Arreglando las cosas.

(1)

Nueva historia ¡Yeah⁓!

Primer capítulo: La amargura que trae consigo una nueva esperanza. Nuestra protagonista entra a su nueva vida. 👌

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—¡¿Por que no lo admites de una vez?! ¡Me estas engañando, ¿no?!

—¿Quieres calmarte, Matilde? Estoy al volante— trato de defenderse el hombre en el asiento del conductor —Discutamos esto en la casa.

—¿Que? ¿Te avergüenza que tus hijos sepan que eres una sucia escoria de mierda?

—¡He dicho basta!

La discusión comenzó a subir de tono, el interior del auto se sentía caliente cuando las voces de sus padres aumentaron de volumen, la chica se encoje de hombros y cubre los oídos de su hermano pequeño mientras intenta no despegar su vista de su teléfono, el infante solo frunce el ceño con fuerza y se abraza al cuerpo de su hermana mayor.

—¡Solo una amiga, claro, solo una amiga! ¡Para ti todas son amigas a las que llevas a la cama en vez de volver a casa con tus hijos!

—¡Cállate! ¿Qué derecho tienes tu a reclamarme? ¡¿Quien es que te tiene bien acomodada, Quien paga tu comida y el techo bajo tu cabeza?!

Estaba de mas decir que aquel matrimonio estaba en el borde de su expiración, una triste pareja unida por una hija no deseada, "basta, solo deténganse", pensó la chica.

—Ohh⁓, ¿Y se supone que deba permanecer devota a ti y adorarte como a un dios mientras te bajas los pantalones frente a otras mujeres allá fuera? ¡Todo es tu maldita culpa, arruinaste mi vida!

—¡¿Mi culpa?! ¡¿Quien fue la que me obligo a casarme por un embarazo?! ¡Eres una loca obsesiva, estoy seguro de que esa hija tuya ni es mía!

Hasta ese punto el tema de la discusión había cambiado, divagando entre un montón de cosas que no tenían nada que ver con el tema original de la discusión. La chica trato de concentrarse en sus propios asuntos.

—Esta bien, esta bien— palmeo suavemente el cabello del pequeño en su regazo.

Solo entonces, los gritos entre sus padres se vieron intercambiados por las bocinas de un auto que se dirigía en su dirección, su padre giro el volante tratando evitar el auto que se avecinaba hacia ellos y volver al carril principal, pero perdió el control y los frenos le traicionaron.

Lo ultimo que la chica sintió antes de que todo se sumiera en la oscuridad absoluta fue un pequeño cuerpo que se aferraba a ella mientras eran impulsada hacia un lado. Su cabeza golpeo fuertemente contra el vidrio de la puerta.

. . .

—Respire, furen*, debe seguir pujando.

En la cama, Cangse Sanren sostuvo con fuerza la mano de su marido. Sus gritos se escapan, desgarrándole la garganta y llenando la pequeña habitación de aquel hospital.

A su lado, Wei ChangZe no puede evitar sentirse mas angustiado; había sido un cultivador prodigio de la secta YummengJiang antes de convertirse en un cultivador deshonesto, a parte de ser el primo mayor y mano derecha del líder de dicha secta, Jiang FengMian. Se había enfrentado a todo tipo de yaoguai, monstruos y fantasmas resentidos durante toda su adolescencia y adultez, pero nada de eso se comparaba a la sensación de ansiedad de ese momento. Sentía que el agarre en su mano se volvía mas fuerte y pensó con una risa que si él fuera un hombre corriente su esposa ya le habría triturado los dedos en un santiamén, hizo un esfuerzo para consolarla y seco el sudor en su frente.

Los gritos de su mujer fueron intercambiados por el sonoro llanto de un bebé, luego el llanto se duplico, y todo estuvo bien, ambos lo sabían, todo estaría bien ahora. Wei ChangZe deja salir todo el aire que había estado reteniendo en sus pulmones y consoló a su esposa con palabras dulces mientras veía a la partera y sus asistentes limpiar a los bebés antes de acercarse a ellos con una sonrisa.

—Enhorabuena, furen. Esto es algo inusual y único. Ha dado a luz a un saludable par de mellizos— la partera se acerca para dejar a ambos bebés con la pareja y luego sale de la habitación, ambos infantes tienen la cara roja por tanto llorar, pero se detienen cuando sienten los cálidos brazos de su madre sostenerles.

—Laogong*, ellos son tan hermosos— las lagrimas de felicidad se escapan de sus ojos, los ceños fruncidos en sus rostros se suavizan cuando la mujer besa sus frentes —...Estoy tan feliz— tras decir eso la mujer se desmayo por el cansancio.

. . .

Cuando Cangse Sanren despertó había pasado un día completo, su esposo estaba en el otro extremo de la habitación meciendo a uno de los bebés en sus brazos para que detuviera su llanto mientras que el otro solo balbuceaba mientras se movía de un lado a otro en la cuna.

—Ya, ya, A-Die esta aquí, ¿Por que estas tan ansioso, Ying-er?— el hombre mecía suavemente a su hijo en brazos, dejando que el niño jaloneara los mechones de su cabello —Querida, ¿Ya te encuentras bien?

—Estoy bien, y me gusta lo que estoy viendo— contesto pícaramente viendo en dirección a su esposo, este se sonrojo al recordar que, por la prisa de atender a sus hijos cuando se levanto, ni siquiera se había vestido; la noche anterior se había quitado sus túnicas para dormir y se había despertado solamente con sus pantalones puestos, por lo que la mitad superior de su cuerpo estaba desnuda y a merced de su atrevida esposa.

Ignorando el pícaro par de ojos de no se despegaban de su cuerpo se dio la vuelta para tomar a su hija y acercarse a su esposa, ella acepto gustosa cuando su esposo acomodo a ambos pequeños en sus brazos.

—No esperaba que fueran dos— su esposo asintió, "yo tampoco", le contesto —¿Huh? Es tan pálida ¿Qué les pasa a sus ojos?

Sus dos hijos, que solo llevaban un día de nacidos, habían abierto sus ojos unas horas después de que su esposa se desmayo y ahora miraban a todos lados con suma curiosidad, la pareja se había dado cuenta de que su hija poseía pupilas claras, sus ojos eran rosados como los de su madre pero era un rosa mas claro y pálido.

—Le pregunte a la doctora Wen, no parece haber ningún problema con ellos, dijo también que tampoco deberíamos preocuparnos de que desarrolle ceguera en el futuro. Es una niña muy sana.

—Eso es bueno— sonrió con alivio —No preparamos nombres por si teníamos una niña ¿Verdad? Deberíamos compensarla dándole uno bonito.

—hmm... ¿Qué te parece Xing*?

—¿Xing? ¿Wei Xing?— quedo pensativa, su hija le miro fijamente con esos enormes y redondos ojos, millones de estrellas parecían resplandecer en esos ojos claros —Wei Xing, si, es perfecto. Ying-er, Xing-er, A-Niang esta aquí— Cangse se acomodo mejor en la cama para abrir sus túnicas y comenzar a amamantar a sus hijos, siendo vista de cerca y con cautela por su esposo.

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Glosario:
↣Furen: Señora o madam (夫人)

↣Laogong: Manera informal de llamar al esposo (老公)

↣Xing: Significa estrella (星)