CAPITULO 23

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William Pov

Por un momento pensé que iba a tener un segundo de relajación en la empresa, pero me encontré con mi madre hablando de la Biblia a algunos de mis empleados que ya están integrados en la misma religion que ella esta, la unica diferencia es que ellos van a diferentes iglesias, misma religion, diferentes congregaciones, es un poco notable gracias a las imágenes y la forma en la que se comportan o se visten... al menos algunos de ellos. Encima de eso mi madre los reconoce de alguna manera... y por alguna manera quiero decir que ella ha venido a hablar con ellos e intentar convertirlos, ya le hable sobre esto en privado y ella continua haciéndolo.

Me dirigí a mi madre y a mis empleados, esto se esta saliendo de control, necesito hacer algo con forme a lo que ella esta haciendo con mis empleados, no es algo que deje que mi empresa se vea profesional delante de otras personas. Hace varios meses ya, justo cuando yo estaba trabajando con algunos clientes importantes, también intento convertirlos al cristianismo, mintiendo diciendo que la empresa de mi padre es una empresa cristiana, no lo es, no es una empresa cristiana. Como detesto haber nacido en esta maldita familia, al menos en algunos momentos... como este.

-Mama, hemos hablado sobre tus conversaciones en la empresa, no somos cristianos- dije llevándomela hacia otro lado- Te he pedido que me dejes saber con tiempo cuando vas a venir a la empresa.

-Esta es mi empresa, puedo venir cuando yo quiera- dijo soltándose de mi agarre- Además de que eres mi hijo, no tengo porque hacer lo mismo que hacen otras personas.

-Esta empresa le pertenece a mi padre- conteste sobando mi frente con una de mis manos- Si necesitas hacer lo mismo que todo el mundo porque estoy muy ocupado, los negocios no se hacen por si solos, necesitan de mi tiempo.

-Yo soy tu madre- dijo con una mano sobre su pecho exagerando, gire los ojos ante su dramatismo- yo soy la esposa de tu padre, lo que le pertenece a el también me pertenece a mi, no digas cosas como aquellas- volví a girar los ojos, no estoy de humor para soportar mucha mierda el día de hoy. tengo mucho por hacer durante la semana y no me quise ir del apartamento que Sebastian tenia para ambos- Sera lo mismo cuando tu seas el dueño de la empresa, lo que es tuyo es mío.

-¿Por que no tuviste mas hijos con mi padre?- ella me miro sorprendida por mi pregunta, tan vieja como el tiempo- Así también hubieras a quien mas hablarle sobre algunas cosas que te interesan y yo no seria el único.

-Sexo es un pecado- dijo algo molesta- tu eres mi único hijo, eres todo lo que puedo tener y al único que debí darle todo mi amor y atención.

-El sexo es un pecado cuando lo haces cuando es fuera del matrimonio, estas casada con mi padre, supongo que después de que yo fui concebido no volviste a dormir con mi padre- eso la hizo molestar aun mas, parecía que la vena de su frente iba a explotar de lo molesta que estaba.

Mi madre estaba enrojeciendo de la rabia que le había dado que le contestara de la manera que hice, la vena de su cuello se había puesto de la misma manera que la que tienen en su frente, mi padre estará en mi caso en cuanto ella regrese a casa y tal vez mi abuela me diga algo por lo que dije... pero en verdad quería hermanos, así podría haber tenido la oportunidad de libertad, podría ser homosexual abiertamente.

Ella me pego una cachetada por mi ''audacia'' de haberle contestado con algo que ella no quería escuchar solo porque ella es una mujer de la ''iglesia'', una mujer religiosa que tal vez le ha sido infiel a su esposo con alguien que pertenece a la misma congregación.

-¿Como te atreves a faltarme al respeto de esa manera?, yo soy tu madre- dijo como si eso fuera un crimen, o como si fuera la primera vez- No vuelvas a contestarme de esa manera o hare que tu padre te quite la empresa.

SEBASTIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora