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Escuchaba atentamente las burlas de mis hermanos, adoptivos, no podía soportarlos. Antes era parte de su "grupo" y ahora resulta que solo soy una completa extraña para ellos. Odiaba ser tan vulnerable con mi familia, por lo mismo ellos se burlan de mi, me odiaba, era fastidioso, los odiaba a todos. No paraba de preguntarme ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste T/n? Tal vez todo hubiese sido diferente si yo no hubiese intentado hacer eso.

—Cariño —Mamá hablo —Tus pastillas —Me entrego el frasco y yo sin decir nada lo tome para poder abrirlo, mamá no despego su miraba y le mostré que solo había tomado una jodida pastilla. Ella sonrió y yo la puse sobre mi lengua, me extendió el vaso con agua y yo le di un trago para luego abrir la boca y levantar la lengua, mostrándole a mamá que sí la había tomado —Muy bien —Puso su mano en mi hombro y yo sonreí forzada para luego observar como se iba.

—Miren Vanya 2.0 —Suspire frustrada, escuchando el Lindo apodo de Diego.

¿¡Por qué siempre tenía que criticar a todos!?. Que se enfoque en no ser más el No.2 y deje de joder

Me levante de la banca que había en el patio para luego dirigirme dentro de casa, escuchando su estúpida risa. Diego era una buena persona, a decir verdad y sin mentir era un buen hermano solo que cuando se sentía muy insuficiente le daba la gana hacerle sentir mal a los demás.

A veces llegaba a ser fastidio que me compraran con Vanya, sinceramente era la que mejor me caía pero desde la comparación le deje de hablar, era la única que le hablaba y supuse que fue duro para ella aunque solo pensé en mi más que en otros. A veces sentía que eso era un defecto pero era por mi bien, eso creo.

Las comparaciones empezaron después del accidente, papá me mantuvo aislada un tiempo pero desde que salí de mi habitación comenzaron los apodos y comparaciones de mi y Vanya. En realidad eran algo tontos pero aun así dolían, me comparaban porque tomaba pastillas como ella, porque me aislaba de ellos, como ella, porque ya no hablaba, como ella. Todo lo que hacía para ellos era como ella.

Podría tomarlo como un alago, Vanya es muy linda, físicamente y sentimentalmente pero no lo sé, a veces si llegó a sentirme muy insegura y eso atormenta mi cerebro. Torturándome. Camine por la gran mansión donde vivía, pasaba por la cocina hasta que escuche una voz, bueno, en realidad dos y la única cosa que hago para no aburrirme era mirar y escuchar. Podrían llamarme chismosa o algo así pero no sé, solo es un instinto y ya.

—Deberías dejar de tomar tanto café, eres muy pequeño y puede hacerte daño, cielo —Hablo mamá.

—Lo tomaré en cuenta pero es lo único que me hace tener fuerza para seguir haciendo los ejercicios que papá me deja. Debo de ser mejor que cualquiera y eso implica esfuerzo, algo que te hace sentir cansado y para no estar cansado —Alza la taza para luego darle un trago.

—Eres muy gracioso —Dice mamá y él solo se da la vuelta, me pego a la pared y agacho la mirada, él ni siquiera se da cuenta que estoy aquí y sigue su camino.

Levante la miraba, observando como seguía caminando con la taza en una mano y la otra dentro de su bolsillo, reí a lo bajo, imaginándome si llegase a tropezar. Admiraba a No.5, a pesar de ser atractivo era muy listo, algo que le hacía falta a casi todos aquí, incluyéndome. Era increíble como en segundos podría resolver lo que parecía que no tenía respuesta.

A veces era doloroso e incómodo observar como él se expresaba, ellos dicen que es serio, amargado y gruñón pero en realidad si se expresa con nosotros solo que como ya dije, nos hace falta cerebro y no comprendemos. Uno con tan solo palabras o una mirada puede decirte millones de cosas pero no siempre llegarás a captarlas.

Cinco le había contado uno de sus problemas a mamá, el cansancio y el esfuerzo que debe de hacer solo para hacer sentir orgulloso a papá pero mamá solo lo tomo como cualquier otra cosa, diciéndole "Eres muy gracioso". Mamá a veces solía ser muy tonta ¿Se supone que esta para ser una madre o para satisfacernos como una?. Lo digo porque muchas madres, no todas, se preocupan más por las cosas físicas de los chicos, mucho más que en sus problemas mentales o psicológicos, todos esos traumas.

En seguida llegue a mi habitación, me deje caer sobre la cama mientras que seguía pensando en Cinco. No entendía esto, ya llevaba tiempo pensando en él más de lo normal, no se si era por la admiración o era otra cosa pero sabía que sentir cosquillas en el estomago y sentir como tu piel se eriza en pensar a tu hermano, sabía que eso no era tan normal y comenzaba a consumirme más de lo normal.

Sabía que me gustaba Cinco, a pesar de que papá no nos da ese tipo de clases siempre pone en claro cosas como esas de una manera discreta, siempre ponía el afecto familiar ya que se supone que siempre nos tendríamos el uno al otro más no con otra persona, dice que otra persona no nos entendería tanto como tú propia familia. No sabría decir sí eso era verdad o mentira ya que no hago afecto más que con mis hermanos, supongo que siendo criada de esta manera, le daré razón a mi padre.

No se quien le había hecho daño para ser de esa manera pero era mi padre, tiene derecho a criarme como él lo quiera pero a veces si me cuestionaba bastantes cosas. A pesar de ser mi padre no conocía mucho sobre él. ¿Cuál seria su color favorito? ¿Su comida favorita?.

No lo sé, lo único que sé es que le encanta estar encerrado en su oficina, la música clásica al igual que las sombrillas. Y lo de la sombrilla si que es una obsesión bastante rara. Seguía pensando pero en eso alguien toco mi puerta.

—¿Quien? —Pregunto con curiosidad pero a la vez con miedo, no sabía porque pero así era.

—Papá me mandó ¿No piensas bajar a cenar? —Preguntan.

Mire hacía la ventana, observando que el cielo cada vez se hacia más oscuro —No tengo hambre —Dije aun acostada.

—Papá se molestará si no bajas.

Tenía razón así que solo me levante, sintiéndome algo mareada, me había levantado muy rápido. Me dirigí hacía la puerta, la abrí y observé a No.5 —Ehh —Fue lo único que podía decir.

—Solo camina, llegaremos tarde —Comenzó a caminar y yo detrás de él, sintiendo como mis mejillas ardían. Había sido muy tonta, ni siquiera pude decirle una palabra.

Aunque a decir verdad me pareció lindo el hecho de que no se teletransportara, ese era su poder, viajar en el tiempo y podría ser insignificante para muchos pero era una muy grande muestra de afecto de Cinco. El no teletransportarse y caminar junto a ti.

Pronto llegamos al comedor, papá nos miro como si estuviese molesto pero ese era su gesto, mis hermanos piensan que es porque siempre esta molesto pero él es así y esta bien —Llegan tarde —Dijo.

Fue ahí cuando fruncí el ceño. ¿Qué no se suponía que papá había mandado a Cinco por mi?. Mire a Cinco el cual solo se disculpó por ambos para luego tomar asiento, seguí sus pasos, me senté y tome los cubiertos pero de reojo mire a Cinco el cual solo comía tranquilo.

Necesitaba una respuesta

𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐌𝐞 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora