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Mi mente no dejaba de pensarlo, sabía que comenzaba a obsesionarme con él, como si se tratara de una jodida adicción. Ya no era solo el físico, todo esto era muy sentimental, definitivamente estaba enamorada de él y eso era tan encantador pero a la vez tan aterrador. No quería sufrir, sabría que si en algún momento él me deja, moriría, por más ridículo que suene era la verdad. No podría sobrevivir a algo así.

Pronto escuche como la puerta de mi habitación se abría, algo asustada me levante de la cama y me di cuenta de que se trataba de Klaus —¡Oye! —Me queje —¿Sabes que se toca al entrar? —Pregunte algo enfadada, solía ser buena persona pero no me gustaba que invadieran mi poca privacidad.

—Lo siento pero quiero preguntarte algo importante —Se sentó al lado mío y yo le hice una seña para que prosiguiera —¿Te gusta Cinco? —Pregunta y yo siento mis mejillas arder.

—¿¡Qué!? ¡No, para nada! —Negue absolutamente mientras que me alejaba de él con nerviosismo.

—No soy idiota por más que lo parezca —Agache la mirada —No vengo a juzgarte solo quería quitar esa curiosidad de mi cabeza —Explica.

—Bien pero...—Me acerco nuevamente —¿Cómo lo sabes? —Pregunto con curiosidad, no quería ser muy obvia respecto a eso.

—Es que cuando fuimos a cenar los vi tomados de la mano —Explicó —Eso y que leí tu Diario —Lo mire molesta.

—¿¡Qué hiciste qué!? —Alce la voz con un gran enfado.

—No te molestes, no fue intencional —Suspiro, trato de relajarme aunque me siento muy avergonzada. No solo se trataba de Cinco, si no que también había escrito cosas sobre él.

—Klaus yo... —Me interrumpe.

—Tampoco te disculpes, no me molesta —Explica y me siento culpable —Lo que dices tiene mucha razón, no debo de sentirme ofendido, es más —Me mira y sonríe —Me siento alagado, hay alguien a quien le importo y me pone feliz —Trato de formar una sonrisa mientras que a él solo se le cristalizan los ojos —Todos me ven como el típico chico desordenado, que es feliz, drogadicto por diversión —Explica —Pero en realidad todo es una mierda, supongo que cuando seamos mayores solo me verán como un infantil, alguien que quiere llamar la atención que no tuvo de niño pero tú —Me mira una vez más —Tú pudiste ver todo eso que he estado sufriendo hace años gracias a papi Regi —Se ríe un poco.

—Estoy para ti ¿Okey? —Tomo su mano y él sonríe para luego jalarme a él y abrazarme fuertemente.

Sonreí, sintiéndome bien por pasar un momento como este con Klaus. De nuevo.

Cinco Hargreeves

Caminaba con nervios a la habitación de Ocho o T/n, tenía un libro sobre mis manos, ni siquiera sabía de que trataba o de donde lo había conseguido pero necesitaba buscar una excusa para verla. Me gustaba pasar tiempo a su lado, era muy torpe y no importaba que tanto quisiera hablar, se quedaba callada, disfrutando el momento a mi lado porque sabe que no me gusta mucho el ruido.

Estaba nervioso, había practicado mil veces lo que le diría pero hasta este paso ya se me había olvidado casi todo lo que tenía en mente. Me acerque a la puerta de su habitación pero esta estaba entre abierta, curioso quería ver que pasaba así que mire por el pequeño agujero y observe como ella y Klaus se abrazaban.

Mi cuerpo se tenso ante eso, no quisiera que esto parecieran celos solo que suelo algo inseguro de mi mismo, además, ella nunca había tenido contacto con alguien desde su accidente. ¿Sera qué me esta cambiando?. Me aleje de la puerta para luego teletransportarme a mi habitación, sabía que no tenía que haber confiado en ella, Dios, esto es una mierda.

No quería pensar mal, ellos son hermanos, somos hermanos pero no lo sé, estaban demasiado juntos.

Tranquilizate Cinco, era un simple abrazo, ella, ella tal vez solo esta siendo amable con el adicto.

Me tiré sobre mi cama, pensando y pensando absolutamente todo, no quería ofender a Klaus aunque era un imbécil pero la furia me invade, quiero que ella sea de mi propiedad por más egoísta que suene.

Ella me hace sentir de una manera inexplicable, que con una simple mirada pude remediar todos mis defectos. Ella puede salvarme y yo puedo salvarla a ella, eso debe de tenerlo muy en claro. Tengo miedo, jamás me había sentido así por una chica, es aterrador que pueda romper mi corazón de la forma más grotesca posible.

Quiero entregarme a ella pero tengo miedo de no ser aceptado, de ser dañado, papá había causado muchas inseguridades en mí pero aun así trataba de hacerlo sentir orgulloso y salir adelante aunque él no merezca mi esfuerzo. Quisiera llorar, quisiera soltarlo todo ahora pero no, se que soy lo suficientemente fuerte para enfrentar esto y mucho más.

Me levanté de la cama, tomando mi libreta de cálculos para seguir practicando los saltos que papá me había dicho.

No pienso perder el tiempo en seguir pensando en estos absurdos sentimientos hacía T/n.

Ocho Hargreeves

Habían ya pasado varios días y Cinco no se atrevía a volverme hablar. Creí que tras lo anteriores sucesos podía haber un ligero lazo de amistad pero definitivamente solo me ignoraba.

Intentaba volver a hablarle cuando tenía tiempo pero él solo m ignoraba o decía que estaba muy ocupada, comenzaba a comportarse como hace tiempo atrás y se sentía horrible ese sentimiento de decepción o ese sentimiento de culpa.

Preguntándome que hice mal como para que me haya dejado de hablar así de la nada. Klaus y yo nos volvimos amigos, platicamos de vez en cuando pero ahora es mucho más frecuente que antes.

Es muy gracioso

Klaus se junta mucho con Ben así que también paso tiempo con él, somo un gran trío de amigos. Es lindo pasar tiempo con ellos, creí que Ben siempre era serio pero es muy gracioso también.

Era sábado, nuestros treinta minutos estaban por terminar pero nosotros estábamos sentados y escondidos en uno de los jardines, en silencio mientras que Klaus fuma.

—¿Enserió no quieren? —Vuelve a ofrecernos.

—Yo paso —Dije.

—Yo igual —Dice Ben —Por cierto T/n ¿Te parece ir a la biblioteca a leer uno de estos días? —Sonrío.

—Claro, me encantaría.

—Hey, hey, hey, no por que no me guste esa mierda de leer significa que tienen que sacarme del grupo —Reímos —Además Ben, T/n esta con Cinco ¿Sabes lo qué te haría si te metes con ella? —Ben me mira.

—¿Sales con Cinco? —Me pregunta.

—¡Claro que no! —Digo de inmediato —Ni siquiera hemos hablado Klaus, me ignora de nuevo —Dije algo desanimada.

—Oh, que raro —Dice —El otro día escuche a Cinco mencionar tu nombre repetidas veces en el baño de su habitación —Explica.

—¿Por qué entras a nuestras habitaciones, Klaus? —Pregunto.

—Para guardar mi droga en sus cosas —Explica como si fuese la cosa más normal.

—Por cierto, yo no estaría a solas con Cinco en el baño de su habitación —Dije y él me miro pícaro.

—¿Segura? —Eleva sus cejas rápidamente.

—¡Klaus! —Se mete Ben mientras que yo me cubro el rostro de vergüenza.

¡¡Dios mío!!

𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐌𝐞 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora