En estos momentos con la cara roja como un tomate intentas liberarte como puedes de aquellas sogas fuertemente apretadas, te lástimaban pero no te importaba, querías liberarte, salir de aquel lugar lo antes posible.
Continuaste por varios minutos, los brazos y piernas te dolían y al moverte rosaban tu piel haciendo mas insoportable el dolor.
— Vaya vaya...
Una luz fue encendida encandilando, haciendo que parpadees un par de veces.
— La perra ya se despertó.
Dejó una bandeja de metal en el suelo y la pateo hacia ti, ésta tenia un par de sándwiches con un vaso de agua a su lado.
— ¿Que es esto?
Preguntaste forzando tu vista hacia el suelo.
— Tu comida ¿no es obvio? Tengo que mantenerte viva para mi.
— Oh... ¿Como quieres que sepa si no veo nada?
El esqueleto miro tus gafas rotas y luego a ti. Sintió algo en su alma, culpa tal vez, o, arrepentimiento de haberlas roto. No, a lo mejor era el sueño.
Éste se acercó a ti para liberar tus brazos de las sogas, notó que habías forcejeado tanto que tus brazos ya estaban rojos por el esfuerzo, las sogas tenían manchas de sangre seca.
— No me importa, come, iré a dormir un rato. Y si intentas escapar no podrás. Está todo cerrado. — Una sonrisa burlona apareció en el rostro del esqueleto al ver tu estado. — Aparte, estamos en un lugar que no conoces en nada.
Lo miraste achinando los ojos, buscaste tus gafas rotas estirandote un poco, te las colocaste, al menos veías un poco más que antes. Tu secuestrador se acostó en un sofá que había detrás de una pared, no podías verlo pero si escuchar sus ronquidos.
Lo primero que hiciste fue limpiar tu cara por el semen del esqueleto que anteriormente había esparcido por tu cara, luego bebiste un poco de agua del baso que había en una esquina de la bandeja para quitar un poco el sabor amargo. Tomaste la rebanada del sándwich y le diste un mordisco, no estaba tan mal después de todo, solo un poco quemado, pero eso era todo. Eso te quitaba ese sabor de la boca.
Los ronquidos del monstruo eran molestos, con cualquier ruido no parecía despertar, ya que sin querer moviste el vaso, que ahora estaba vacío cayéndose al suelo, y junto con el eco resonó por aquella pequeña habitación casi sin luz. No querías despertarlo, quien sabe que haría si pasase eso.
Tu vista fue dirigida hacia algo, te llamaron la atención unas fotos que colgaban de la pared a tu izquierda, estaban algo lejos pero podías llegar a divisar algunas. Intentaste desatar las cuerdas que apretaban tus tobillos y parte de tus piernas, apretaban bastante pero se notaba que no estaba bien hecha, ya que fue fácil desatar ambas, sobaste tus adoloridas piernas, y sin hacer mucho ruido, por las dudas si se levantaba el esqueleto, te acercaste lentamente a aquellas fotos para verlas mejor, llegando hasta donde podías por culpa del collar.
— ¿Qué es esto?
Dices abrazandote a ti misma, tapando tu cuerpo por un escalofrío que recorrió tu espalda. Las fotos mostraban a un par de chicas, caminado, sentadas, con otras personas, hasta dentro de sus casas. En una de esas fotos estabas tú cambiadote de ropa en tu habitación, parecía que se había metido a tu casa, ya que estaba tomada desde abajo de la cama.
— ¿Estaba debajo de mi cama? — Tus ojos se abrieron como platos al pensar cuantas veces había entrado así a tu casa. — ¿Dónde más sacó fotos?
Pensabas en cómo y cuando hizo eso, trataste de encontrar otra foto tuya encontrando un par de estas encima de la mesa de trabajo que había en frente tuyo. Estirarse como pudiste tu brazo para alcanzarlas, tomaste las que habían, que eran dos o tres y parecían ser de hace una semana o menos, otro escalofrío te hizo estremecer.
Tardaste unos minutos en analizar lo que pasaba, no eras solo tú, sino varias chicas a las que acosaba sin que ellas lo supieran. Esto ya te empezaba asustar mas de lo normal en una situación como esta. Quisiste buscar mas fotos de aquellas chicas para saber si por lo menos seguían vivas, y pensar si saldrías viva o no de aquí empeoraba todo. Acomodaste tus gafas que estaban algo caídas hacia abajo para ver mejor. Un aire frío recorrió tu oído, haciendo que las fotos que tenias en las manos cayeran al suelo y tu mirada se dirigiera hacia arriba, mirando siempre al frente.
— ¿Qué crees que haces?
La voz ronca de recién levantado del esqueleto resonó por la habitación. Una gota de sudor frío recorrió tu frente al sentir su fría mano tocar tu hombro, no respondiste nada y solo te dedicaste a quedarte ahí parada con los ojos cerrados.
Sentiste un suspiro en tu cuello y uno de sus dedos pasar por tu espalda haciéndote pasar mas frío, luego de eso algo te cubrió, abriste poco a poco tus ojos, mirando tus hombros, una manta beige te cubría.
— ¿Eh?
— No deberías la estar así sin esto.
Anteriormente te había dejado la manta que ahora tienes puesta a un lado tuyo, pero no te habías percatado de ésta.
— Lo siento...
Te tapaste mejor y seguiste mirando al frente con temor de que te hiciera algo mas, aparte de lastimar tus piernas y muñecas con una soga y acalambrar tu boca.
Una pequeña risa salió de los dientes del esqueleto, empezando a tocar tu cuerpo por entre la abrigadora tela que llevabas puesta.
— Te llamaron la atención las fotos ¿eh? Pues te diré algo; Algunas de ellas siguen vivas... Pero solo porque las salvaron, las otras, bueno, supongo que ya sabrás eso.
— ¿Tu.. Las mataste?
Tu voz era temblorosa.
— No, yo no. Simplemente no me hicieron caso, y las dejé fuera de este lugar como castigo, y ahí murieron lentamente por la fría nieve. Así que yo no les hice nada, fueron ellas quienes no fueron obedientes. — Tragaste saliva en seco. — Pero tú lo serás ¿verdad?
Su mano acariciaba tu cabello lentamente mientras con su magia atraía un par de fotos que estaban debajo de una hoja. En estas habían varias chicas sentadas en la nieve contra una pared, ellas estaban congeladas, sus ojos cerrados, su cabello parecía haber estado mojado, puesto que se veía que era mas hielo que eso, cabello, tampoco llevaban ropa, pero casi todas estaban abrazando sus piernas, tapando todo.
— ¿No querrás unirte y ser las sexta?
— N-no quiero.
— ¿Segura? — Asentiste con la cabeza. — Que bien. — Dejó nuevamente las fotos donde estaban mas las que estaban tiradas en el suelo, tomado la correa que te sugetaba a la pared y jalando tu cuerpo hacia atrás. — Ahora se buena chica y quedate aquí. — Te sentó en unos trapos que estaban en el suelo, parecía una cucha para perros. — Ya vuelvo, olvidé hacer unas...cosas.
Luego de eso ya no lo viste más, había desaparecido de la nada, usando su teletransporte para ir al lugar que debía ir.
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I love you, I miss you→【UF!Sans x lectora】
FanfictionLos monstruos de underfell ya han sido liberados del subsuelo. Algunos no se lograron adaptar al estar cerca de los humanos que los aprisionaron allí abajo, así que volvieron a donde vivieron por mucho tiempo, pero causando estragos en la superficie...