Perdiendote el miedo ﹙kookmin﹚

capitulo 4

" Antes de"
(Pasado del Padre De Jimin)

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Sus ojos esmeraldinos se posaban por el bello y fragil cuerpo de su pequeña cria, tan solo verle dormir hacia de sus días mejores.
Pero, debían levantarse, no deseaba levantar a su hijo tan temprano, se veía tan tierno durmiendo, por más que el no quisiera se levantó, con mucha pesadez pero lo hizo.

─ Tranquilo, Ney, ya te daré comidita, solo espera que nos preparemos ─ acariciándole la cabeza al pequeño mínimo, el cuál se encontraba moviendo su cola gustosamente.

Sin más, decidió sacarse cada una de sus prendas  las cuáles aprisionaban su cuerpo y así posicionarlas en él cesto de la ropa sucia. Para luego entrar a la ducha, dejando asi que todo el estrés abandonará su cuerpo liberándose de una vez por todas el sueño que aún cargaba por sus hombros.

Su cuerpo era rodeado por una fina tela, la cuál cubría todo lo que no se podía ver a la vista, y otra era la encargada de secar cada uno de los cabellos de este. Permaneciendo en su habitación.

Sus ojos se desplazaron por el armario batallando por cuál seria el conjunto elegido, y claramente el de su hijo, deseaba combinar ambos. Sin tanto esperar se cambió lo más rápido que pudo y así saliendo de su habitación. Para ir hacia escaleras abajo, siendo perseguido por el mínimo el cuál movía su cola por cada paso que daba.

─ Ya, ya, tranquilo, ya está tú comidita aqui, recuerda que debes alimentarte bien, pequeño. ─ musito despacio, mientras su mano recorría todo el cuerpo del pequeño gato, observando como este comía muy gustoso su comida, ronroneando de paso.

Nuestro lindo y adorado cachorro

Levantó su mirada al sentir como la presencia de alguien se acercaba, soltó una pequeña risita al ver que dicha presencia  era la de su cachorro, sonriendo enternecido por la grata imagen  de su hijo, el cuál aparecía con todo su cabello alborotado mientras que una de sus manitas se hacia puñito y se restregaba su ojito derecho.
Tanto a la parte humana como animal se les hizo el corazón blandito al ver la tierna imagen de su cachorro.

─ Datapi ta pita muuui (Papá, comida) ─ El pequeño cachorro se acercaba hacia donde su padre señalando su boca la cuál se habia convertido en un pequeño mohin, mientras acariciaba su estómago, tenía mucho hambre.

─ ¿Mi bebé tiene mucha hambre? ─ Cargando el cuerpo de su cachorro entre sus brazos mientras le proporcionaba múltiples besos en las rechonchitas mejillas de su cachorro.

En estos momentos el debería estar al lado de su alfa, siendo una familia feliz, solamente ellos tres, pero él muy maldito simplemente se burlo en su cara y les abandono en el momento más necesitado, pero vamos gracias al amor que surgió en su momento, solo eso dejo una hermosa criatura Jiminnie su pequeña bolita de arroz.

El daría todo lo que tenía por su hijo, el es todo lo que esta bien en su vida, su único aliento para seguir adelante.

─ Tranquilo, mi amor, ten tú lechita ─ Ahora se encargaba de tratar de alimentar a su cachorro, bueno, ni tanto ya que su hijo ya hacia eso, no a la perfección, pero se alimentaba el sólito. Por su mente fueron transmitidos múltiples escenas del día anterior. Las palabras de esas señoras.

"Tu hijo no es normal"
"A su edad ya sabe mucho, acerca de la historia de nuestros antepasados"
"Tu cachorro de seguro salio defectuoso"

Tan solo pensar eso hacia que su sangre hirviera en ira, aceptaba cualquier insulto hacia su persona pero hacia su bolita de arroz, no, si su pequeño es tan puro como la nieva, tan frágil con una pluma, tan inocente como la hermosa lluvia, y tan único como la luna misma..