy feliz y eso era lo que más deseaba en la vida.
Mientras preparaba sus flechas, Yoongi prometía en silencio que siempre cuidaría de él, que le deseaba con toda su energía las mayores de las felicidades, que rezaría cada día por él y su pareja, que pondría su mejor energía de amor en aquellas flechas, que buscaría a los mejores ángeles de la guarda para sus futuros bebés....que lo amaría por siempre.


Como siempre se colocó, como siempre cargó, como siempre apuntó y...

—¿Padre?

Confundido bajó sus flechas mirando la inmensidad de quien tenía ahora frente a él, no comprendía más comenzaba a sentirse extraño.
Pudo divisar detrás de su creador las alas de alguien que él conocía muy bien. Moviendo levemente su cabeza vio a un lloroso Jin que lo miraba como jamás lo había hecho antes.
Levanto su carita hacia su padre, parecía un niño pequeño perdido y asustado.

—Estoy muy orgulloso de ti y siempre lo estaré, hijo.


Recibió una cálida caricia en su mejilla de porcelana y sintió una fogosa brisa, pocos habían recibido un beso de Padre y supo que era una de las sensaciones más potente que nadie podría recibir.

Y luego todo...se oscureció.




Jimin se sentía extraño, quizás la palabra podría ser desolado, su visitante nocturno no había llegado. Lo había esperado durante horas.
¿Acaso le habría sucedido algo? ¿Se habría molestado con él? ¿Estará bien? ¿Habrían sido todas imaginaciones suyas?
El sueño también faltó aquella madrugada.


Levantó la vista de su teléfono al escuchar el timbre de su casa, revisó la hora y se asustó, cualquiera sabría que alguien llamara o fuera a esas horas no eran para nada buenas noticias. Llegó a dudar si bajar o no, tampoco quería exponerse a algún loco o borracho que quizás estaba perdido, pero tuvo que tomar una decisión rápida ante la insistencia.
Bajó vestido con su pijama de Shin Chan y zapatillas de andar por casa a juego, de Action Kamen por supuesto. 
Se dio valor como muchos lo hacemos y por alguna extraña razón creemos que funciona: tomó mucho aire.

No parecía ni un loco ni un borracho, pero tampoco tenía ni idea quien era el chico que estaba en el porche de su casa y había llamado de tan madrugada, solo sabía aquel muchacho lo miraba como si acabase de descubrir América o algo así.
Estupefacto seguía con su mirada como la mano del quizás el psicópata homicida se va acercando a su mejilla, si Jimin no entra corriendo a su casa es porque el miedo no deja que se mueva y talvez, solo talvez, que la sonrisa y mirada de quien estaba frente a él lo tenía hipnotizado.
Es imposible describir todo lo que rodeó a Jimin, todo lo que sintió Jimin, todo lo que nació allí mismo entre ellos, pero aquella caricia, aquella extraña y única caricia se apoderó de todo lo que allí tenía vida como lo inerte mientras un haz de luz crecía con fulgor.


—E-eres tu...

—Soy yo...

—Eres tu...

—Sí.

¿Quién tuvo la iniciativa? ¿Acaso eso importa? El cielo mas que nunca era testigo de como el ex Cupido ángel y el humano amante de los animales se abrazaban hasta casi fusionarse uno con el otro y el universo podía dar fe de como un ángel era premiado por entender el amor y ser generoso con ello.


—Soy Cup...Soy Yoongi.

—Y yo soy...

—El amor de mi vida. 

Y así es como termina esta historia...donde un Cupido llamado Yoongi se enamoró y fue premiado en ser un humano para ir detrás de su destino.


(っ◔◡◔)っ ♥ FIN ♥



Y..... nos vemos en el epílogo...ヅ

Cupido enamorado (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora