Ella Es...

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Capítulo IV

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Capítulo IV

Solo un día más. 

Esa mañana habían saludado como siempre a los recepcionistas del hotel antes de salir y ellos está vez respondieron con una sonrisa alegre mientras le entregaban una invitación a una fiesta que se celebraría esa noche en el club más grande del lugar, la cuál ellos no dudaron en aceptar y agradecer la amabilidad. Se fueron de ahí pensando mutuamente en que su última noche tendría un gran cambio de planes. 

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ras una larga disputa sobre que debían llevar a un pub de música en vivo, se decantaron por ir a una boutique en busca de ropa de fiesta para esa última noche en Cuba, y Mikasa no lograba concentrarse en la única tarea que debía cumplir que era comprar un bendito vestido. 

No es que le fastiadiase comprar ropa pero el maldito problema ahí era Levi. Cómo se había atrevido a manosearla y besarla de esa manera para después dejarla deseosa e inestable, sabía que le había pedido un cambio, no obstante eso no incluía el sexo. Lo peor de todo es que al parecer el azabache había impuesto algún tipo de voto de castidad incluyendola sin pedir su maldita opinión y ella ya estaba más que cabreada de su actitud. 

—¿Hay algo que te guste?, quizás quieras ir a otro lugar —mencionó él al ver cómo ella parecía perdida en esa búsqueda.

—No, esta tienda tiene todo lo que necesito —contestó ella tomando dos vestidos para largarse a los vestidores con él siguiéndole el paso. 

Por un momento se preguntó porque la siguió, así que una vez ella estuvo dentro de aquel pequeño cubículo él pretendió darse la vuelta y esperarla por ahí, pero antes de siquiera poder dar un paso, ella lo detuvo mencionando que “Necesitaba su opinión”. La verdad no lo pensó mucho hasta que se dio cuenta que ella se desnudaria frente a él. 

«Estoy perdido —pensó Levi ante la realidad». 

En un burdo intento de tranquilidad se sentó y vio como ella acomodaba los vestidos en colgadores revisando la tela. 

𝙴𝚕𝚕𝚊 𝚎𝚜...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora