Capítulo 11

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No podía darles a mis padres una explicación cuando volví adentro para agarrar las llaves. Se disculparon, sintiéndose mal por las bromas que realizaron, pensando que hicieron algo incorrecto, pero ni siquiera tuve el valor para asegurarles que no fueron el problema. No podía hacerlo, porque ni siquiera sé cuál es el problema. Sin embargo, estaré maldita si no lo descubro esta noche. En este mismo momento. Coloco el auto en el estacionamiento y apago el motor, aliviada de ver su auto aparcado en el camino de entrada. Salgo y cierro de golpe la puerta, luego me dirijo a la entrada principal. Antes de llegar hasta el porche frontal, me desvío al costado de la casa. Sé, por la manera que dejó mi casa hace unos minutos, que no hay forma de que hubiera pasado por la puerta principal. Debió haber tomado la ventana. Llego a su habitación y la ventana está cerrada, al igual que las cortinas. El cuarto está oscuro, pero sé que está adentro. Golpear no hará ningún bien, así que ni siquiera me molesto. Empujo la ventana hacia arriba, luego deslizo las cortinas al lado.-Camila -digo con firmeza-, voy a respetar tu regla de la ventana, pero es muy difícil justo ahora. Tenemos que hablar. Nada. No dice nada. Sin embargo, sé que está en su cuarto. Puedo escucharla llorar, pero apenas.-Voy al parque. Quiero que me encuentres ahí, ¿de acuerdo? Varios minutos de silencio pasan antes de que responda. -Lauren, vea casa. Por favor. -Su voz es suavey débil, pero el mensaje detrás de esa voz triste y angelical es como una puñalada para mi corazón. Me alejo de la ventana, luego pateo el costado de la casa con frustración. O ira. O tristeza o... mierda. Todo eso. Me recuesto en la ventana, sujetándome del marco. -¡Encuéntrame en el maldito parque, Camila! -digo fuerte. Mi voz suena irritada. Estoy enfadada. Está enojándome muchísimo-. No hacemos este tipo de cosas. No juegas esos juegos. Me debes una puta explicación. Me aparto de la ventana y vuelvo a caminar hasta mi auto. Alcanzo dos metros antes de que mis palmas estén pasando por mi rostro, deseando poder dar un puñetazo al aire en frente de mí. Dejo de caminar, deteniéndome por varios minutos mientras busco algo de paciencia. Sé que está aquí, en algún lugar. Camino de vuelta a la ventana y odioque ahora esté llorando mucho más fuerte, a pesar de que está tratando de contener los sonidos con la almohada.-Escucha, nena -le digo con tranquilidad-, lo siento por maldecir. Y decir puta. No debería maldecir cuando estoy disgustada, pero... - Inhalo una profunda respiración-. Pero maldición, Camila. Por favor. Por favor, sólo encuéntrame en el parque. Si no estás allí en media hora, he terminado. Tuve suficiente de esta mierda con Val y no voy a pasar por esto nuevamente. Giro para irme y hacer todo el camino a mi auto esta vez, antes de pausar y patear el suelo. Camino hasta la ventana de nuevo. -No hablaba en serio cuando dije que estaría terminando si no te presentas. Si no quieres ir al parque, todavía querré estar contigo. Sólo estaré triste porque no vayas. Porque enfrentamos las cosas, Camila. Eso es lo que hacemos. Así somos tú y yo, nena.
Espero una respuesta por mucho más tiempo del que necesito. Nuncalo hace, así que vuelvo a mi auto y subo, luego me dirijo al parque, deseando que aparezca. Veintisiete minutos pasan antes de que su auto finalmente estacione en un lugar del aparcamiento. No estoy sorprendida de que se presente. Sabía que lo haría. Su reacción era atípica y sé que sólo necesitaba tiempo para asimilar todo. La observo mientras lentamente camina hacia mí, ni una vez levantando la mirada. Mantiene los ojos dirigidos al suelo todo el tiempo hasta que me pasa. Se hunde en el columpio al lado del mío y agarra las cadenas, luego apoya la cabeza contra su brazo. Espero a que hable primero, sabiendo que probablemente no lo hará. No lo hace. Paso las manos por arriba de la cadena hasta que están por la cima de mi cabeza, luego me apoyo en el brazo y reflejo su posición. Ambas estamos mirando en silencio a la noche oscura en frente de nosotras.-Después que me dejaste ese día -le digo-, no me sentía segura de lo que querías que hiciera. Me pregunté si también pensaste en mí y si cambiaste de opinión. Si tal vez querías que intentara algo y te encontrara. Inclino la cabeza para mirarla. Su cabello está puesto detrás de las orejas y los ojos están cerrados. Incluso con los ojos cerrados puedo ver el dolor en sus rasgos.-Por días me pregunté si eso es lo que querías de mí. Esperé y esperé para que regresaras, pero nunca lo hiciste. Sé que ambas dijimos que sería mejor salir sin saber quién era la otra, pero honestamente, eras todo en lo que podía pensar. Quería que regresaras tan jodidamente mucho que pasé cada quinto periodo en ese maldito armario por el resto del semestre. El último día de escuela fue el peor de todos. Cuando la campana sonó y tuve que salir de ese armario por última vez, fue absolutamente horrible. Muchísimo. Me sentí como una idiota por estar tan consumida pensando en ti. Cuando conocí a Val, me obligué a avanzar con ella porque ayudaba muchísimo a no pensar en ese maldito armario.Giro el columpio hasta que estoy enfrentándola. -Me gustas, Camila. Mucho. Y sé que todo esto suena unpoco raro o loco, pero fingir hacerte el amor ese día fue lo más cercano y real que he estado de amar a alguien hasta ahora. Giro mi columpio para mirar adelante otra vez, luego me pongo de pie. Camino y me arrodillo delante de ella, después envuelvo los brazos alrededor de su cintura. Levanto la mirada y veo el destello de dolor por su rostro cuando la toco. -Camila. No dejes que lo que sucedió entre nosotras se convierta en algo negativo. Por favor. Porque ese día fue uno de los mejores días de mi vida. De hecho, fue el mejor día de mi vida. Levanta la cabeza lejos del brazo y abre los ojos, luego me mira fijamente. Las lágrimas están resbalando por su rostro. Rompe mi maldito corazón.-Lauren -susurra a través de las lágrimas. Aprieta los ojos y gira la cabeza como si no pudiera mirarme-. Ese mismo día yo...-sus rasgos cambian a una expresión de disgusto y dolor-. Fui violada y... quedé embarazada.
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A veces cuando estoy casi dormida, oigo algo que me lleva de nuevo a unestado de alerta máxima, escucho con atención, preguntándome si realmente escuché un sonido o si essólo mi imaginación jugando conmigo. Aguanto la respiración, me mantengo quieta y sólo escucho en silencio. Estoy callada. Estoy quieta. Conteniendo la respiración. Estoy escuchando. Estoy concentrándome realmente duro mientras descanso la cabeza sobre sus muslos. No sé cuándo bajé hasta aquí, pero mis manos todavía están agarrando su cintura. Estoy tratando de averiguar si esas palabras golpearán y noquearán por completo mi corazón de nuevo, como si fuera un saco de boxeo, o sifue sólo mi imaginación. Dios, espero que fuera mi imaginación. Una lágrima que acaba de caer de sus ojos, golpea en mi mejilla. Esa noche salí a dar una vuelta por el parque, estaba vacío... entonces, un hombre me cubrió la boca, estaba con una chica joven y... lo hizo-dice, su voz recubierta y surcada por el dolor y la vergüenza-. cuando él acabo ella me tomó del rostro y susurró: "¿Que te pareció eso, pequeña y sucia Cenicienta?" Entonces yo pensé que eras tú yo... lo siento tanto. En mi cabeza, estoy contando hacia atrás. Contando los días, las semanas y los meses, tratando de dar sentido a lo que está diciendo, porque es obvio que ahora no está embarazada. Mi mente sigue revuelta, calculando números, borrando errores y calculando más números. Estuvo en Italia durante casi siete meses. Siete meses allí, tres meses antes de irse y un mes desde que regresó. Eso es casi un año. Mi mente duele. Me duele todo.-No sabía qué hacer -dice-. No lo podía criar sola. Tenía apenas dieciocho cuando me enteré, así que...Inmediatamente me levanto y miro su cara. -¿Él? -le pregunto, sacudiendo la cabeza-. ¿Cómo pensaste que yo...? -Cierro los ojos y exhalo un gran respiro, luego, libero mis manos de su cintura. Me levanto y me doy la vuelta, caminando de un lado a otro, absorbiendo todo lo que está pasando.-No lo sé, debió oírme decir Cenicienta cuando pensaba envoz alta sobre, tu sabes.-Camila -digo, sacudiendo la cabeza-, yo no... estás diciendo... - Hago una pausa y luego volteo y la encaro-. Yo nunca haría eso en mi vida No estaras dudand...-No sabía qué hacer, Lauren, no te conocía estaba muy asustada. Mi mente da vueltas en ese momento, quiero preguntarle tantas cosas que serían duras para ella y no debería, pero necesito saber esto. -Entonces... abortaste? Está llorando otra vez. Sollozando, incluso. Diablos, no sé si alguna vez se detuvo y asiente como si fuera doloroso hacerlo. Se pone de pie y camina hacia mí, entonces coloca sus manos con delicadeza en mis mejillas. Llevo mis manos a las de ella y las aparto de mi cara. -No -le digo, mientras siento el resentimiento construyéndose en mí, ¿Como puede ser que me haya creído capaz de eso? -¿Porqué no me buscaste y lo preguntabas? ¿Cómo pudiste asumir que yo te haría algo así? Ni siquiera conocía tu rostro! Agarra mi camisa en sus puños, sacudiendo la cabeza, deseando que vea su lado de las cosas. -Lauren, ¡es lo que estoy tratando de decirte! ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Esperabas que pusiera volantes en todo el colegio pidiendo información sobre quién me jodió en el armario de mantenimiento? y luego que te encontrara te dijera "Oh Lauren de casualidad fuiste la mujer que se burlaba de mi mientras un hombre me violaba en el jodido parque detrás de unos arbustos como un sucio animal?"La miro directamente a los ojos. -Sí-digo en voz baja. Da un paso atrás, por lo que doy un paso adelante. -¡Sí, Camila! ¡Eso es exactamente lo que habría esperado que hicieras, debiste haberlos pegado por todas partes en los pasillos, emitido por la radio, publicado en el maldito periódico! Mi mano cubre mi mejilla un segundo después de que me abofetea. Y en ese momento me doy cuenta de lo estúpida e egoísta que me estaba comportando. El dolor en sus ojos ni siquiera está cerca de igualar el dolor de mi corazón, así que no me siento mal por haber dicho lo que dije. Incluso cuando comienza a llorar más fuerte de lo que pensé que la gente era capaz de llorar. Corre de nuevo a su coche. La dejo ir. Camino de vuelta al columpio y me siento. Puta vida. Maldita vida.
Yo: ¿Dónde estás?
Jeremy: Acabo de dejar la casa de Teresa. Casi en casa. ¿Qué pasa?
Yo: Voy a estar allí en cinco minutos.
Jeremy: ¿Está todo bien?
Yo: Nop.
Cinco minutos más, tarde Jeremy está de pie en su acera esperándome. Estaciono en el lado de su calle y abre la puerta del pasajero, luego sube dentro. Estaciono mi coche en el aparcamiento y subo mi pie en el tablero, luego miro por mi ventana. Estoy sorprendida de lo molesta que estoy, incluso estoy sorprendida de lo triste que estoy. No sé cómo separar todo lo que estoy sintiendo, estoy enojada por no estar allí para ayudarla. Estoy triste porque... demonios. Estoy triste porque estoy tan enojada con las personas que la hicieron pasar por eso. Estoy triste por tener que saber algo tan abrumador y que no haya ninguna maldita cosa que pueda hacer al respecto ahora, incluso si quisiera. Estoy triste porque estoy aquí sentada en un auto estacionado y estoy a punto de quebrarme frente ami mejor amigo y realmente no quiero hacer eso, pero ya es demasiado tarde. Golpeo el volante al segundo que empiezo a llorar, lo golpeo varias veces, una y otra vez, hasta que el coche comienza a cerrarse alrededor de mí y necesito salir como el infierno de él. Abro la puerta y salgo, doy la vuelta y pateo los neumáticos, lo hago una y otra vez hasta que mi pie comienza a entumecerse, luego me derrumbo en el capó con los codos. Presiono mi frente contra el frío metal del coche y me concentro en enterrar laira.
No fue su culpa.
No fue su culpa.
No fue su culpa.
Cuando por fin me calmo lo suficiente como para volver al coche, Jeremy está sentado tranquilamente en el asiento del copiloto, observándome con atención.-¿Quieres hablar de ello? -me pregunta. Niego con la cabeza. -No. Asiente. Probablemente aliviado de que no quiera hablar de eso. -¿Qué quieres hacer? -pregunta. Envuelvo los dedos alrededor del volante y enciendo el coche. -No me importa lo que hagamos.-A mí tampoco. Pongo el coche en marcha.-Podríamos ir a casa de Normani a ver alguna película-sugiere. Asiento y luego empiezo a conducir hacia la casa de Normani. -Será jodidamente mejor que no le digas que lloré.
***
-No te ves bien -dice Jeremy, apoyándose contra el casillero juntoal mío-. ¿Siquiera dormiste anoche? Sacudo la cabeza. Claro que no dormí. ¿Cómo diablos podría dormir? Sé que ella no está durmiendo, así que de ninguna manera yo podría dormirme.-¿Vas a decirme que ocurre? -pregunta. Cierro mi casillero, pero mantengo mi mano en él mientras bajo la mirada al suelo e inhalo lentamente.-No. Sé que normalmente te cuento todo, pero no esto, Jeremy. Golpea la taquilla de al lado un par de veces con su puño, luego se aparta. -Camila tampoco le ha dicho nada a Teresa. No sé lo que pasó, pero... - Me mira hasta que hago contacto visual con él-. Me gustas para ella. Sólo soluciónalo, Lauren.Se marcha y cierro por completo mi casillero. Espero un par de minutos más de los necesarios porque mi siguiente clase es cerca del pasillo donde está la taquilla de Camila. No la he visto desde que se fue del parque anoche y no estoy segura dequerer verla por la vergüenza de mi actitud. No estoy segura de nada. Tengo tantas preguntas que hacerle,pero sólo pensar en decirlas en voz alta hace que mi pecho duela tanto que no puedo respirar. Después de que suena la última campana, decido ir a mi siguiente clase. Hoy me debatí entre quedarme en casa o venir a la escuela, pero pensé que sería peor quedarme en mi habitación pensando sobre ello todo el día. Prefiero estar preocupada por qué momento en el día puedo toparme con ella.O quizás, supuse que debía enfrentarme a ella hoy, porque tan pronto como doblo la esquina, mis ojos se posan en ella. Me detengo silenciosamente y la observo. Es la única en el pasillo. Sigue de pie allí, frente a su casillero. Quiero irme antes de que me vea, pero no puedo dejar de mirarla. Todas sus expresiones me rompen el corazón y quiero correr hasta ella y abrazarla, pero... no puedo. Quiero gritarle y abrazarla y besarla y culparla por cada extraña emoción que he sentido últimamente y que no he podido procesar. Suspiro pesadamente y ella se vuelve a mirarme. Estoy lo suficientemente lejos para no poder escuchar su llanto, pero lo suficientemente cerca para poder ver sus lágrimas. Ninguna de las dosse mueve. Nos miramos fijamente. Pasan varios segundos y puedo ver que espera que yo diga algo. Me aclaro la garganta y comienzo a caminar hacia ella. Cuanto más me acerco, más audible es su suave llanto. Cuando avanzo unos cinco metros, me detengo. Cuanto más cerca estoy de ella, más duro me es respirar.-¿Él es...? -Cierro los ojos y tomo una respiración para relajarme, luego los abro de nuevo para reunir fuerzas y terminar la oración con losojos sin emoción-. ¿Cuándo hablaste sobre el chico que rompió tu corazón en Italia... te estás refiriendo a él, verdad? ¿Al bebé? Apenas puedo ver el movimiento de su cabeza cuando confirma mis pensamientos. Cierro los ojos con fuerza y echo mi cabeza hacia atrás. No sabía que el corazón pudiera doler tanto como ahora. Esto duele demasiado, quiero abrirme el pecho y sacarlo para nunca sentir esto otravez. No puedo hacer esto. No aquí. No podemos quedarnos en el pasillo de la escuela y tener esta discusión. Me doy la vuelta antes de abrir los ojos, así no tengo que ver su mirada otra vez. Camino directo a mi salón de clases y abro la puerta, luego entro sin mirar atrás.

Mi Cenicienta - Camren FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora