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Caminaba por la enorme casa donde vivía, estaba perdida y eso que vivo aquí desde toda mi vida pero estar tanto tiempo encerrada en una sola habitación, me hizo olvidarme de muchas cosas. Trataba de buscar la biblioteca, sabía que Cinco se encontraría ahí y realmente necesitaba una respuesta de lo que paso ayer. ¿Por qué tuvo el tiempo de irme a buscar sin que alguien se lo hubiese pedido?.

No podía creer que estaba perdida en mi propia casa, comenzaba a ser molesto y comenzaba a marearme de tantas vueltas que había dado pero en eso choque con alguien.

—Oh, lo siento. Hola Ben —Salude algo nerviosa, no solía hablar mucho con él pero sabía que podría ayudarme.

—Hola T/n —Saludo mirando su libro mientras que acariciaba un poco su cabeza.

—Perdón si molesto pero —Suspire, esto era algo incómodo —¿Sabes dónde esta la biblioteca? —Por primera vez me miro y parece un gesto algo molesto, levante mi ceja esperando una respuesta y él solo inclinó su cabeza hacía la derecha. Mire y pude ver el gran letrero que decía Biblioteca —Oh, eh gracias —Dije como estúpida.

—No te preocupes —Sin más se fue de ahí.

Ben era un chico callado pero educado, le encantaba la poesía y todo ese tipo de cosas de literatura, papá trabajo muy duro con él ya que él tiene un gran poder que no suele controlar muy bien. Son tentáculos que salen de su estomago, cuando iba a misiones era la escena más increíble que podía ver pero a veces Luther lo regañaba por que terminaban en descontrol.

Suspire para luego entrar en la biblioteca, entrecerré los ojos, en busca de un pasillo y cuando lo vi sonreí para luego dirigirme casi corriendo hacía el pero volví a chocar con alguien, esta vez caí ya que iba corriendo y resbale. Odiaba ser tan torpe.

—Auch —Me queje —Lo siento —Dije mientras que acariciaba la parte donde me golpee.

—No te preocupes, ten cuidado para la próxima —Abrí los ojos y observe que era Cinco, observe como se inclinó y esperaba que me ayudará pero él solo tomo un libro el cual se había caído.

Me levante del suelo pero él solo siguió su camino —Oye, espera —Dije caminando rápido hacía él —Quiero hacerte una pregunta —Dije cuando estaba a su lado.

—Tengo que seguir entrenando.

—No te haré perder mucho tiempo —Dije y él se detuvo.

—Rápido.

—Bien, eh yo me preguntaba una cosa —Murmure nerviosa —¿Por qué hiciste eso ayer? —Pregunte, jugando con mis dedos los cuales estaban sudados.

—Suficiente tienes con las burlas de los chicos, deja de hacer preguntas y solo agradece —Lo miro a los ojos, él mantiene la mirada y yo me pongo nerviosa así que la bajo.

—Lo siento —Murmure —Y gracias.

—No es algo... —Alguien lo interrumpió.

—Número 5 y Número 8 —Era papá —A sus actividades —Ambos asentimos y cada uno se fue por su lado.

[...]

No lograba dormir, papá hoy no nos estaba revisando como usualmente lo hacía pero eso no era importante, no lograba dormir y además tenía algo de hambre, necesitaba un pequeño bocadillo. Me levante de la cama, tome la manija de la puerta y la gire con cuidado para que no hubiese mucho ruido.

Cuanto deseaba tener el poder de Cinco justo ahora, al lograr salir me dirigí hacía la cocina, estaba descalza así que no hacía mucho ruido pero aun así trataba de no hacerlo tanto. Seguí caminando pero mamá estaba ahí, trate de no hacer el mismo ruido ya que a pesar de estarce cargando, podía presenciar cualquier ruido. 

Rápidamente me alejé hasta que por fin llegue a la cocina, sentía el corazón en la garganta, al entrar vi a alguien y pensaba gritar pero ese alguien cubrió mi boca, me di cuenta de que solo se trataba de Cinco.

—No grites, soy yo —Murmuro para luego alejarse.

—Dios Cinco, me asustaste —Dije en un susurro mientras que me acercaba a él ya que se había ido hacía el mesón.

—¿Qué haces despierta? —Pregunta mientras que toma su taza.

—No podía dormir y buscaba algo de comer —Explique —¿Y tú? —Pregunte pero él se quedo callado un momento.

—Tengo una gran responsabilidad así que si quiero ser el mejor no debo de descansar —Me recargo en el mesón con una mano.

—Debe ser muy duro para ti —Él me miro pero luego apartó la mirada.

—Si quieres ser el mejor, necesitas sufrir para hacerlo —Explicó y yo asentí.

—Lo entiendo —Él vuelve a mirarme.

—No, no lo entiendes —Lo miro.

—Bueno, trato de hacerlo —Dije, tratando de darle la razón.

—Escucha Número 8 —Lo mire atenta —No porque haya hecho eso por ti significa que quiero ser tu amigo ¿Entendiste? —Forme una mueca.

—Si, entiendo —Agache un poco la cabeza, me di la vuelta para irme pero tropecé con mi propio pie. Caí al suelo, causando un gran ruido el cual supongo que captaron todos los que estaban despiertos ya que toda la casa estaba en silencio.

—Mierda —Escuché a Cinco —Eres una estúpida —Me levanto del suelo de un jalón, lastimando mi brazo.

—¿Hay alguien ahí? —Cinco y yo nos miramos.

—Pogo —Dijimos al uniso.

Cinco me tomo de la cintura, pegándome a él y yo lo abrace, cerrando mis ojos con fuerza para luego sentir una sensación electrizante recorrer mi cuerpo. Abrí mis ojos y me di cuenta de que estábamos en mi habitación, mire a Cinco el cual aun me sostenía de mi cintura pero parecía que estaba en otro lado.

—¿Cinco? —Murmure y él a penas reaccionó.

—Lo siento —Me soltó y yo a él —Solo que nunca me había teletransportado con otra persona —Explicó.

—No te preocupes —Dije.

—Será mejor que te vayas a dormir —Asentí y me dirigí hacía mi cama.

—Gracias —Dije, dándome la vuelta pero él ya no estaba. Suspire y luego me acosté en la cama, cubriéndome con las sabanas pero en eso se escucha una envoltura.

Confundida meto mi mano en los bolsillos de mi pantalón de pijama y me doy cuenta de que era una barrita de granola con chocolate y otras cosas. Sonrió pensando en Cinco. Realmente me gusta ese chico.

𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐌𝐞 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora