CAPITULO 13

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William Pov:


En estos últimos años he estado esforzándome sobre lo que voy a hacer cuando vuelva a ver a la persona que esta siempre en mis pensamientos. Mi madre me ha presionado para que me comprometa con la hija de una de las mujeres de la congregación de la iglesia, cielos santos, esto es mas imposible de lo que cualquiera podría esperar, me gustaría poder salir a la luz cuando sea y no ocultarme a mi misma.

El día de hoy mi padre y ella tuvieron una pequeña discusión ya que mi madre no quería asistir a un evento social organizado por una de las familias mas importantes de todo el país, yo quede para ir con el, habrán socios de la empresa.

La fiesta de beneficencia que organizo la familia Walter había comenzado, las personas que estaban aquí formaban parte de la organización que ellos habían hecho... Dios, mi madre odiaba estos eventos ya que ella decía que solo las personas con pecado en sus corazones hacían esta clase de actos asi como también pensaba que no era necesario hacer dichos actos porque simplemente las personas eran muy holgazanas como para trabajar, nada de eso era cierto, esta fiesta era para ayudar un hospital de niños con cáncer o personas con cáncer... no estoy muy seguro.

Mi padre y yo hablamos con todo aquellos que se nos han acercado, hemos hablado incluso con el mismísimo dueño de la empresa la cual organizo esta fiesta. 

Algunos de los empresarios presentes trajeron a sus hijas solteras intentando encontrarles esposos, por Dios esta gente es muy impaciente. Si mi madre hubiera venido a la fiesta estoy mas que seguro de que estaría mas que complacida de hacer que yo hablara con ellas y que arreglara una que otra cita con alguna de ellas o con todas, siempre y cuando ella viera que yo estoy hablando con alguna mujer.

Cuando ocurrió todo lo de Sebastian ella me había hecho preguntas a las cuales me negué a contestar, no le iba a decir todo lo que el y yo habíamos hecho, no le iba a decir la cantidad de cosas sucias, me hubiera lavado la boca con jabón y cloro, esa mujer esta tan metida en la religión que cree que un hombre y una mujer no pueden tener si su intención no es reproducirse. 

Intente correr de todas las chicas que intentaban hablarme o seducirme, yo intente por todos los medios posibles mantener una corta conversación con ellas. Hubieron uno que otro hombre que me llamo la atención, pero nada que me hiciera perder la cabeza.

Hubo una persona, un hombre tomando fotos, un rubio que a lo lejos se veía igual cierto rubio engreído que conocí hace ya mucho tiempo, sin embargo no venia hacia nosotros, no podía asegurar de que fuera el, no podía irme del lado de mi padre ya que estaba en medio de una conversación importante, esto es algo que me conviene a mi.

Una vez la conversación termino y mi padre comenzó a platicar sobre cosas triviales y sobre mi madre, bromeaba sobre lo difícil que era estar casado con sus esposas, claro esta aquel sujeto vino a la fiesta con otra mujer, no era su hija y mucho menos su esposa, ellos eran amantes.

Volví nuevamente a correr de las chicas que me perseguían porque estaban interesadas, o eso es lo que decían, me tropecé con alguien, me tropecé con un sujeto mas alto que yo que hizo que derramara mi bebida encima de mi y de el también, no tanto como en mi.

-Mira por donde caminas, idiota- le dije al sujeto ese mientras limpiaba el liquido de mi brazo y ropa.

-Tu mira donde te paras- dijo el sin mirarme o quien sabe, levante la mirada por un instante, el estaba mas al pendiente de su cara.

Volví a limpiar la bebida que se había derramado en mi ropa, estaba algo mojado y el aroma al alcohol es algo que me tendrá completamente irritado, el olor alcohol estará mesclado con el perfume que me puse, solo que el olor de la bebida será aun mas fuerte de lo que cualquiera pueda imaginar.

SEBASTIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora