ella era un vampiro, uno hermoso y el un demonio, el más cruel de todos.
las cosas que les esperan en el futuro y con el odio de la gente, podrán seguir unidos?
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El día estaba bastante frío, y la princesa vampiro estaba frente a un hermoso lago congelado junto a la cascada.
Estaba tan fascinada con la vista que se sorprendió cuando unas manos la abrazaron por detrás.
─meliodas─ Ella reconocia esas manos que tantas veces la abrazaron o sostuvieron su cuerpo
─Sakura necesito decirte algo─ la seriedad con la cual fueron dichas esas palabras la hicieron voltear su cuerpo para verle.
─hay algo malo meliodas?─ pregunto con temor que los hayan descubierto
─traicionare al clan de los demonios─ Sakura estuvo a punto de reír pensado que era una broma pero al ver la seriedad de la cara de su amado le hizo pensar que no era broma.
─¡¿que?!, es broma verdad si lo haces te mataran, ni siquiera sabrás a donde ir!─ respondió exaltada su amado sería ejecutado o peor si traiciona su clan.
─tu vendrás conmigo nos infiltraremos en el mundo humano─ sentenció con el tono de voz con el cual mandaba a los 10 mandamientos.
─per- ─ antes de seguir hablando meliodas la abrazo quedando el entre sus pechos.
─no te preocupes lo lograremos, seremos felices cariño─ Le respondió desactivado su marca demoníaca.
─bien─ Callo rendida, no le preocupaba traicionar a la raza de los vampiros después de todo la habían tratado como la misma peste, ella había nacido entre un encuentro en una de las amantes del rey vampiro y su madre murió en el parto. Al no tener con quien dejarla fue entregada al rey y este solo la cuido por el parentesco que tenia con su madre.
Todos la miraban con repulsión al no nacer de un matrimonio y nunca tubo con quien pasar el rato o jugar. Hasta que un día conoció a meliodas en el bosque.
Ellos habían iniciado como desconocidos luego como amigos hasta que el la beso y paso a algo más, meliodas le enseñó a pelear escribir y leer. Sin él no sería nada y lo amaba tanto que daría su vida por él.
─te amo─ Le dijo el rubio.
─yo más cariño─ fue lo que respondió para luego fundirse en beso
Ninguno de los dos se imaginaria que sería la última ves que pasarían juntos.
