CAPITULO 25

33 2 6
                                    

William's Pov

Hace varios días que ocurrió todo lo de la celebración en la nueva casa de Edmund, habíamos decidido... bueno, Sebastian y yo habíamos decidido que haríamos una fiesta en la casa de mi mejor amigo porque se había mudado, era algo que ambos queríamos hacer, mas bien algo que obligamos a Edmund y a Courtney a hacer ya que necesitábamos alguna especie de razon para fastidiar a Edmund y para celebrar que por fin el se había dejado de ese monstruo al que le llamaba su novia, completamente ridículo en mi opinion, esa mujer no nada mas que problemas para el.

Como sea, mi madre estaba esperando por mi cuando entre por la puerta de su casa, es algo que no me esperaba tan temprano... bueno, no era tan temprano, era un poco mas tarde de lo que usualmente me despertaba, Edmund me había dejado en su departamento completamente solo, incluso Sebastian se había ido a su trabajo, no esperaba que lo hiciera dejándome allí. Solo tenia un mensaje de Edmund diciendo que podia llamar un taxi o que podia hacer que alguien me viniera a buscar, para el momento en el que deje su nuevo hogar el ya debía de estar en su horario de almuerzo, aunque se muy bien de que no iba a comer sin la ayuda de Courtney.

Mi madre me había estado peleando desde que yo entre por la puerta de la casa. Yo solo la ignore mientras mi padre simplemente reía en voz baja sentado en el sofa mientras mi madre continuaba peleando sola, esta con tremenda resaca, no me aguantaba a mi mismo y tampoco la aguantaría a ella. Sin embargo, una vez había salido del baño ella estaba en mi habitación, yo estaba desnudo y ahora incomodo por todo lo que ella había hecho.

-Respeta mi privacidad- dije cuando la vi, es una suerte que la noche anterior, aun estaba algo borracho.

-Yo soy tu madre, yo te di la vida- contesto un poco mas enfadada de lo que estaba cuando llegue.

-¿Donde se supone que estabas?- carajo, esta mujer tiene una voz muy chillona- ¿Por que se supone que llegaste a casa con olor a alcohol? ¿Estabas bebiendo, verdad? Ya te he dicho miles de veces de que no puedes tomar tanto alcohol, eso es un pecado muy grave, ya de por si eres pelirrojo.

-Ya basta, madre, eres demasiado peleona- conteste girando los ojos- No es necesario de que me digas todas esas cosas.

-Dios me esta castigando con un hijo pelirrojo, me esta castigando de esta manera- sabia que se refería a lo que yo hacia, ella ha creído que los pelirrojos somos hijos del demonio, sin embargo yo seria la excepción si me hubiera convertido en alguna especie de padre- Estoy siendo castigada por haber aceptado casarme en vez de continuar siendo monja.

-Eres exagerada- dije poniéndome la ropa.

-¿De quien era ese perfume que traías puesto el día de hoy?- mierda, yo traía el aroma del alcohol, el aroma del cuerpo de Sebastian al igual que el aroma de su perfume.

-Mama, estaba en la casa de Edmund, estaba celebrando de que por fin se había dejado de la boba de Ann y también de que se había mudado a otro departamento- algo que mi madre detesta mucho es que no tiene control alguno de mi vida.

-Iremos a la iglesia, iremos a la iglesia este fin de semana- esta mujer.

Y bueno, ella ha logrado exactamente lo que ella quería, hemos ido a la iglesia el domingo por la mañana, mi querida madre ha cumplido con todo lo que ella ha dicho que haría, detesto visitar este lugar, no es necesario visitar un lugar como este para tener creencias, no es como que yo aprecie un lugar como este ya que discrimina a las personas LGBTQ+, no es algo que me agrade mucho, a decir verdad. Mi madre también esta en contra de esta comunidad, algo que me ha dejado claro cunado me obligo a terminar mi relación con Sebastian cuando estábamos en la universidad.

Varias de las mujeres de este lugar, mujeres mayores que mi madre, ha estado mirándome de una manera muy asquerosa, no es como que no comprenden que soy un hombre mucho mas joven, puedo ser su hijo o su nieto, viejas verdes.

SEBASTIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora