En estas páginas encontrarás criaturas mitológicas y fantásticas de lo más variadas. Tanto pertenecientes a mitos reales (de múltiples orígenes y culturas) como inventadas; conocidas por todos o un auténtico misterio para la mayoría.
Publicaré la i...
Elementales es el nombre que reciben unos seres mitológicos descritos por primera vez en las obras alquímicas de Teofrasto Paracelso (1493–1541). Eran cuatro y coincidían con los elementos de la tradición griega, cada uno de ellos ligado a su elemento.
Agua: Ondinas
Fuego: Salamandras
Tierra: Gnomos
Aire: Sílfides
Se los suele representar con figuras humanoides, aunque están rodeados por mucho misterio. Lo que sí se sabe es que son fuerzas de la naturaleza.
Los elementales normalmente habitan el plano espiritual y aparecen en el plano terrenal cuando son invocados. Lo más importante al invocar a un elemental es mantener el control de éste al llegar al plano material, ya que odian alejarse del espiritual. Al llegar al plano terrenal están bastante enfadados.
Si la persona que invoca pierde el control del elemental pueden pasar dos cosas: que el elemental le ataque o que decida volverse a su plano de origen por sí mismo. También cabe señalar que el control de un elemental puede ser robado a la persona que lo invocó.
Los Tsari son una creación propia, reyes, o más bien deidades, dentro de los elementales. Para poder invocarlos a ellos es necesario atraerlos mediante la unión que tienen a sus respectivos elementos, para lo que hace falta una gran cantidad de energía mágica.
Adentrémonos un poco ahora en cada tipo de elemental.
Ondina
En la Mitología griega, se llamaban ondinas a las ninfas acuáticas, Náyades, de gran belleza. Habitaban lagos, ríos, estanques o fuentes.
Como elemental del agua, deben ser invocados en un medio acuoso. Tiene la capacidad de fundirse con el agua y son una amenaza para los barcos. Además, aunque sean de agua pueden pasar tiempo en la superficie sin ningún tipo de problema.
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Salamandra
Esta criatura mitológica suele representarse con un aspecto muy similar al del animal que le da nombre, aunque con su particular afinidad al fuego. Esta forma es la más representada en la antigüedad y de forma más moderna. Aunque también pueden tener forma humana.
Deben invocarse en una llama o similar de gran tamaño. Son muy agresivos y feroces, el más impetuoso de los cuatro elementales.
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