Cielo mira la hora en el monitor al escuchar su estomago rugir.
Estaba trantando de esperar a ChinHae, a pesar que le dijo que no iban a poder almorzar Juntos.
Pero a Cielo no le gustaba comer sola y como sus únicos amigos eran ChinHae y Eunji, una asistente del area de edición y producción, que se había hecho su amiga, cuando la vio correr hacia el elevador y lo detuvo para que lo alcanzara. Por lo que EunJi le agradeció fervientemente. Despues de ese dia cuando se topaban en el elevador o en el pasillo de la oficina se saludaban y aunque no estaban en el mismo departamento, se mandaban correos y chats y por eso se habían hecho buenas compañeras de trabajo.
Pero EunJin siempre estaba muy ocupada, aveces mucho mas que Cielo y casi no salía ni bajaba a la cafeteria a almorzar. Siempre comía en su lugar o en el cuarto de edición junto con los demás editores.
El estomago de Cielo ruge de nuevo y se lo agarra como tratando de calmarlo.
—Creo que tiene Hambre— Cielo se sobresalta al escuchar la voz de Hobi y da un pequeño brinco. Pero el susto se convierte en sorpresa cuando lo ve ahi parado a unos pasos de su escritorio con esa característica y hermosa sonrisa dibujada en los labios.
Estaba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta en que momento llego o desde que rato estaba ahí.Cielo se para rápidamente de su silla.
—disculpe, no lo escuche llegar.—Dice apena.
Hobi sigue sonriendo divertido. El verla otra vez le da sensación de tranquilidad nuevamente.
No sabia por que, pero estar cerca de ella y verla lo hacía sentir bien.
—Ne..necesita algo?!—Le pregunta Cielo mirando alrededor, como buscando algo o alguien. "Tal vez quiere hablar con el señor Jun". Piensa.
La oficina estaba casi vacía ya que era la hora donde la mayoría del staff salían fuera o subian a la cafetería a comer.
Hobi la mira y duda que responder.
La realidad era que no necesitaba nada en especial, solo tenia el deseo de verla de nuevo. Pero obviamente no le iba a decir eso, o si?!.
Cielo se empieza a sentir nerviosa del silencio entre los dos.
—No.—Dice por fin Hobi.—Solo te quería ver.— Decide decirle la verdad.
Cielo se sorprende. —A... mi?!— "Tal vez escuche mal?!" Se pregunta "para que me quiere ver a mi?!.
Hobi asiente. —Si, a ti.—
Ambos se quedan en silencio mirándose a los ojos. Cielo trata de entender a que se refiere con eso y Hobi buscando alguna manera de explicar algo que ni el entendía por completo.
El estomago de Cielo ruge mas fuerte nuevamente rompiendo el silencio. Pone su mano rápidamente sobre el para tratar de callarlo.
Hobi rie en voz alta y cielo muerde su labio inferior apenada. —Lo siento—Dice agachándo la cabeza para ocultar sus coloradas mejillas.
—No has comido?!—Pregunta Hobi con un poco de preocupación en su voz.
—aamm no, apenas iba a hacerlo.—
Hobi arruga la frente por un momento y después sonríe de medio lado.
—Muy bien...—Dice acercandose un poco mas al escritorio de cielo.—te invito a comer. Yo tampoco he comido y no me gusta comer solo.—
Cielo abre la boca sorprendida.
"A comer?!!... con el?!"
—Amm... no, no se preocupe no quisiera incomodarlo.—dice nerviosa —iba a bajar a la cafetería.—
Hobi arruga la frente.
—No me incomoda, al contrario me encantaría que me acompañaras.— "Por favor di que si" Piensa.
Cielo lo mira dudando por un momento, no quiere ser grosera, pero no sabe si es buena idea.
Aunque en realidad una parte de ella si quiere.
Hobi la mira ansioso.
—Tienes que comer no?!—
Cielo sonríe y asiente aceptando la invitación.
—Okay—
Una gran sonrisa se pinta en los labios de Hobi.—Okay, vamos.—Dice señalando hacia el pasillo.
Cielo toma su bolso aun un poco nerviosa y vacilante, pero sigue a Hobi por el pasillo hasta el elevador. Algunos de las pocas personas del staff que estaban en la oficina, los miran curiosos. Cielo trata de ocultarse entre su cabello, como si con eso no la fueran a reconocer. No le gustaba ser el centro de atención.
Llegan al elevador y al entrar Hobi saca su celular y hace una llamada.
—Podrías tener el auto listo, voy bajando.—Dice apretando el botón del estacionamiento subterráneo —Gracias.—
Hobi cuelga y se gira para mirar de frente a Cielo. Quien estaba en el rincón del elevador tratando de evitar el contacto visual.
No quería ponerse mas nerviosa de lo que ya estaba y cuando Hobi la miraba todo su sistema nervioso comenzaba a colapsar.
El tambien se sentia un poco nervioso al tenerla a pocos centímetros en ese pequeño elevador. Creo que nunca le había parecido tan pequeño como ahora.
Cielo comienza a jugar con la punta de un mechón de su cabello y mordisquea la comisura interna de su labio.
Lo que por algún motivo hace que el corazón de Hobi se acelere y sienta un calor en su cuerpo. "Pero que...?!"
Hobi se aclara la garganta para tratar de recuperar compostura.
—Y... que se te antoja comer?!—Pregunta Hobi para romper la tension.
Cielo lo voltea a ver y Hobi siente como si su corazón se detuviera un milisegundo.
"Esos ojos... esos bellos ojos" piensa.
—Aamm lo que sea esta bien—.Sonríe
Hobi mira fijamente sus labios y siente un impulso tan grande por acercarse y besarla. Pero se contiene.
"Que me pasa?!"—Piensa— "Basta!"
—Okay.— Dice y se gira rápidamente dandole la espalda para poder recobrar mejor la compostura. "Por que pone de esta manera?!"Al llegar al estacionamiento, el chofer los está esperando justo en la entrada con el auto encendido.
"Tan rápido?!" Piensa Cielo.
Hobi le abre la puerta del auto. Y le da la mano para que suba a la camioneta.
Un escalofrío recorre todo su cuerpo cuando siente el contacto.
Cielo lo mira y siente esa corriente eléctrica también. Sube rápidamente y Hobi cierra la puerta y le da la vuelta al auto para subir por el otro lado.
—Cálmate—Dice Cielo muy bajito para si misma.
Hobi entra en el auto y le sonríe.
Cielo siente su corazón acelerarse mas aun y sus nervios se hacen mas fuertes.
"Por que le dije que si" piensa voltendo a ver por la ventana, mientras el auto avanza hacia la salida del estacionamiento.
ESTÁS LEYENDO
Mi Sol
Hayran KurguCuando Cielo comienza su nuevo trabajo no tiene idea que encontrara a la persona que llegara a iluminar su vida llena de oscuridad. Pero su miedo e inseguridad, al pensar que no merece esa luz se lo hará difícil de aceptar.