D. O| ❝Lα ımαgınαcıón tıene sobre nosotros mucho mάs ımperıo que lα reαlıdαd.❞
• 𝔇𝔶𝔩𝔞𝔫 𝔒'𝔟𝔯𝔦𝔢𝔫 𝔬𝔫𝔢 𝔰𝔥𝔬𝔱𝔰 •
Disfruta y deja volar tu imaginación.
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Antes de ingresar a la Universidad, recuerdo haber conocido a una chica castaña de estatura mediana y nacionalidad latina. Sus ojos eran lo que más me gusta de ella, esos ojos marrones que tanto me gustaba mirar mientras hablaba de las cosas que más le gustaba como el arte por ejemplo.
Recuerdo lo enamorado que estaba de ella, lo mucho que me gustaba pasar tiempo a su lado. Amaba a mi chica, mi linda y preciosa T/n.
Sin embargo tuvo que irse, verán nuestras madres eran muy amigas diría yo que como hermanas creíamos que al decirles sobre lo que ambos sentíamos se alegraría pero fue todo lo contrario. Su padre, Carlos, se enojó tanto que la alejó de mi enviándole de vuelta a México dónde viviría con su abuela y tías. Por otro lado mi madre me comprendía y me ayudó a superar a aquella chica que robó mi corazón por completo.
Todavía recuerdo la última vez que nos vimos, como sus mejillas, labios y nariz estaban rojas debido a las lágrimas que derramaba...
—lo lamento tanto cariño. Y-Yo no quiero irme de verdad, quiero quedarme aquí a tu lado.—decía la chica con las pestañas mojadas y la voz entrecortada.
—Lo sé mi amor, no es culpa de nosotros ni siquiera la de nuestros padres.
—Si, es culpa de ellos. De mi padre por no aceptar que estoy enamorada de ti, de mi madre por apoyar a mi padre ante todo lo que diga, de mi por no poder hacer nada para quedarme.—me acerqué a ella atrayendola a mis brazos donde lloró aún más susurrando lo mucho que lo lamentaba.
—Escucha T/n, prometo que nos volveremos a ver, escribiremos y viviremos nuestra historia. Cuando vuelva a encontrarte nada ni nadie nos podrá separar, lo prometo cariño.—dije, tomando sus mejillas entre mis manos dándoles leves caricias y, sin darme cuenta, yo también había empezado a llorar.
—Cuando vuelva a encontrarte.—me aseguró ella dándome una débil pero linda y dulce sonrisa.
Antes de irse dejo un beso largo y dulce en mis labios, uno doloroso, uno de despedida...
Tres años había pasado desde aquella vez y sin embargo seguía recordándola a la perfección, recordaba cada parte de ella, cada cosa que le gustaba, la recordaba a ella. Todavía tenía una pequeña esperanza de poder cumplir nuestra promesa, de volver a encontrarla.
Mi madre y hermana me habían pedido ir a casa según ellas habría algo que de seguro me alegraría, por un momento creía que la vería pero eso no era posible pues mi madre había perdido contacto con Lucy, la madre de T/n.
