𝕷𝖔𝖛𝖊𝖗 𝕴𝖓 𝕿𝖔𝖐𝖞𝖔 ➼ [Sano Shinichiro] [Español]

014| hearts come together

La soleada tarde sirvió de ambiente perfecto para la pareja, que caminó por el sendero cubierto de hojas con helados en la mano.

Después de un largo día recorriendo Tokio para preparar la esperada nueva boda, un simple cono del frío postre no le vendría mal a nadie: es una forma de desestresarse del duro trabajo que han tenido que soportar durante toda la semana.

―Sigo sin entender por qué no venden helado de (sabor/f) allí... ¡es un sabor universal, joder!―

Sano Shinichiro tuvo que reprimir una carcajada que le subió por la garganta mientras miraba a su mujer, que seguía haciendo pucheros porque en la heladería no vendían su sabor favorito- Adivina quién va a perder una empresa cuando lleguen a casa.

―Pero al menos tienen (O/s/f). Eso es bueno, ¿no? ―T/n negó con la cabeza, todavía mirando su pobre helado mientras una pequeña franja del mismo empezaba a caer por los lados del barquillo debido a la intensidad tanto de su mirada como del sol.

El hombre de cabello negro soltó una risa divertida al ver lo infantil que se comportaba su esposa. No es algo malo, pero ver a la habitual mujer estoica mostrando otras emociones además de su seriedad era, sinceramente, un cambio de escenario.

Cuando los dos estaban en casa, la joven siempre tenía esa mirada serena en su rostro que mostraba un lado de ella que definitivamente no mostraba en su lugar de trabajo. y para Shinichiro, se siente como un honor para él poder ver su lado vulnerable - significa que ella confía en él lo suficiente para eso.

O cuando ella pone cara de asco cada vez que su personaje menos favorito aparece en la pantalla. A él todavía le hace gracia aquella vez en la que ella estuvo a punto de tirar el mando a la televisión por este motivo.

Para los demás, no es más que una mujer de negocios profesional con una cara que da miedo.

Pero para Sano Shinichiro, ella no es más que su esposa de veintitrés años que odia no conseguir su sabor de helado en la tienda, alguien que es suave y tiene el lado de mostrar su vulnerabilidad.

Mirando alrededor del parque vacío, el hombre respiró profundamente y saboreó el olor de las flores de sakura que están en temporada. sonriendo porque casi le recordaba a T/A T/n.

Enlazando suavemente su brazo alrededor del suyo, la mujer de cabello (T/c) dejó de mirar al pobre helado hasta la muerte y se volvió hacia su marido que tenía una suave sonrisa grabada en sus facciones.

En su pequeño mundo, sonreír siempre le venía bien.

―Paremos aquí un rato. y después, podemos irnos a casa, ―propuso él. bueno, más o menos, la arrastró hasta un banco con sombra, sin darle la oportunidad de expresar sus opiniones mientras los dos se sentaban en silencio.