Un hombre caminaba solo por un oscuro túnel subterráneo. Su rostro era osciosamente iluminado por las ocasionales velas en el camino. Su rostro, marcado por el tiempo no daba una señal de haberse debilitado sino una señal de experiencia, como un veterano experto.
Tenía un cuerpo bien entrenado y ojos agudos y mientras caminaba paso su
canoso cabello hacia atrás.Sus fuertes y constantes pisadas se detuvieron cuando llegó al final del túnel. Delante de él estaba una puerta protegida por dos soldados. Ambos eran caballeros mágicos que servían a éste hombre.
—¿Está la chica de Kagenou dentro? —interrogó.
—Sí, Olba-sama.
Asintió satisfecho con su respuesta y para señalar que le dejaran pasar.
El soldado dio un saludo a su lord y luego abrió la puerta.
Cuando Olba estaba por entrar su guardia lo detuvo.
—Señor, por favor, tenga cuidado ahí dentro. Aunque restringida, es extremadamente
agresiva.—Hmph, ¿quién te crees que soy? —Olba fulminó al soldado con la mirada.
—¡¡...!! ¡Lo siento mucho, señor!
El soldado abrió la puerta y Olba entró.
Un olor a óxido llegó a las cosas nasales de Olba. El aspiró ese olor y su cerebro se centro.
Miro al otro lado de la habitación, aunque en un principio no encontró nada Olba sabia quien estaba ahí, volvió a escanear la habitación con sus ojos reforzados con poder mágico encontrando a una niña de cabello negro la cual no superaba los quince años.
—Tú debes ser Claire Kagenou.
Con la voz de Olba, la chica llamada Claire levantó la cabeza. Era una mujer muy hermosa con razgos finos y un rostro que parecía más una pintura.
Como había sido secuestrada mientras dormía solo tenía puesta una delgada capa de ropa que no podía ocultar sus pechos llenos ni sus exquisitos
muslos. Con su cabello negro como la seda, la chica miró a Olba con sus ojos oscuros llenos de voluntad.—He visto tu cara en la capital real antes. Si mal no recuerdo, usted es el Vizconde Olba,
¿No?—Hou~, ¿Estuviste con la Guardia real antes o fue en el torneo durante el Festival del Dios de la Guerra?
—Festival del Dios de la Guerra, heh. Oh, sí, esa vez la princesa Iris te destrozó en todos
los sentidos. Que buenos recuerdos.Claire se rió con alegría enfriando la alegría de Olba como si un balde de agua helada le hubiese caído encima.
—Hmph, ese era un simple duelo, no un combate real y por lo tanto no significa nada. En
una verdadera batalla, no hay forma de que pierda contra ella. —Se defendió Olba.—Nada sería diferente en una pelea real, oh, Vizconde Olba, aquel que perdió en la primera ronda del torneo y fue pisoteado por una chiquilla adolescente?
—Idiota. Ni siquiera sabes el honor que es estar en el escenario de ese torneo, solo eres una niña ignorante del mundo.
Olba comenzó a escupir veneno con todo su odio.
—Podré estar en ese escenario el próximo año.
—Lástima por ti, no te queda un año-...
Olba apenas pudo terminar de hablar. Las cadenas que restringían a Claire se estremecieron e inmediatamente después, los dientes de la chica crujieron justo antes del cuello de Olba. Si él no hubiera inclinado la cabeza unos centímetros entonces su arteria carótida podría haber
sido arrancada en ese mismo momento por los blancos dientes de Claire.
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Renaciendo en kage no jitsuryokusha ni naritakute
FanfictionEn un mundo donde un renacido lucha por convertirse en una eminencia en las sombras una nueva existencia se une para convertirse en el héroe de ésta historia.