capitulo 4

57 4 0
                                    


Mi despertador sonó. Tome fuerzas para levantarme y arreglarme, odio el colegio con toda mi alma. Salí de la casa más temprano de lo normal y, como cosa rara (nótese el sarcasmo) me encontré con él.

"Joder, ¿Él tiene que estar en todas partes?"

— Hola Nadir — le dije. A pesar de todo no quiero sonar maleducada.

— Hola Clary — me dijo acercando haciendo que su cara quede a unos centímetros de la mía.

"Por favor, aléjate de mí"

— ¿Qué tal? — podía sentir su aliento en mi cara.

— Bien, iba para el colegio ¿y tú? — dije echando mi cabeza un poco hacia atrás.

— Bien — me dijo con una sonrisa maliciosa — ¿Qué tal si te escapas conmigo?

"MIERDA, VA A SECUESTRARME, REPITO, VA A SECUESTRARME. Seguro es un violador, secuestrador de niños. Ok, Clara, respira, no puede ser tan malo. Si quisiera secuestrarte ya lo habría hecho."

Trate de disimular mi nerviosismo, pero, claramente, falle.

— P-pero tengo que ir...

— Oh vamos — me suplico

"Si le digo que no posiblemente me mate. ¿En qué lió me he metido?".

— Ok — ¿qué se supone que estoy haciendo?

— Genial, ven.

"Esto va a terminar mal"

Me paso un brazo por los hombros y nos fuimos a caminar al parque.

— Relájate, no voy a secuestrarte, ni nada por el estilo. — Dijo tratando de tranquilizarme y no funciono.

"Claro que no vas a secuestrarme, solo vas a matarme y a vender mis órganos en el mercado negro"

Luego de eso ninguno dijo nada. Aun podía escuchar mi corazón latir a mil, solo esperaba que Nadir no pudiera escucharlos.

— ¿Nadir?

— Ya dije que no voy a secuestrarte ni nada de eso...

— Si, no es eso. Yo solo pesaba en lo que me dijiste el otro día, y me preguntaba ¿si era cierto?

— No, pero leo mucho y quería saber si me creías.

— ¿En serio? — volví a preguntar recelosa de la respuesta que pudiera darme.

— Si, es mentira - lo dijo como tratando de convencerse más a si mismo que a mí.

Deje que el tema quedará así y seguimos caminando por el parque hasta que nos dio hambre.

Fuimos a una panadería, ya que eran tan solo las nueve de la mañana.

— oye quiero que me acompañes a un lugar — dijo el mientras mordía su pan.

— Mmm, ¿a dónde? — Tal vez ya estaba un poco más tranquila, pero todavía no me fiaba del todo.

— No puedo decirte, es sorpresa. ¿Aceptas?

— No creo que eso sea...

— Genial, vamos.

Me agarró suave del brazo y me arrastro a dios sabe dónde.

Después de unos minutos caminando llegamos a un edificio enorme, parecía un castillo.

"Tal vez no fuera tan malo" 

Vida...¿perfecta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora