Marvel's Spider-Man N.T Cap 6 Caos Parte 2

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Marvel's Spider-Man: New Times

Capítulo 6: Caos Parte 2

Año 2017

En una fábrica oscura y abandonada cerca del muelle, el Duende Verde contempla la ciudad desde una ventana rota. La sonrisa en su rostro refleja sus intenciones oscuras.

Duende Verde:
¿Dónde estás, Spider-Man? Tu ausencia ya se siente. Veremos cuánto tardas en aparecer cuando inicie el caos.

De repente, el Duende Verde suelta una carcajada siniestra mientras ajusta sus armas y da instrucciones a su grupo de criminales.

Perspectiva de Peter Parker / Spider-Man

Peter observa desde lo alto de un edificio, preocupado al ver la ciudad en completo desorden. Incendios, saqueos y peleas callejeras se desarrollan a medida que avanzan los secuaces del Duende Verde.

Spider-Man:
(Para sí mismo) ¡Demonios! La ciudad es un desastre. Parece que necesitan a su amigable vecino... Ok, Parker, concéntrate. Debo mantener la calma y dar lo mejor de mí para enfrentar esto.

Justo en ese momento, su teléfono suena. Es Gwen.

Gwen:
Peter, ¿cómo estás? La ciudad está... irreconocible. Dicen que el caos se está extendiendo rápido.

Spider-Man:
Oh, Gwen... (intenta hablar con naturalidad) ¡Sí! Estoy... trabajando, ya sabes, "cuidando la ciudad".

Gwen:
(Pausa) Bueno, espero que te mantengas seguro. Solo... solo quería decirte que me preocupo por ti. Nos vemos después, ¿vale?

Spider-Man:
Claro, Gwen. (Pausa, suave) Gracias.

Peter corta la llamada y se enfoca de nuevo. A lo lejos, ve una pandilla causando destrucción. Con rapidez y sigilo, se desplaza por los tejados hasta que se encuentra justo sobre ellos. Comienza su emboscada.

Spider-Man:
(Desde la sombra) ¡Hola, chicos! ¿Acaso pidieron un delivery de puños con sabor a telaraña? (Pausa) Ok, eso no fue muy gracioso...

Spider-Man baja y elimina a uno de los criminales con un ataque rápido. La pandilla entra en pánico.

Criminal 1:
¡Es Spider-Man! ¡Defiéndanse!

Mientras intentan atacarlo, Spider-Man usa su agilidad para esquivar, golpeando y aturdiendo a cada criminal uno por uno. Finalmente, atrapa a uno y lo sujeta contra una pared.

Spider-Man:
A ver, amiguito. ¿Quién es tu jefe y por qué está causando todo este desastre?

Criminal:
(Nervioso) No te lo diré... ¡Él nos matará si hablo!

Spider-Man:
(Activa una pequeña bomba sónica cerca de su oído) ¿Y si te digo que hablar es tu única opción?

El criminal, asustado, cede.

Criminal:
¡Está bien, está bien! Nuestro jefe... lo llaman el Duende Verde. Es un tipo enloquecido, parece un maldito elfo en un planeador. Nos dijo que hiciéramos esto para... atraer tu atención.

Spider-Man:
(En voz baja) Así que es él, el mismo que me amenazó... ¿Dónde está?

Criminal:
La fábrica abandonada cerca del muelle, ahí lo puedes encontrar.

Spider-Man:
(Tensando la mandíbula) Bien. Ahora a dormir.

Spider-Man golpea al criminal para dejarlo inconsciente y lo asegura junto a los demás. A lo lejos, las luces de patrullas policiales se acercan y Spider-Man desaparece en la oscuridad para seguir recorriendo la ciudad.

Horas después, agotado y con los pensamientos enredados, Peter llega a casa de madrugada.

Tía May:
(Poniéndose seria) Peter, ¿sabes qué hora es? La ciudad es un lugar peligroso ahora mismo. No deberías estar por ahí a estas horas.

Peter:
Lo siento, tía May. Estaba... ocupado.

Tía May:
Peter, desde ahora tienes un toque de queda. Nada de andar en la calle después de las 8:00 de la noche. Si llegas tarde... habrá consecuencias. ¿Entendido?

Peter asiente, sintiendo el peso de las expectativas de su tía mientras su vida secreta lo empuja cada vez más lejos.

Peter:
(Con una sonrisa forzada) Entendido, tía. Me iré a descansar.

Tía May suspira y le da una palmada cariñosa en el hombro antes de que él suba a su habitación.

Una vez en su cuarto, Peter se cambia y se deja caer en la cama, exhausto. Recuerda de repente a Gwen y su conversación de esa tarde. En el teléfono, le escribe.

Peter:
(Escribiendo) Gwen, siento mucho haberme perdido nuestra cita. La ciudad está... complicada, pero te prometo que compensaré esto. Te lo juro.

Gwen:
No te preocupes, Peter. Eres un héroe, cuidas la ciudad, pero recuerda que aquí tienes a alguien que también te espera y se preocupa por ti. Cuídate, ¿sí?

Peter:
Gracias, Gwen. Eso significa mucho.

Peter deja el teléfono y suspira, con la mente en la ciudad, Gwen, y Harry, quien también está pasando por un momento complicado. Exhausto, se queda dormido.

Mientras tanto, en la fábrica abandonada...

Duende Verde:
(Observando por la ventana) ¡Así que no apareciste, Spider-Man! Parece que tendré que aumentar la presión para que vengas a mí... ¿Acaso no tienes nada de valor? Porque cuando lo averigüe, estarás de rodillas ante mí.

El Duende Verde se ríe, extendiendo los brazos mientras sus secuaces afilan sus armas y preparan sus equipos.

Duende Verde:
¡Prepárense! ¡Mañana, Nueva York arderá como nunca antes! ¡Y tú, Spider-Man, te verás obligado a venir a mí o verás cómo tu amada ciudad se reduce a cenizas!

Los criminales vitorean mientras las sombras del Duende Verde se alargan, presagiando el caos que está a punto de desatarse.

Al día siguiente...

Peter se despierta sintiéndose más cansado que nunca, con un peso en el pecho. Se pone su traje de Spider-Man, sabiendo que hoy enfrentará un reto mayor. Mientras mira el horizonte, sus pensamientos van hacia Gwen y Harry, su tía May y su responsabilidad hacia la ciudad. El sonido de sirenas le recuerda que el caos no ha terminado y que el enfrentamiento con el Duende Verde será inevitable.

Spider-Man:
(Para sí mismo) Hoy termina esto... o empieza algo aún más grande.

Con decisión, salta hacia la ciudad, dispuesto a enfrentar su destino.

(REMASTER DEL CAPITULO 6)

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