No hay nada más tierno que el fuego de mi abuelo.
Las llamas abrazan el ambiente
y te abrigan en el frio de Enero.
Se respira paz
provocando al fuego
para que crezca más.
Se respira tranquilidad
sin pensar en el sombrío dinero
o en una hipoteca agoniosa.
Las brasas del fuego nos acunaban
en ambas mecedoras.
Comíamos delante del fuego,
sin hacer caso a la hipnosis de la televisión.
Mi abuelo me contaba historias
de otra época, pero con tanto afán,
que parecía que las viviese allí mismo.
Tiempos en el que las sonrisas volaban,
pero no se esfumaban.
Donde se era feliz solo con los pequeños detalles.
No había TikTok,
solo los que sonaban por el reloj de cuco
y era acogedor ese calor que ahora tanto extraño.
Ahora el recuerdo del fuego me causa...
Dulce fragancia a melancolía.
Ojalá volver
y quemar los males que me atormentan.
Avivar esas llamas frágiles,
pero protectoras a la misma vez.
Uno de los pequeños placeres de la vida
es disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
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EL FUEGO DE MI ABUELO
PoetryRELATO SOBRE EL MEJOR PASATIEMPO DE MI ADOLESCENCIA, PASAR LAS TARDES CON MI ABUELO Y EL CALOR DEL FUEGO QUE ENCENDIAMOS MIENTRAS ESCUCHABA SUS HISTORIAS DE OTRA EPOCA MUY LEJANA A LA NUESTRA. PUEDO ESTAR ORGULLOSO DE HABER APROVECHADO AL MAXIMO ESO...