El extraño gato

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Aquel dia que mi abuela fallecio mis padres se pelearon, yo tan solo tenía 5 años cuando se divorciaron, era una situación difícil para mí pues tan solo era una niña pero, intento alejarme de esos malos pensamientos, lo único que me mantiene feliz es el único recuerdo que conservo de mi abuela el collar.Recuerdo todas las historias que me contaba sobre los gatos historias que ha dia de hoy ya no creo, pues me seria muy dificil de creer ya que e crecido pero bueno, a veces tengo esa extraña sensación de que mi abuela sigue a mi lado.

-Shei vas a llegar tarde vístete-

-Eh, si mama ya voy-

-¿En qué estabas pensando? anda vístete y baja a desayunar-

-Si, ya bajo-

Me di prisa ya que si no perdería el bus, así que sin pensarlo me puse el collar que me dio mi abuela y el uniforme para después bajar, pero antes observe que tenia un mensaje de Hanna ella es mi amiga y me a defendido con la gente que se metia conmigo el mensaje decía:

-Oye Shei si quieres podemos ir después del insti a comer algo, ¿te apuntas?-

Bueno,al menos ella era la única que me hacía sentir bien.

-Hola, mama-

-¿Hola cariño, estas bien? tienes mala cara-

-Si, estoy bien-

Me duele tener que fingir delante de mi madre que estoy bien cuando en realidad no lo estoy pues con todo lo que he tenido que vivir no se olvida de un dia para otro.

-bueno adios mama te quiero-

-Adiós  cariño te quiero, mua-

Nada más abrir la puerta vi a mi amiga Hanna para esperándome con una sonrisa que nunca le había visto.

-¿Muy buenos dias Shei que tal estas?-

-Bien-Dije desviando la mirada seria a otro lado.

-¿Oye, porque me apartas la mirada?-

-Por nada-

-Vamos te conozco desde que eramos niñas estas enfada-

-No es tan solo porque no puedes dejar de fingir-

-¿Fingir?-

-No te hagas la tonta finges estar feliz cuando yo estoy cuando en realidad estas preocupada por mi-

-Shei, es que lamento mucho lo de tu padr...-

-No digas la palabra no quiero volver a oírte hablar de ese señor-

-Pero shei es tu padre aunque te abandonase y fuera alcohólico seguirá siendo tu padre y siento mucho todo lo que te a pasado no quería herir tus sentimientos-

-Pues si de verdad te preocupas por mi dejarías de hablar de mi padre para no herir mis sentimientos-Dije con lagrimas en mi rostro mientras corría lejos de aquel lugar.

Sentí por un instante que mi vida no tenía sentido nadie podía parar de fingir que estaba feliz cuando a todos le daba pena mi vida, nunca más me niego a dar pena a alguien, mientras me secaba las lagrimas me senté en una pequeña fuente que había rodeada de árboles era un lugar lleno de paz y tranquilidad un lugar perfecto para huir de todos, mientras pasaban las horas, yo seguía allí sentada preguntándome si alguien me estaría buscando pero ya me da igual por un momento escuche la voz de mi abuela que me llamaba por mi nombre, fue entonces cuando me vino una visión de ella me decía:

-Mi niña que hermosa se ha hecho-Dijo con una gran sonrisa de amor verdadero.

-¡Abuela!-Dije con lágrimas entre sus brazos.

-Shh, ya paso mi pequeña Shei-

-Abuela tu fuistes la unica que me quería siempre me sonreías con felicidad de verdad, tu fuistes mi mas preciada reliquia y ahora que no estas te echo tanto de menos, no quiero que te vayas no me dejes-

-Siempre tendrás una pequeña parte de mi-

-¿El que abuela?

-el collar-

-Abuela, ¿pero que me quieres decir?-

-Tranquila, solo usalo cuando tu corazón  te lo pida y allí donde estés yo iré-Dijo mientras me guiñaba un ojo y sonreía.

-Pero que me quieres decir abuela?-

-Adios  mi pequeña Shei-dijo con una cálida sonrisa.

-¡¡No te vayas abuela!!-Dije con lágrimas mientras veía como mi abuela desaparecía entre los árboles.

-Abuela-Dije mientras agachaba la cabeza para secarme las lágrimas.

Por un momento me sentí bien, pude ver a mi abuela en aquella extraña fuente apartada de la civilización, era un lugar muy extraño.

alcé la vista al cielo sin darme cuenta de que ya había anochecido, las calles estaban inundadas de oscuridad lo único que iluminaba eran las farolas, mientras caminaba sentí una pequeña vibración en mi pantalón era Hanna me había escrito pero ya me daba igual pues no quería hablar con gente a la que le diera lastima, mientras observaba el móvil algo asustada pues eran altas horas de la noche, pude ver a lo lejos debajo de una lucecita una sombra el miedo me invadió.

 Hasta tal punto de no sentir mis piernas , cada paso que daba parecía tomar más forma aquella silueta de entre la oscuridad, se podía ver a un gato negro observandome desde una larga distancia, al percatarse aquel gato de que le estaba observando empezó a andar en mi dirección, comencé a alejarme pero parecía que aquel gato siniestro se estaba acercando más podía ver aquellos ojos verdes y afilados, eran perturbadores hasta tal punto de llegar a correr, por el miedo que sentía, giré una esquina gire la vista a mis espaldas y vi que había conseguido librarme de aquel gato siniestro pero por extraño que pareciese, sentía que aquellos ojos estaban todavía observando, porfin llegue a mi casa subí las escaleras y me acosté en mi habitación pensando en todo lo que me había pasado pues era difícil de asimilar solo esperaba que empezase el siguiente día pues tenía muchos planes que hacer.


Continuará...


El Reino GatunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora