💀15☁️

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Dicen que, luego de la tormenta, viene la calma.

Una fuerte bocanada de aire seguido de un quejido de dolor se escucha en una habitación donde sólo se encuentra una persona. Se encontraba observando a su alrededor las blancas paredes y la buena iluminación, con una mano en su estómago, la herida recientemente (o por lo menos ella lo pensaba), _______ estaba confundida sin lograr entender.

Al quitar el respirador que le permitía respirar al estar inconsciente, inhala el olor a hospital que no a muchas personas les agrada, ya que ¿A quién le gusta respirar aire lleno de enfermedades, olores a distintos medicamento, entre otras cosas?

—Oh, ya despertó, iré a llamar a la doctora —habló una enfermera que pasaba por allí.

"¿Doctor? Odio los hospitales" Pensó aún mirando a su alrededor sin poder sentarse en la amplia cama del lugar.

—Buenas tardes —una señora de estatura mediana, cabello perfectamente cortado más arriba de los hombros con toques azules mezclados con su color de raíz castaño, y, obviamente una bata blanca entró a la habitación con una sonrisa —Señorita _______ ¿Me escucha? Soy la doctora Mei Platski.

—La escucho —en un lento moviendo giró su cabeza hacia donde se encontraba la doctora que venía acompañaba con un enfermero—¿Y mamá?

—Me avisó que fue a la tienda de en frente por café y volvía —sonrió dulcemente—En cuánto a usted; me gustaría preguntarle algunas cosas.

—Por supuesto.

La jóven no podía hablar mucho, la poco fuerza que tenía no le daba para fórmulas más palabras.

[. . .]

Luego de hacerle preguntas rápidas a la chica en la camilla de hospital cuál era su nombre, cómo se sentía, dónde sentía dolor o si sabía en dónde se encontraba, prosiguió a lo siguiente:

—Bien, señorita ______. Siento que ya es bastante mayor para saber lo que le pasa a su cuerpo y me gustaría que lo supiera —ayudó a qué la chica pudiera sentarse.

—¿Qué? ¿no estoy embarazada o algo sí, verdad? —nerviosa rió—Porque eso es imposible.

—No, es sobre otra cosa, sobre su herida.

—Ay, que susto. Bien, dígame.

La amable doctora Mei se sentó en la camilla.

—Lo que sea que le haya atravesado el estómago, lo revolvió por completo, tuvimos que acomodar algunos órganos en la cirugía, y tal vez le quede una pequeña cicatriz.

—Eh... ¿Que mi estómago estaba... revuelto? —preguntó atónita sin creer lo que decía.

—Exacto. Y como fue perforado puede que no pueda comer por un tiempo hasta que sane por completo, eso puede tardar mínimo un cinco semanas.

—Pero, si no como moriré de hambre... —la doctora no dijo nada—¿¡Quiere decir que moriré!? —se exaltó al ver la cara de compasión de la Dra. Mei (que así le gustaba que la llamen)—Pero... Pero... soy muy joven aún...

—Lo siento tanto —se colocó de pie acercándose a la puerta—Ya vendrá tu madre, luego unos oficiales a hacerte preguntas.

Sollozos con quejidos de dolor se escuchaban en la habitación. Acurrucada en sí misma yacía una chica al borde de la muerte.

Pero lo que no dicen, es que después de la calma, vuelve un huracán.


Es muy corto (demasiado), pero era sólo para decir eso uvu

Y que talvez publique algo de Hanako--

Baisu

I love you, I miss you→【UF!Sans x lectora】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora