—Llegas tarde —dice Camila, cuando aparece en su puerta principal. Sale de su casa de espaldas a mí, introduciendo su llave en la cerradura.
—¿No quieres que conozca a tus padres? —le digo, preguntándome por qué está bloqueando la puerta a estas horas de la noche. Se da la vuelta y me enfrenta.
—Son viejos. Cenaron hace como diez horas y se fueron a la cama a las siete.
Café. Sus ojos son de color café.
Mierda, es bonita. Su pelo es un poco más claro de lo que pensé que era la última noche en la habitación de Teresa. Su piel es impecable. Es como si fuera la misma chica de anoche, sólo que ahora está en alta definición. Y tenía razón. Realmente se ve como un maldito ángel.
Da un paso fuera del camino y cierro la puerta de la pantalla, sin poder apartar los ojos de ella. —De hecho, llegué temprano —digo finalmente en respuesta a su primer comentario—. Jeremy dejo a Teresa en su casa y te juro que les tomó media hora despedirse. Tuve que esperar hasta que la costa estuviera despejada.
Desliza la llave de su casa en su bolsillo de atrás y asiente. —¿Lista? La veo de arriba abajo. —¿Olvidaste tu bolso?
Niega con la cabeza. —Nop. Odio los bolsos. —Acaricia su bolsillo trasero—. Todo lo que necesito es la llave de mi casa. No me molesté en traer dinero ya que esta cita fue tu idea. Tú pagarás, ¿cierto?
Guau. Retrocede. Evaluemos los últimos treinta segundos, ¿de acuerdo?
Odia los bolsos. Eso quiere decir que no trae maquillaje. Lo que significa que no se estará aplicando constantemente como hace Val. También significa que no está escondiendo un galón de perfume en cualquier lugar de su cuerpo. Y también significa que no tiene planes en absoluto de ofrecerse a pagar su mitad de la cena, lo que parece un poco anticuado, pero por alguna razón me gusta.
—Me encanta que no lleves un bolso —le digo.
—Me encanta que tampoco lleves uno —dice, con una carcajada.
—Lo hago. Está en mi coche —le digo, empujando mi cabeza hacia mi coche.
Se ríe de nuevo y comienza a caminar hacia las escaleras del porche. Hago lo mismo hasta que veo a Teresa de pie en su habitación con la ventana abierta. Inmediatamente agarro a Camila de los hombros y tiro de ella hasta que nuestras espaldas están planas contra la puerta principal. —Puedes ver la ventana de Teresa desde el patio delantero. Nos verá.
Camila me mira fijamente. —Te estás tomando en serio esa orden de fuera de los límites —dice en voz baja.
—Tengo que hacerlo —le susurro—. Jeremy no bromea cuando me prohíbe salir en citas.
Arquea una ceja curiosa. —¿Jeremy usualmente te dice con quién puedes y no puedes salir?
—No. En realidad tú eres la primera.
Se ríe. —¿Entonces cómo sabes que se enojará de verdad por esto?
Me encojo de hombros. —En realidad no lo sé. Pero la idea de esconderme de él, parece bastante divertida. ¿No es un poco más emocionante para ti ocultarle esta cita a Teresa?
—Sí —dice, encogiéndose de hombros—, supongo que lo es.
Nuestras espaldas todavía se presionan contra la puerta y por alguna razón todavía estamos susurrando. No es como si Teresa nos pudiera oír desde aquí, pero otra vez, el susurro hace que sea más divertido. Y me gusta el sonido de la voz de Camila cuando susurra.
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Mi Cenicienta - Camren Fanfic
RomanceUn casual encuentro en la oscuridad conduce a Lauren, y a la chica que se tropieza contra ella a profesar su amor la una por la otra. Pero este amor viene con condiciones: ambas se ponen de acuerdo en que sólo durará una hora y que será dejado la im...