Capítulo V
Mi vida, por siempre te amaré.
Las ansías de descubrir la profundidad de su amenaza estaba removiendo sus sentidos, permitiéndole gozar de el roce de sus dedos perfectamente cuándo se perdieron en la piel desnuda de su espalda. Pero todo se volvió realmente confuso en el momento en que fue arrastrada hasta el baño del hotel. Su risa arrastró la complicidad ante sus toques, ni siquiera podía creer cuánto extrañaba eso y lo fácil que era dejarse caer por las travesuras de ese hombre que justo después de cerrar la puerta bajó su escote para comerse sus senos dentro de aquel pequeño compartimento.
Ella sabía que no era correcto subir su voz en un lugar así, pero simplemente no podía contenerse, la húmeda cavidad del hombre engullía su tierna carne con un fervor que no podía soportar, así que gritó y trago sus gemidos en un intento desesperado de apaciguar su propio deseo.
No sentía ni un gramo de vergüenza al recibir la atención de esas manos que se movían libres por sus piernas las cuales temblaban bruscamente al sentirse presas de sus manos y que ella deseaba fueran abiertas sin pudor.
Su boca fue invadida una vez más por la lengua traviesa que deseaba derretirla y de la cuál ella sencillamente no quería alejarse jamás.
Habían sido muchas las noches en las que ella había anhelado su toque y a pesar de las condiciones, le parecía perfecto tenerlo así de impaciente.
Sus dedos recorrieron sus mejillas en una caricia fugaz que dejó un hormigueo agradable que él agradeció, pues sus sentidos se sentían perdidos en su sabor y su mente no estaba pensando claramente, no obstante la posición era perfecta y la piel expuesta era un deleite del cuál él no quería privarse ni un minuto más, así que tomó su cintura una vez más hasta ponerla en pie.
—Date la vuelta para mí, cariño. —pidió el acariciando sus caderas suavemente.
Mikasa obedeció dándole la espalda y parándose firmemente a pesar del estremecimiento que la invadía profusamente. Sintió perfectamente la exploración de sus manos y cerró sus ojos para lograr intensificar sus sentidos que para ese momento la tenían a nada de rogar por más.
La tela de su vestido subió por sus muslos hasta quedar completamente recogido en su cintura, dejando a la vista una pequeña tanga que sostenía sus glúteos que él no dudo en amasar y besar provocando un irrevocable gemido de su boca que ella intentó cubrir ante la vergüenza que sintió al recordar el lugar donde se encontraban.
Lo que no sabía es que dentro de él despertó una nueva fantasía y esa era escuchar a Mikasa gritar en el baño del hotel, no importaba cuánto le costará...
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𝙴𝚕𝚕𝚊 𝚎𝚜...
FanfictionMikasa sintiéndose desplazada y comprendiendo su situación opta por desaparecer, pero Levi muy lejos de aceptar su decisión decide seguir la corazonada más grande de su vida. Después de todo ella es la mujer que siempre había esperado y ahora le toc...