Cielo suspira un poco aliviada al ver la hora. Aun le sobran 4 minutos. Se mira en el reflejo de la puerta de la agencia, acomoda su ropa y su cabello. Y suspira nuevamente media resignada con el resultado.
Cielo podia ver y apreciar lo bueno y belleza alrededor pero definitivamente cuando se trataba de ella, era demasiado estricta e inconforme.
Empuja las pesadas puertas de cristal giratorias y entra al amplio lobby con toque elegante y moderno.
Ve que algunas personas en ropa casual entran y se dirigen a las áreas abiertas para los turistas y otras con ropa un poco mas formal caminan deprisa hacia los torniquetes donde pasan sus IDs para ir hacia los elevadores.
Cielo los sigue y pasa la tarjeta que le habían dado con anticipación. Sube al elevador igual que los demas y recuerda que el piso 10 es a donde debe ir. Asi que presiona el botón. Varias personas entran al elevador presionando entre el piso 8 y 16 Pero nadie presiona los pisos de más arriba, ya que parecen estar deshabilitados.
Después de un pequeño viaje en el elevador Cielo llega a su piso y al abrirse las puertas puede ver las oficinas. El toque moderno y diferente a lo que había imaginado le llama la atención. Mas que una oficina parece como una biblioteca o como un lugar donde las personas se reúnen, para estudiar o aprender. Algunas personas platican entre ellos. Otros están enfocados en sus computadores, y algunos otros van de un lado a otro.
De pronto empieza a sentir un poco de ansiedad al preguntarse dónde es donde debe ir. Cuando, una familiar voz la llama. —Cielo! —Voltea y ve a Chin Hae, que se acerca deprisa por el pasillo, sosteniendo unos documentos. —Llegas tarde! —Le dice muy bajito casi como un susurro y mirando alrededor. Cielo checa el reloj en su muñeca. Y ve que es un minuto pasada la hora. —Lo siento...—Comienza a disculparse, pero Chin Hae la interrumpe. —Que no pase de nuevo. —Le advierte. —No sabes el riesgo que estoy corriendo, por haberte recomendado—
Claro que lo sabía. Chin Hae era su amigo de la infancia y era como su hermano mayor.
Desde que podía recordar, él siempre había estado para ella cuando mas lo necesitaba y no imaginaba que hubiera sido de su vida sin el en ella.
Chin Hae ya tenía un par de años trabajando para la compañía en el departamento de Marketing y Cielo apenas se había graduado como diseñadora gráfica apenas hace unos meses.
Sabia que no cualquier empresa contrataba recién egresados y mucho menos una empresa de ese nivel. —Lo siento— Vuelve a decir apenada.
Chin Hae suspira y sonríe.
Por más que intentara, le era difícil permanecer enfadado con ella. —Está bien ya estás aquí, pero trata de que no pase de nuevo. —Cielo asiente.
Chin Hae mira su reloj. — Vamos te voy a presentar con mi jefe y el que va a ser tu jefe. — Comienzan a caminar por el pasillo. —Okay— Dice Cielo con una media sonrisa, tratando de ocultar sus nervios.
Llegan a una oficina, pero está vacía. Chin Hae mira la hora en su reloj. —Mmm... la junta es dentro de media hora. — susurra para sí mismo.
—No sé dónde este. —Le dice a Cielo. —Te puedo ensenar cual será tu lugar y un pequeño tour de la oficina mientras. —. Cielo asienta.
Caminan nuevamente por el pasillo y de una sala que es de puro cristal, pero que está cubierta con cortinas, sale una chica alta y tan delgada que casi se pueden notar sus huesos. Su cabello esta claramente teñido de rubio y atado en un bollo con un par se mechones sueltos. Lleva un falda de lápiz verde musgo que le llega abajo de la rodilla y una blusa color hueso que hace juego con sus zapatillas de punta y tacon alto.
La chica sonrie coqueta y exageradamente al ver a Chin Hae.
Esa reacción era frecuente cuando las chicas veían o hablaban con el.
Cuando estaba en la escuela las compañeras de Cielo siempre decían que estaba guapísimo y solo por eso en ocasiones eran amables con ella. Para que les presentara a su "Hermano mayor". Pero Cielo era algo que no veía, ya que para ella, Chin Hae era normal. Era el chico que dormía con la boca abierta y roncaba como oso constipado. Era el chico que la molestaba por su cabello "Alocado". Pero que la defendía cuando alguien mas se metía con ella. Era como el hermano mayor que nunca tuvo.
El es solo 4 años mas grande que ella y la primera vez que lo conoció fue cuando su padre olvido recogerla en la escuela.
Cielo estaba llorando en la puerta y Chin Hae la vio, se acerco a preguntarle que pasaba. Cuando cielo le dijo que nadie había ido por ella Chin Hae le dijo que el la acompañaría a su casa ya que el también vivía por ahi. Desde ese momento la acompañó todos los dias y todo el tiempo y se hizo su mejor amigo. Su hermano.
Así que no. Cielo no veía lo que las demás chicas veían en el.
Aunque tal vez era por su altura, o sus hoyuelos en las mejillas cuando sonreía, o su cuerpo atlético que era resultado de haber practicado deportes desde que era chico y ahora el gimnasio cuando tenia tiempo.
Fuera lo que fuera, para Cielo solo era Chin Hae y después de tanto tiempo seguía sin entender la reacción de las demás.
—Apenas te iba a buscar y por las propuestas. —Dice la chica. —Oh! Toma— Chin Hae le entrega los documentos que llevaba en la mano — pero que no la junta es dentro de media hora?— Pregunta desconcertado.
— La adelantaron, ya que tienen otra cosa en la agenda. — La chica habla ignorando por completo la presencia de Cielo.
—Ah, por cierto— Dice chin Hae, volteando a ver a cielo— te Presento a Cielo, es la nueva asisten de diseño y marketing—
—Hola, soy Cielo, Cielo Sae Lee— Dice con una sonrisa y haciendo una pequeña reverencia.
— Cielo? — pregunta con tono un poco altanero. —No eres de aqui? — Dice mirándola de arriba abajo y poniendo una sonrisa fingida en su rostro. —Amm... si...— contesta mirando Chin Hae quien le da una sonrisa tranquilizadora. — Ah, pues que peculiar nombre. — Cielo, no sabe que decir a eso, pero por suerte Chin Hae interviene. —Están todos? —Pregunta a la chica delgada —Si, "Todos" —dice recalcando lo último. —Solo Sali rápido a buscarte para empezar. —Chin Hae suspira —Okay... espera aquí, no creo que pueda presentarte al jefe ahora. — Cielo asiente.
Chin Hae y la chica entran a la sala, y sin darse cuenta de uno de los folders cae una hoja.
Cielo se da cuenta y trata de llamar a Chin Hae, pero la puerta de la sala se cierra en ese momento y no la alcanza a escuchar.
Recoge el papel y duda en que hacer. "Se los llevo?" Piensa —No, supongo que se darán cuenta y saldrán—Dice para sí. —Y si no? — lee la hoja y nota que es información importante sobre los nuevos productos. Así que decide armarse de valor y tocar la puerta de la sala. Muy despacio se acerca y con los nudillos toca suavemente. Pero sin tener respuesta, así que decide tocar por una segunda vez, un poco más fuerte.
Después de unos segundos la puerta se abre y la chica delgada mira a Cielo con cara de pocos amigos. —Que?!! —Dice entre dientes y con tono irritado. —Lo siento... —contesta cielo apenada. —Se les cayo esto. —La chica mira la hoja en la mano de cielo y la arrebata.
—Qué pasa?! — Una voz desconocida dice por dé tras de la chica delgada. —Oh! Nada... —Contesta con un tono más ligero y volteando hacia un señor de mediana edad en un traje muy elegante sentado al final de una larga mesa.
Cielo solo puede ver la mitad de la mesa desde donde estaba parada.
Un par de personas un poco más jóvenes estaban sentadas a cada costado de la mesa. Chin Hae está parado al final de la mesa y mirando hacia la puerta un poco angustiado.
—Quién es? — dice otra voz al fondo de la sala, pero Cielo no puede ver quien es. —Lo siento... —Contesta Chin Hae. —Es la nueva asistente creativa. — Dice a quién pregunto. —La iba a presentar, pero no sabía que ya habían comenzado la junta así que le dije que esperara afuera.
—Pues que pase y así la conocemos. —Dice otra voz al fondo.
La chica delgada mira al señor de mediana edad, quien asiente y luego voltea a ver cielo con cara irritada y haciéndose a un lado para que pase.
Cielo se empieza a sentir un poco nerviosa y ansiosa. Al cruzar la puerta voltea a ver al fondo de la sala y ve a los chicos. Los siete sentados al final de la mesa sosteniendo unas hojas. No pensaba que estuviera ellos ahí. Pensaba que solo era más personal de staff.
—Les presento a Cielo Sae lee. —Es la nueva asistente creativa del departamento de Marketing a partir del día de hoy. — Cielo hace un reverencia. —Hola mucho gusto. —
Los chicos la miran y sonríen. — Bienvenida.— Dice Nam con una sonrisa que acentúa sus hoyuelos en las mejillas. Cielo sonríe tímidamente haciendo otra pequeña reverencia.
De pronto se da cuenta que Hobi la esta mirando fijamente, con una pequeña arruga en la frente. —Cielo? —Pregunta Jin. —¿Noeres de aquí? — Pregunta curioso.
—Amm... si—Dice nerviosa. —Solo que a mi madre le gustó mucho es nombre. — Dice con una sonrisa tímida.
Cielo se da cuenta que Hobi la sigue mirando con una expresión diferente que la de los demás en su rostro, pero no puede identificarla.
—Es muy lindo y diferente—Dice Jimin. —Gracias. —Contesta tímida y sonrojándose un poco.
—Estas bien? —Hobi pregunta de la nada. Los chicos y el staff lo voltean a ver confundidos.
Cielo también. No entendía a que se refería con esa pregunta. —aam... sí... Gracias?— Dice más como pregunta que como respuesta.
Hobi no aparta la mirada y por fin sonríe.
Su sonrisa es tan linda, sincera y cálida que al verlo sonreír siente una calidez en su corazón y no puede evitar devolver la sonrisa.
—Podemos volver a la revisión de las propuestas? —Pregunta la chica delgada con un tono serio. Definitivamente no le gustaba que los chicos le dieran tanta atención a cielo.
Nam asiente. —Mucho gusto nuevamente—dice dirigiendose a cielo. —bienvenida al staff. —Dice Yoongi.
Cielo hace otra reverencia. Y está a punto de dar media vuelta para salir. —Por qué no se queda? —Pregunta Hobi. —Si es nueva en el equipo... no sería bueno que viera cómo funciona todo? — Las chicos y demás personas del staff se miran entre ellos y voltean a ver al señor de mediana edad y todos voltean a ver Hobi un poco sorprendidos.
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Mi Sol
FanfictionCuando Cielo comienza su nuevo trabajo no tiene idea que encontrara a la persona que llegara a iluminar su vida llena de oscuridad. Pero su miedo e inseguridad, al pensar que no merece esa luz se lo hará difícil de aceptar.