7. Malditas despedidas.

2 0 0
                                    

Como odio las despedidas, pero está en particular me está doliendo más de lo normal.
Despedirme de tu sonrisa, tus buenos días y buenas noches, tus voy a verte un rato pero quien iba a decirme que esos ratos se acabarían desvaneciendo.
Me has dejado echa un caos, y pensar que todo el bien que me hacías se acabaría en nada para acabar destruyendo la poca estabilidad que estaba construyendo, que a sabiendas que yo ya sabía que todo esto era algo más efímero, que acabaría tarde o temprano por el simple echo de que yo no creo en lo eterno, pero tus malditos brazos que me hacían sentir a salvo me había echo creer que lo eterno, alfinal seguía existiendo.

Que ingenua e sido.

Llegó el día que yo sabía que iba a pasar.
Duele saber que te tengo que decir adiós pero se de sobras que si no, nos acabaremos destruyendo.
Me está doliendo asimilar está situación, tu sentado enfrente mio y yo rota, escribiendo para ahogar mis lágrimas.

Esto iba a suceder por mucho que ambos lo evitaríamos, o nos hacemos muy bien, o nos matamos.
Nunca pensé que alguien como tú tocaría tanto mi fibra y dejaría tanta huella a su paso.

No sabía que tú ibas a ser esa persona que me daría la ostia de realidad.
Pero toca decirte adiós, o mejor dicho un hasta siempre.
Porque los hasta mañana se fueron a partir de las primeras lágrimas causadas por ti.

Que tonta fui al pensar que esto saldría bien.

Hasta pronto bonito, cuídate.

Lo que en silencio guardo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora