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Nació en una pequeña aldea, en un país sin nombre del Este. Iba a heredar el trabajo de sus padres y a convertirse en agricultor. Sin embargo, en una situación perdío a sus padres y vagabundeo debido a una guerra inesperada, pudo sobrevivir despertando un poder en un momento en la que su vida estaba en juego.

Su habilidad era la psicoquinesis* casi infinita.

Habiendo despertado una capacidad de tipo de batalla infinitamente poderosa en ese continente, que estaba lleno de habilidades elementales débiles, no tuvo más remedio que atraer gradualmente la atención de todos los países mientras trabajaba como mercenario.
El Imperio de Caltheon, el primero en entrar en contacto con él, le dio el puesto de conde y una lujosa mansión. Aunque solo era un noble con una sola habilidad, el emperador le ordenó participar en batallas grandes y pequeñas día y noche como si luciera un arma poderosa. Y cuando todos sus enemigos se retiraron, le puso a una de las princesas del país como novia y le pidió que se pusiera del lado del Imperio para siempre.

—Legion, Conde Legión. Ha llegado un invitado.

El antiguo siervo, que había estado trabajando antes, renunció, y el nuevo siervo, que había sido designado como el nuevo, abandonó el trabajo.

Su forma de luchar usando la telequinesis para estallar y matar gente, asustaba a mucha gente, y los rumores se volvían cada vez más crueles, y todos le tenían miedo. Era algo inevitable, pero siempre fue tratado así, a pesar de que no mataba a la gente sin razón aparente.

Cuando fue al salón, el Príncipe Shane todavía estaba sentado y esperándolo. Era un fuerte candidato para ser el próximo gran emperador. El Príncipe Heredero, el hijo de la Emperatriz y el Emperador, es una persona que resaltaba su linaje y habilidad mostrando cualidades sobresalientes en todos los aspectos. Para ser un joven de 17 años, también estaba creciendo rápido, por lo que seguia creciendo día a día.

—Príncipe Heredero...

A pesar del saludo formal, el Príncipe Heredero olvido su posicion y se acerco a él.

—¡Conde Legión! ¿Has estado bien ultimamente?.

—Solo han pasado unos días desde la última vez que vine aqui con usted...

El príncipe heredero sonrió suavemente, como si hubiera logrado escuchar su murmullo. Sabía que el cuerpo del Príncipe temblaba mientras lo abrazaba. Ese niño no era capaz de hacer frente a las acciones del emperador y lo trataba muy bien. El emperador estaba esperando que él esté en el arsenal del imperio para siempre. Estaba escondiendo sus miedos y tratando de ganarse su confianza.

—He traído algunos ornamentos* preciosos del Norte. Estas son las joyas que entrega el emperador.

Dio una sonrisa incómoda. La riqueza ya estaba desbordando. El almacén estaba a punto de estallar, pero como si se tratara de un pago por su uso, le llegaron objetos preciosos del emperador. Negar a recibir regalos del emperador se consideraba una ofensa, por lo que se vio obligado a recibirlo, pero de hecho, era molesto.

—Gracias.

—¿Se lo vas a dar a tu esposa?.

—Sí. Deberia gustarle.

Su esposa, que se casó con él hace cuatro años, era callada. El tiempo transcurrido desde el día en que tuvo una ceremonia de boda con una niña de 13 años, el matrimonio no habia sido corto, pero nunca le pidió nada. Ella fue una vez parte de la familia imperial del país enemigo. Siempre parecía estar allí, pero al menos quería que no fuera infeliz. Si pudiera hacerla feliz, estaría alegre por eso, pero para ella, su presencia era una molestia.

—Legión, sabes que el matrimonio está destinado a atarte aquí.

Shane dijo algo inesperado. Después de pensar en otra cosa por un tiempo, volvío a la realidad.

La novia del Monstruo (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora