El inicio del tiempo

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Todavía se olía la pólvora de los fuegos artificiales que Lily Luna Potter había colocado en los baños de los prefectos, hubiera sido un abroma perfecta en el historial del cuarteto si hubieran corrido a tiempo para no ser detectadas. 

Diane Lupin-Black se estaba preparando mentalmente para que su padre le castigara sin escoba en la casa durante meses y  para que su papá le intentara reducir el castigo lo máximo posible, con todo lo que eso conllevaba. Pero mientras se preparaba para todas las burlas que iba ha recibir de parte de su hermano, sus amigas la arrastraban hacía las mazmorras, para ser más exacta a clase de pociones, pues según Alice era zona segura para refugiarse, y era ella la encargada del mapa. 

Cuando llegaron tres de las cuatro brujas se estaban riendo, Lupin-Black solo pensaba en cuánto le iba costar convencer a la directora de que nada de lo ocurrido era su culpa, aunque ella misma hubiera planeado todos los detalles. 

-Vamos Diane, relájate.- Su mejor amiga definitivamente no era hija de Remus Lupin, y de esa forma no podía entender lo aterrorizada que estaba la joven de ser descubierta, de nuevo. Por mucho que los dos hermanos mayores de Lily estuvieran aterrorizados de un howler de su madre, la flor del grupo disponía del privilegio de ser la pequeña de tres hermanos, y aún por encima ser la niña de los ojos de su abuela. 

Para resumir, Lily Luna Potter era una mimada, tenía el corazón de oro y le podrías confiar tu vida pero era un a mimada. 

Después de un rato en las mazmorra Diane comenzó a relajarse, en parte gracias a las bromas de sus amigas, en parte en que se estaba repitiendo la frase más usada por su papá a la hora de hacer bromas: "Si lo único que sale parcialmente herido es el orgullo de la gente, entonces es una buena broma." Y si todo había salido según lo planeado, solamente los prefectos se habían llevado un buen susto y Myrtel la llorona  unas buenas vistas. 

Claro que comenzar a relajarse en la clase de pociones traía consigo mirar las pociones que todavía estaban en los calderos y copiar los apuntes del profesor Slughorn. 

- ¿Qué clase estaba aquí antes?- La pregunta venía de Jules mientras rebuscaba en el escritorio, Jules O'Rellay era una estudiante brillante, pero lo único que sabía de pociones era que se le daban muy mal y que prefería no acercarse a un caldero a no ser que fuera necesario. 

- Es la la clase avanzada de Pociones para jóvenes mentes brillantes, capaces y preparadas para dar al mundo mágico las herramientas necesarias. O eso dice mi hermano 

-¿Es la clase de Albus? Tenemos que buscar su caldero,  quiero ver que hace su poción, y si es posible arruinarla

- Tú solo quieres venganza Alice, y como amiga  tuya debó decirte que... ¡Muevas ese culo deprisa y encontremos la poción de Potter!

Jules y Alice corretean entre los calderos riendo como niñas pequeñas, y la pelirroja y su mejor amiga no tardan en unirse a la búsqueda desesperada del caldero.  

Hogwarts ve en ellas un recuerdo, un eco del pasado. Hogwarts ve a otra generación en los ojos de esas niñas, Hogwarts ve un legado.  Y la escuela consciente de lo que esta pasando se prepara para vivir otra aventura. 


el ciclo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora