Lista para amarte

Prólogo

Esta historia no comienza como una historia normal porque para entenderla es necesario comenzar desde cero.

Hace 3 años cuando tenía 15 , iba en mi último año de secundaria. Conocí a un chico en la escuela y cuando lo vi sentí que mi mundo giraba entorno a él. Transcurrió una semana y ya sabía que me gustaba y comenzó a acercarse a mi, terminamos siendo novios pero ese fue el primer paso que me llevaría a el peor error de mi vida.

El lunes cuando llegué a clases él ya me esperaba con un hermoso ramo de flores y yo sentía que con cada detalle me enamoraba más, que ilusa era. Yo lo amaba, porque si, lo amaba con toda mi alma hasta que descubrí la verdad detrás de su gran mentira.

-Hola Megan-saludo a mi mejor amiga-ella es peliroja como yo, de ojos verdes y siempre tiene una gran sonrisa dibujada en su rostro.

-Hola Laila-ella me corresponde el saludo con mucho ánimo.

-¿Vas a salir el viernes?-me pregunta.

-No se, es que mi a mi novio no lo gusta que salga de fiesta.

-Tienes que dejar de hacer lo que él quiera-me regaña-eres muy linda y buena y siento que él te está manipulando.

-Son ideas tuyas-le respondo.

-Chiquita no quiero que sufras por él, no te merece.

-Pero es que lo amo-le digo con los ojos llenos de lágrimas, aunque me duela, en algo tenía razón y ya estaba dándome cuenta de la verdad.

Hacía días que no veía a mi novio, no hablábamos como antes y todo lo que hacíamos era discutir. Se mantenía muy distante las pocas veces que nos veíamos y si lo llamaba casi siempre me mandaba a buzón.

Hace unos días había ido a verlo a su casa y vi a una chica saliendo de allí. Me hice la tonta y no le di mucha importancia pero al parecer mi amiga veía algo que yo no.

-Necesito que lo dejes y que empieces a pensar en ti, tu mereces más-me miró directamente a los ojos.

-No se que hacer sin él, lo es todo para mí y de seguro lo que te conté que vi en su casa era un mal entendido-no le di mucha importancia.

-Joder Laila ya deja de ser tan ciega, te está utilizando a su conveniencia por el dinero que tienes y no es justo para ti-ella siempre me hablaba con la verdad.

Es cierto, mi familia era millonaria y tenía mansiones por todo el mundo aunque yo prefería mantenerme en Inglaterra. Mi padre es el jefe de la mayor empresa de licores y por eso tenía tanto dinero. Yo vivo sin mi madre ya que ella murió cuando tan solo tenía ocho años debido a un tumor en el cerebro.

Decidí hacerle caso a mi amiga y hablar con mi novio para terminar con el porque aunque no quisiera me estaba utilizando. Ya basta de ser la niña perfecta y que todos me utilizen, estoy cansada de lo mismo siempre y se acabó, no voy a volver a dejar que me pisoteen.

Decidimos vernos en la tarde en un parque que quedaba cercano a mi casa, llegó muy puntual y eso me alegró,  así saldría más rápido de ese problema.

-¿Que pasa mi princesa?-me dijo en forma de saludo.

-Tenemos que hablar-dije acercándome a él-esto no puede seguir, lo siento, aquí lo terminamos.

-No puedes dejarme-se acercó peligrosamente a mí-to soy tu novio.

-No, tu solo eres un aprovechado que esperó el primer rastro de debilidad en mi para utilizarme-lo empujé lejos de mi.

-Estas equivocada Laila, nunca sería capaz de utilizarte-me dijo con seguridad.

-No seas tan cínico, esto solo es una estúpida mentira tuya y te juro que casi me la creo pero por suerte y a diferencia de ti no necesito aprovecharme de los demás porque me gano las cosas por mis propios méritos-le dije e intenté irme.

-Solo eres una niña caprichosa que se cree mucho por sus cinco minutos de fama-me agarró del brazo para impedir que me marchara.

-No, aquí el que está mal eres tú,  perdí a mi madre desde pequeña, cargué con un padre ausente que lo único que me daba era dinero como si eso compensara su ausencia-estaba comenzando a romperme-aguanté que todos se burlaran de mi por ser la chica gorda y sin madre de la escuela y mírame aquí-me solté de su agarre-ahora soy la influencer más famosa de Inglaterra, tengo una mejor amiga que vale oro y miles de personas que me quieren y te crees con el derecho de juzgarme.

-Cree lo que quieras, lo mejor fue que esto se acabara.

En un instante se marchó y yo quedé deshecha,  me di cuenta de mi horrible realidad y no me gustaba. Corrí a casa de mi mejor amiga que por suerte no quedaba muy lejos. Toqué la puerta y ella me abrió con una cálida sonrisa pero no se esperaba el estado en el que yo me encontraba.

La abrace sin dejarla inmutar una palabra, su abrazo era único. Me pasó a su cuarto y se sentó a mi lado, no se alejó de mi hasta que me calmé.

-¿Qué pasó Lai?-de verdad estaba preocupada.

-Hay Megan estoy tan jodida, tuve que terminar con ese idiota para darme cuenta de mi espantosa realidad-estaba volviendo a llorar.

-Dime que es eso que tanto te atormenta-puso su mano en mi hombro.

-Soy una mocosa son madre a la que su padre decidió dejarla llena de lujos pero sin siquiera una pizca de amor.

-Eso no es cierto-intenta hablar pero no la dejo.

-Solo escúchame-asintió con la cabeza-.Crecí sola y sin una pizca de amor, era la chica gorda y sin madre de la escuela a la que todos abusaban sin sentir piedad. Cambié a mis catorce años pero eso no quita que haya obtenido el amor que tanto quería no que mi tristeza de haya marchado-la miré directo a los ojos-me volví influencer para llenar ese vacío y por un tiempo me lo creí pero eso solo me hizo darme cuenta de lo sola que estaba, lo único bueno de toda esta mierda eres tu.

-Tranquila, solo estás lastimada y es normal pero te prometo q todo va a pasar y encontrarás a alguien que sepa darte todo ese amor que tu te mereces-me abrazó y así estuvimos por varios minutos hasta que ya pude recomponerme.

Y cuando crees que tu vida no puede mejorar llega la cruda realidad para demostrarte que todo lo que creías era una mentira que tu misma te creaste.