Baby rent │ Moonsun │ G!P

005

-¡YongSun cuidado! - Grito SoDam

¿Y después? Todo fue negro.

Fue lo último que escuchó YongSun, aún podía escuchar el grito de su esposa y podía ver la cara de preocupación. Cada vez que cerraba los ojos podía escuchar el grito, la pelea y podía ver todo en cámara lenta. Sintiéndose culpable, si tan solo hubiera hecho caso y hubieran ido a casa, si tan solo hubiera puesto atención… Si tan solo…

Si tan solo hubiera echo caso, SoDam seguiría con ella, a su lado.

Pero el hubiera no existe, no existirá. Jamás 

Dentro de aquel coche en aquel accidente iban dos chicas, discutiendo, pero amándose. Dentro de aquel coche iba una pareja que no sabían si se volverían a ver, que no sabían si volverían a sentir la piel de la otra, preguntándose si el beso de aquella tarde sería el último que se dieran… no lo sabían.

Y es que era tan jodidamente fácil decir "Si tan solo…" cuando el desastre ya ha pasado, cuando el huracán ya vino y se llevó todo con él a su paso. Es jodidamente fácil decirlo ya no te encuentras en aquella situación, tu mente no está bloqueada y piensas con claridad las cosas. Pero ¿por qué no pensamos eso en el momento? Por que nos dejamos cegar por los sentimientos que vivimos en el momento..

Y YongSun lo sabía y ahora lo entendía todo a la perfección. Debió haber hecho caso e irse a casa con su chica, tal vez ahora mismo ambas estarían juntas abrazadas disfrutando el calor corporal de la otra, sus manos sobre la diminuta cintura de SoDam y disfrutando de aquel olor a fresas que desprendía la crema corporal que usaba su chica.

Pero no.

Ahí estaba Kim YongSun, en un hospital, sentada en una de las bancas de la cafetería esperando a una linda castañita que venga con dos tazas de café para ambas.

-Aqui esta YongSun - Murmuró aquella castaña tomando asiento sobre la incómoda silla de metal de la cafetería dejando una taza de café frente a ella y otro frente a Kim. Podía ver el humo salir de aquel líquido demostrando que tan caliente estaba.

-Gracias 

Y después de eso nadie dijo nada más, ni una sola palabra fue dirigida. Byul se sentía algo incómoda, no sabía que decir, la noticia  sobre SoDam fue algo impactante.

Miro a la chica frente a ella, sus cabellos negros revueltos, su piel pálida con pequeños cortes, cabeza vendada junto a su tobillo, labio roto y un corte sobre su mejilla.

-Fue mi culpa… -Hablo Kim.

Su voz se escuchaba ronca y agotada. Pero necesitaba sacarlo, decirle a alguien lo que sentía. Sus pensamientos la estaban matando lentamente.

-¿Qué?

-Fue mi culpa, no puse atención en el camino, no vi el camión de carga, no vi las luces ni nada, fue mi culpa.

— No, no, no fue tu culpa ¿si? Todo está bien, fue culpa del conductor del camión de carga, iba demasiado agotado y no durmió lo suficiente – contestó en un susurro, buscando calmar a Kim con sus palabras. Pero era inevitable, ella se sentía de ese accidente.

Sus pensamientos seguían matándola, atacándola diciendo que era su culpa.

A veces el peor enemigo del ser humano, era su propia mente.

Y YongSun se sentía terriblemente culpable. Cerró los ojos tratando de calmar sus pensamientos pero nuevamente ahí estaban…

El grito de SoDam, el coche dando vueltas, las luces del camión contra su vista, sus pensamientos, la discusión…

Siente su cuerpo temblar y sus mejillas humedad, está llorando. Pronto unas suaves manos secan sus lágrimas, sintiendo extraño abre los ojos y puede ver a Byul secar sus lágrimas, cuando sus miradas conectan, la menor le sonríe tiernamente y YongSun puede ver una pequeña silueta casi invisible detrás de Byul-Yi, reconocería aquella silueta en cualquier lado.

SoDam miraba la escena con una pequeña sonrisa, una de sus manos estaba en el hombro de Byul-Yi y asintió tiernamente. Murmuró un pequeño "Te amo" antes de dar media vuelta y desaparecer entre los pasillos blancos de aquel hospital, sabiendo que YongSun estaba en buenas manos.

Ambas chicas se miraron a los ojos con un pequeño brillo en especial en sus ojos. Pero ninguna sabía de qué se trataba aquel brillo.

YongSun pudo notar que los ojos de Byul eran de un lindo color gris bajo, parecido a un lindo color gris pastel, su piel era pálida y delicada, como el de una muñequilla de porcelana, su nariz es fina y de botón ido. Sus labios son finos pero a las vez de un tentador color rosa, pudo ver incluso como las mejillas de Byul-Yi adquieren un lindo color rojo carmesí. Y YongSun puede confirmar que Byul parece sacada de una película de Disney sobre princesas. Aquellas facciones tan delicadas pero a su vez tan firmes la hacen ver tan irreal.

Mientras Byul puede pasear su mirada por el rostro de YongSun. Su cabello negro cae sobre su frente de manera desalineada tapando parte de su vista pero pero ver aquellos lindos ojos almendras de color verde, un color verde bajo similar a un verde agua, su piel pálida y suave a la vista, su nariz fina y delicada, sus mejillas rellenitas e incluso puede observar pequeñas manchitas cafés muy poco notables. Los labios de YongSun son de un color rosa fuerte, gorritos y apetecibles a besar. El rostro de YongSun parece tallado por los mismos dioses, tanta belleza debería ser ilegal. Las facciones de Kim son firmes y duras pero a su vez son suaves, dándole un aura angelical y tierna.

Con lentitud y timidez alza su manos levemente, hasta posarla sobre la mejilla de la mayor. Acariciando suavemente con su pulgar aquella zona de su rostro, la piel de YongSun es demasiado suave. La pelinegra al sentir la mano de la menor sobre su mejilla, cierra los ojos, disfrutando de la caricia que la contraria proporcionaba sobre su piel. El toque de Byul era cálido y agradable.

YongSun suspira basamento antes de abrir los ojos y mirar a la menor de forma suave.

Byul-Yi le sonríe levemente antes de dejar un beso sobre la frente de la pelinegra. Y YongSun se pierde entre las caricias y pequeños mimos que la menor le daba.

— Quédate conmigo esta noche MoonByul-Yi. Por favor – Murmuró YongSun basamento, en un susurro casi inaudible, aún tiene los ojos cerrados y una de sus manos está sobre la mano que Byul tiene en su mejilla.

Tal vez no le haría mal un poco de compañía esta noche.