Cap 3

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Hola



Buenas noticias, los humanos han evolucionado lo suficiente como para que los elementos biológicos, como un período de celo, ya no existan debido a factores sociales y psicológicos.

O sea, es que Luz está muy cachonda.

Malas noticias (?) Resulta que Amity tampoco está pasando por un período de celo.

Ella solo se masturba frenéticamente mientras piensa en Luz.

Y ahora la chica lobo lo hace cada vez más a menudo.

Después de ese espectáculo que la morena había presenciado en el baño, había sido imposible para Luz no fijarse más en su compañera de cuarto. Esas salidas nocturnas, Luz no la había vuelto a seguir mientras fingía estar dormida.

Con el rabillo del ojo podía ver la enorme tienda de campaña que Amity usaba en sus pantalones esas noches que luego desaparecía cuando la chica regresaba a la habitación.

Lo que nunca desapareció fue ese denso olor a almizcle que Amity esparcía por la habitación después de sus sesiones nocturnas. Pero la cosa no terminó solo con ella yendo a masturbarse frenéticamente en el baño de la casa.

Se estaba volviendo más atrevida con sus actividades .

Amity no estaba tan necesitada como para hacerlo durante el día, siempre asegurándose de estar presente cuando Luz o Camila estaban cerca de ella.

Solo una vez Luz encontró a Amity masturbándose a plena luz del día, fue cuando su madre fue de compras al supermercado y Luz comenzó a leer en la habitación. Había perdido el rastro de la loba durante demasiado tiempo, por lo que decidió buscarla y la encontró apoyada en el árbol del jardín masturbándose.

¿Esta chica tenía algún problema con marcar las cosas con su esencia ?

Seguramente será cosa de gente lobo , pensó la joven mientras miraba la polla siendo sacudida por la pálida mano y Luz estaba a una distancia segura para espiar. Los sentidos normalmente agudos de Amity se volvieron torpes y lentos cuando sintió la necesidad palpitante de sacudir su eje endurecido.

Y Luz no pudo evitar espiar a la chica durante sus sesiones, la forma en que la cola se movía lentamente, pero las manos de Amity eran rápidas y hábiles.

La forma en que estiró el cuello hacia atrás dejando salir la lengua como un lobo cansado y su viscoso semen alimentando la corteza del árbol mientras la electrizante sensación dejaba estática a la chica lobo.   

Siempre dejaba su cuello completamente expuesto cuando se corría como si fuera un acto de sumisión imaginaria a Luz.

La cuestión es que Amity ahora lo hizo más noches seguidas, pero nunca lo hizo más de una vez por noche como si estuviera frustrada porque no podía obtener más que la sensación de vacío de tener que usar su mano para pajearse.

A veces, los deseos y la lujuria se juntaban para evitar que Amity se moviera de su lugar en la cama alta, así que simplemente decidió mover su polla en la misma cama.

Con Luz en la cama de abajo.

No solo la cama estaba haciendo un claro movimiento de que alguien se movía constante y rítmicamente, sino que Luz terminó siendo un desastre con sus pliegues húmedos debido al cautivador olor a almizcle que Amity y su polla comenzaban a emitir.

Su mente se volvió nebulosa tan pronto como sintió el olor a semen viscoso proveniente de la punta de esa polla hinchada e irritada.

La humedad de los shorts de pijama se hacía cada vez más evidente, Luz apretaba las piernas entre sí notando claramente los efectos del denso olor con pesadas hormonas que la llamaban a aparearse con la niña loba que tenía encima.

Con un lobo en casa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora