the trench forgetfulness

La prisión

El sol abrazador, que la tierra caliente se nota al verse al horizonte como la ilusión de que hay un gran lago a lo lejos. Pero es el calor brutal, en un monte en el desértico y rocoso lugar. En la nada solo matorrales secos y cactus verdes y aburridos; por qué es lo que siempre se muestra en todo el paisaje está un reclusorio dónde se llevan a los criminales más buscados inocentes o no inocentes.

....

Obito en su celda, fea y maloliente marcando en la pared con una tiza de carbón los días que lleva encerrado. Lleva dos años encarcelado, con el cabello largo hasta los hombros un parche en el ojo izquierdo y una prótesis en su mano izquierda. Una gran cicatriz en parte de su rostro, recostado en una cama de madera incómoda y tapa su rostro con su sombrero vaquero negro.

Con una camisa blanca algo sucia y vieja, su pantalón, con un cuerpo bien trabajado por qué siempre hacia ejercicio en prisión para no perder su figura perfecta. Pectorales, abdominales y bipceps.

Llega el guardia con un rifle en mano, a la celda de obito y golpea los barrotes despertando a obito.

-¡Vamos, despierta de una vez! -el guardia no para de golpear los barrotes de la celda-

-¡Eres muy ruidoso! -menciona obito levantándose y se coloca su sombrero- espero que sea importante por haberme interrumpido.

-si, es importante -agrega el guardia, abre la celda- te irás de aquí.

-Pfff!, Que buen chiste -obito se pone de pie y se acerca a los barrotes-

-no me creas, pero ya lo verás con tus ojos. -el guardia espera a que obito salga- vamos, no me hagas cambiar de opinión.

-hm, esto es un una mala broma. Cierto. -obito sale de su celda y sin bajar la guardia.Mira de reojo al guardia que va detrás suyo, camina por el pasillo hay más prisioneros observandolo irse con envidia y odio. Pero los ignora-

.....

Llega a recepción donde están una secretaria en su escritorio, que lo mira por un momento y sigue escribiendo en la máquina de escribir nerviosa por ser vista por obito.

-Sr. Obito, por favor tome asiento. -pide el sheriff, rubio con una voz tranquila y pacífica-

Obito solo recorre la silla frente del sheriff, se coloca delante de la silla aún de pie.

-¡Siéntate! -el guardia toma a obito del hombro y con fuerza lo hace que se siente-

-por favor, se más amable. -Namikaze corrige a su guardia- perdón, le cuesta ser amable.

-si, lo sé muy bien. -obito mira de reojo al guardia y vuelve la mirada al sheriff- ahora, cuál es el problema sheriff. -obito toma asiento y cruza sus brazos-

-Bien, hace un momento llego una persona. -minato abre un cajón donde está todos los expedientes de los prisioneros y saca el de obito- vino a pagar tu fianza, y eres libre.

-jajaja, ¿Libre?. Que buena broma. -obito recarga su espalda en ella silla y sube su pie en su otro pierna formando un cuatro-

- escúchame bien, si en verdad fuera una broma. Seguirías encerrado, pero yo hago bien mi trabajo. -le entrega el documento- si lo firmas y aceptas la condición de no volver a cometer crímenes te entregaré tus pertenencias. Ya que la persona que te pago la fianza está afuera esperándote.