𝗧 𝗥 𝗘 𝗦

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El sol comenzaba a salir y los rayos de filtraban de la ventana hacia los ojos de Mikazuki, haciendo que ruede en su futón sin embargo su cuervo Sakura, la hizo despertarse por completo

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El sol comenzaba a salir y los rayos de filtraban de la ventana hacia los ojos de Mikazuki, haciendo que ruede en su futón sin embargo su cuervo Sakura, la hizo despertarse por completo

— ¡Al noroeste! ¡Al noroeste! ¡Tus compañeros te esperan!

Con mucha pesadez se tuvo que levantar y arreglarse para salir a su próxima misión.

Ya con su uniforme, aseada y con el estómago lleno, salió de su hogar mientras se despedía de los lobos.

— Recuerden, estarán bien. Solo cuídense, se que son muy fuertes.

Cada mañana que salía les repetía lo mismo, se acercó a cada uno de los 16 lobos que formaban la manada.
Cómo un pequeño ritual, juntaba su frente con la de los animales para posteriormente arreglar el collar que tenían, en el cual tenían un pequeño medallón* con glicinias dentro.

Tras terminar su despedida paso rápidamente hacia la finca de su maestra y se fue al noroeste.

En camino hacia su nueva misión se preguntaba quienes serían sus compañeros.

Ya casi en su destino, vió a unos 5 metros,u na muchacha aproximadamente de 11 años jugando con un niño de 7 años.

Esa escena de los niños desconocidos, le trajo nostalgia. Sus pensamientos de aquellos días felices se vieron interrumpidos por unos pasos atrás de ella.

Cuando giro vio a un chico que se le hizo conocido.

— Supongo que estamos destinados a volvernos a encontrar, Murata —la peli blanca habló con una suave sonrisa.

— ¿¡Tu eres mi compañera!? —mencionó exaltado el pelinegro pero a su vez feliz de volverse a encontrar a Mikazuki.

— ¿No te agrada?

— Bueno, no se trata de eso... —una tercera voz se unió a la pequeña conversación que estaban teniendo.

— Debemos ir ya hacía la misión —un chico alto de cabello negro rapado al costado con una cicatriz de la mejilla hasta la nariz fue quien interrumpió. Estaba dándoles la espalda, no quería que se extendiera la misión.

Unos 5 pasos dió para que una chica lo bombardeara de preguntas.

— ¡Genya! —exclamó la fémina con alegría y abrazándolo por la espalda— ¡Han pasado mucho desde la última vez que nos vimos! ¿Cuánto paso? ¿6 meses? ¿Dónde habías estado?

El chico alto se sobresaltó al escuchar esa voz al igual que el abrazo y empezó a caminar más rápido, ignorando las preguntas con una mueca de cansancio y tratando de sacarsela de encima.

— ¡Oye! No te he visto desde hace 6 meses ¿No te alegras ni un poco de verme? —le reprochaba mientras trataba de seguirle el paso— ¡Genya!

A pesar que la chica era callada y sería la mayor parte del tiempo cada que se encontraba al hermano del pilar del viento, se alegraba y su personalidad cambiaba a una más alegre y extrovertida.

𝑴𝑶𝑶𝑵𝑳𝑰𝑮𝑯𝑻 𝑺𝑼𝑵𝑹𝑰𝑺𝑬 ━━━━ 𝗆𝗎𝗋𝖺𝗍𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora