Capítulo 7: Bienvenidos a esta locura

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Su camino no duro mucho al saber perfectamente ahora por donde cruzar, era raro que no estuviera la espinosaurio y que no hayan sido atacados, lo sentían tan incómodo, que le pensar en volver a casa y saber que los dinosaurios jamás los volverían a atacar, era un pensamiento difícil que fue interrumpido por escuchar el aire cortandose y ver grandes sombras sobre encima de ellos.

Kenji: ¿escuchaste eso?

Ben: ¿tú viste eso?

Se preguntaron mutuamente quedándose quietos viéndose fijamente, los chicos alzaron la mirada hacia el cielo visualizando grandes criaturas que lo surcaban, 2 de ellas bajaron a gran velocidad separando por un momento a los chicos.

Kenji rodó un poco lejos y tomó algunas grandes rocas que empezó a aventar casi de inmediato, Ben por otra parte reto al maldito animal que muchas veces le hizo daño y que era parte de sus pesadillas; comenzó a retroceder sólo para aventarse en esta criatura y clavarle una roca filosa que ya guardaba en su riñonera, lo clavó en el cuerpo, el dinosaurio se alzó al cielo girando para hacer caer al chico hasta que lo logró, sin embargo no cayó, los demás lo empezaron a jugar en el aire mientras trataba de hacer que lo soltaran de una vez, pero esta vez sus brazos se llenaban de rasguños y estaba sangrando, algunas rocas comenzaron a chocar en los cuerpos de los pteranodones que los hacia tanto huir como caer, y el que llevaba a Ben cayó en el suelo arrastrándose junto a él hasta soltarlo, Kenji era quien había aventado las rocas con impulso de una madera que encontró cerca, mientras corría para alejar al pteranodon y se alejara volando nuevamente junto a su demás compañía.

Kenji: ¡¡Ben!!....¿estas bien?-  le preguntó mientras corría para acercarse a el al verlo sentado por completo en el suelo sin decir o hacer algo.

Su contrario no reaccionó durante los primeros segundos, hasta que empezó a sentir como sus ojos se llenaron de lágrimas y su corazón daba un vuelco enorme.

Ben: !!no; no lo estoy!! - le gritó cubriéndose los ojos sin parar las lágrimas.

Kenji: oye tranquilo, sólo era una pregunta.- hablo acercándose a el.

Ben: ¡¿te parece que puedo estar tranquilo?!, ¡¿a caso tu estas condenado a que un maldito pteranodon te quiera alzar por los cielos?!, noOo!!, ... estoy harto!!... tengo...tengo miedo - soltó en llanto un poco más bajo mientras se hundía la voz hasta el final- ustedes SI pueden tener miedo y nadie les dirá nada, sólo piensan en Ben el salvaje y su gran valentía, creí que si comprimia mis miedos sólo para mi...nadie tendría que preocuparse por mi y no sería una carga.

El mayor simplemente no podía parar de escuchar el terror de su amigo, hizo que lo abrazara  mientras este trataba de no descubrirse la cara, froto sus manos en los hombros contrarios tratando de demostrar apoyo que se capto al instante.

Kenji: para mi sigues siendo Ben, un chico precavido y listo, no necesitas demostrarle nada a nadie,si eres valiente, esta bien- hablo con positivismo mientras alzaba su rostro del contrario para que lo viera- si tienes miedo... también esta bien; somos seres humanos Ben y el mejor remedio siempre sera compartir lo que te hace mal a alguien que te escuché.

Ben: ja!... y tu desde cuando te volviste experto en sentimientos?

Kenji: pues creo que desde hace como unos minutos cuando uno de mis mejores amigos comienza a llorar.

Ben: pues prepárate para sufrir por que ahora te contare todos mis problemas 

Ben se levanto rápido y empujo a Kenji en forma de juego en el mismo instante comenzando a correr, este comenzó a seguirle mientras buscaban a la cría de dientes de sable, no era fácil vivir, y era algo que ellos ya sabían, pero seguro se resolvería en algún punto

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