I love you, I miss you→【UF!Sans x lectora】

☁️16☁️

—Hola, venimos a ver a _____...

—____ ______, di el apellido también tonto.

—B-bueno... Ella.

—Un momento por favor —la señora detrás del mostrador saca una cartilla con un bolígrafo para dejarlo sobre la mesa. —¿Son familiares? ¿Amigos? ¿Alguna pareja? —señaló la hoja con su dedo índice indicando que debían firmarla.

El silencio esperaba a ser roto con alguna voz mientras los presentes firmaban.

—Amigos, somos amigos de _____— contestó Undyne al ver qué nadie respondía.

—Guarda ese cuchillo —habló entre dientes Asriel.

—Ay, perdón.

Ya anotado los nombres y firmas correspondientes la señora habló de nuevo.

—Bueno, tendrán que ir a la sala de espera con los padres de la señorita, ya que en este momento se encuentra con los oficiales de policía.

—¿Oficiales? ¿Pero no es muy rápido para eso?

—Es verdad, Papyrus, ¡deberían dejarla descansar en lugar de hacerle preguntas!

—No te alteres Chara, no aquí.

—Cállate Frisk.

La nombrada suspiró.

—Habitación 320, la sala es por el mismo pasillo a la derecha —observó a cada uno de los monstruos y humanos que tenía en frente, parecían haber corrido un maratón.

¿Corrieron? Sí, del auto hasta la entrada, lo demás estaban agitados por la adrenalina que les dió el saber que no podían ir más rápido en el coche.

A paso acelerado pero sin terminar corriendo por el pasillo de aquel hospital lúgubre llegaron a la sala de espera dónde habían varias personas, que entre ellas se lograba destacar a una madre preocupada mordiendo sus uñas mientras miraba al piso. Un hombre detrás de ella sonreía cínicamente. Este elevó la mirada a los recién llegados con su sonrisa en el rostro y dijo en un susurro:

—Mira querida, seguro fueron ellos.

—¿Ellos? —la mirada de los 5 se cruzó con la angustiada señora, dándose a entender de quién era madre. —Ustedes... —se levantó de su asiento dando un leve tambaleo para reincorporarse luego. — ¿Ustedes fueron no? ¿¡Ustedes dejaron así a mí hija, y luego vienen arrepentidos!?

—Señora, tranquilícese un poco por favor, nosotros no le hicimos nada de eso a ella. Nunca lo haríamos.

—¡Mentira!

Frisk olió algo raro.

—Usted... ¿Bebió alcohol?

—¿¡Cómo te atreves a acusarme de algo cómo eso!? — esta levantó la mano en seña de que daría un golpe, sin embargo Papyrus impidió esto. —¡Déjame!

—¿Quiere ver a su hija no? Pues debería tranquilizarse o la sacarán de aquí tan rápido como llegó, y en este hospital no son específicamente buenos lo de seguridad — La mirada del esqueleto reflejaba confianza en sus palabras, no se sabía si eran verdad, pero era eso o soltarle un golpe a una persona mayor en frente de más testigos. —Así que por favor, tiene que calmarse.

La madre bajó la mirada con lágrimas mezcladas con furia en sus ojos, y luego de unos segundos bajó la mano en seña de querer detenerse a hablar.

—Cariño, no deberías dejar que ellos te traten así —susurró el hombre en el hombro de la mujer— Vales mucho más que eso.