El Reino Gatuno

El príncipe

-Oye puedo preguntarte algo?-

-Claro-

-Porque no te pareces en nada a tu padre? ni siquiera en el rostro-

-Eso es una idiotez soy igual que mi padre-

-Pues, ni te pareces -

-Dije que me parezco! ya no hablaré más te casaras conmigo cuando tenga los preparativos y punto-

-No lo haré!-

-Harás lo que yo te ordene porque en este reino gobierno yo y mi padre-dijo llevándome en brazos hasta el castillo.

Aquel gato había cambiado tan de repente a un gato desagradable, lo que no entendía es porque se puso así por una simple pregunta no lo entendía, me cogió del brazo y me llevo al castillo donde me encerró en una alta habitación donde podía ver todo el reino.

-A media noche vendré a buscarte tienes prohibido salir de tu habitación y a partir de ahora te llamaras chise-

-Vaya nombre mas feo!-

-Como sigas así te irá peor!-Dijo mientras pegaba un portazo.

Solo quería ir con Haru no quería seguir aquí esto se había vuelto tan oscuro, me quedé en aquella ventana esperando ha que la noche cayera, cuando la luna se hizo presente, sentí la puerta abrirse y vi a ese gato estúpido entrar por la puerta:

-Vamos, es la hora del baile-Dijo apresurandome al vestidor.

-¿Que baile y porque me traes aquí?-

-Rápido, ponte este vestido cosido por nuestros excelentes gatos reales-

-Es obvio que no me lo pondré delante tuya-

-Nose de que te sorprendes si luego en nuestra futura luna de miel seras mia-

-...-

-Me retiro para que te vistas estare esperando abajo esperándote persistentemente-

-Ok-dije nerviosa.

Tarde unos minutos en hacerme entrar en aquel vestido puesto que era sumamente apretado, hasta que porfin lo logre, salir de aquel cuarto tan deprimente y comencé a bajar escaleras sin cesar hasta que por fin pude  ver a varios gatos vestidos en traje portando máscaras faciales :

-Estas preciosa-Dijo agarrandome la mano con un ligero gesto aquel gato.

-G..Gracias-dije avergonzada y algo sonrojada.

-toma ponte esta máscara-

-Porque?-

-Bueno, es un baile con máscaras aquí no podremos ver la identidad del resto así que venga-

Cogí la delicada máscara hecha de una tela muy fina y la coloque en mis ojos:

-Bien, ¡que toquen la música!-dijo mientras me invitaba a bailar con el.

Todos los gatos que habían me miraban como si estuviesen prendados de mi belleza era asombroso, bailaba con él al compás de la música mientras sonaba sin parar, sentí una mano agarrar mi cintura y apartarme de aquel gato:

-Hola, bella dama permitame bailar con usted-Dijo aquel gato con unos ojos verdes algo familiares.

-¿Quién es usted?-

-Quien sabe-Dijo guiñandome un ojo mientras daba vueltas sobre sus brazos y me llevaba al ritmo de la música.

-Oye! me as quitado a mi esposa!-Dijo el príncipe.