Transformación

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Desperté con frío...... mis ojos se acostumbraron a la oscuridad y note que estaba en una cueva. Cómo llegué aquí? Toque la herida de mi estomago y me dolía pero era aguantable. Cómo sigo viva si me toco una espada de acero Estigio? Tenia hambre y sed.

Algo se movió a mi derecha y me arrastré lo más que pude hacia atrás pero el dolor de mi abdomen era mucho.

- No temas, aquí estas a salvo - dijo la criatura - lo más a salvo que se puede estar en este lugar

- Quién eres? - dije

- Mi nombre es Compasión, hijo de Sufrimiento, la diosa - dijo en tono ronco y tranquilo poniendose de pie. Era un hombresito muy pálido con ojos saltones verde claro y una sonrisa amable. Llevaba una túnica muy sucia eh iba descalzo.

- Estoy en el Tártaro. Verdad ?

- Si. Tuviste suerte de caer sobre mi hermano, Piedad. Él se enojo un momento pero luego te trajimos aquí. - mire mi estomago y tenia una línea negra de lado a lado - es una especie de hipotermia. Con qué te atacaron?

- Acero Estigio - respondi

-Tienes suerte de que no te cortara. Un solo corte y estarías muerta

- Yo creía que eso pasaba con solo tocarlo.

- Bueno, tocarlo tampoco es bueno. Mantén la herida cubierta y a buena temperatura. - dijo dándome un pedazo de tela - Quién eres ? No se ven muchos humanos por aquí

- Emmm - no sabia si confiar en alguien que vive aquí abajo. Pero después de todo era Compasión, el nombre ya genera algo de confianza. - Soy Elizabeth. Un.... amigo fue poseído por un espíritu en el Hades y me acorralo hasta la entrada

- Lamento mucho que te pasara algo así. No pareces una mala semidiosa - dijo y lo mire extrañada - Aunque no tengo el mejor aspecto soy un dios. Y aún me queda algo de poder.

- Lo puedo sentir - murmure

- Tu magia es fuerte - me dijo - será difícil disfrazarse pero tienes que hacerlo si piensas sobrevivir aquí algún tiempo. Con esa herida mi hermano y yo podemos ocultar tu aroma, pero cuando sanes será más dificil

Mire mis objetos mágicos para hacer un conteo de mis recursos. La pulsera de Circe se habia roto y ya no la tenia, llevaba una pulsera que se transformaba en una lanza y un par de bolsas que colgaban de mi cinturón. En la bolsa tenía un par de libros y algunas pósimas, tiza, carbón vegetal, candelas y unas cuantas semillas del jardín de Persefone.

También llevaba los pedazos rotos de la pulsera de Circe que María me había dado. Había intentado repararla para crear portales pero no había tenido suerte.

- Tiene más oportunidades de las que pensé - una voz llego desde la entrada del refugio

- Al fin llegas! Tuviste suerte? - dijo Compasión y el hombre asintió con la cabeza - Elizabeth él es Piedad

Era un hombre mas grande que Compasión pero igual de flaco. Con cabello negro y ojos oscuros, estaba igual de pálido, con la ropa hecha tirones y varios cortes en un brazo. Llevaba varias mantas, ropa y cacharros en las manos.

- Hace muchos milenios no dstoy en contacto con humanos y mucho menos una joven. Busque lo que creí que te serviría mejor - dijo señalando a la pila de cosas

- Discúlpame si te lastime al caer - dije en un murmuro y se me quebró la voz, ellos solo me miraron con paciencia - No estoy acostumbrada a tanta amabilidad. Qué hacen ustedes aquí?

Se miraron como decidiendo si me darían la versión corta o la larga

- Basta con decir que la humanidad nos puso aquí - dijo Piedad - Cómo esta la herida ?

Crónicas de la Luna ( La Hija De Hecate: Precuela ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora