fuck boddies ★ jikook

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¿Qué cualidades posee Taehyung que él no? Jungkook se ha estado haciendo esa pregunta mucho últimamente. Tal vez es más simpático, nunca se le ha dado bien agradarle a la gente. ¿Tal vez sea que es más atractivo? O posiblemente tenga más de lo que hablar con Jimin de lo que él podría. A decir verdad, la lista es interminable.

Se obliga a apartar la mirada al darse cuenta que le ha dedicado demasiado tiempo a mirar a ese castaño. A veces lo analiza con la mirada sin siquiera percatarse. Odia eso, caer lentamente en un abismo donde se empieza a comparar con los demás, esta vez en particular, por un estúpido amor no correspondido.

Trata de mantenerse al margen, pero sus pensamientos son constantemente bombardeados por esos dos.

Taehyung ha empezado a sentarse más seguido junto a él en el taller de arte. Trata de ignorarle lo más que puede pero ese tipo es todo un cabezota. ¿Será así como conquistó a Jimin? No quiere ni pensarlo. El castaño siempre inicia una conversación y cada vez parece importarle menos que Jungkook lo rechace. Al finalizar cada clase, la sensación de culpabilidad se instala en su pecho. Joder, como lo odia.

Piensa las cosas más de lo que debería. Empieza a estresarse tanto que deja que problemas exteriores le afecten más de lo que debería. Jimin lo mira fijamente camino a casa. Sabe que algo le sucede y realmente no sabe si aquella habilidad que ha adquirido con los años de leerlo como a un libro abierto podría reconocerse como algo bueno o malo.

—¿Y bien?—rompe el silencio después de un largo tiempo caminando.

—Nada nuevo, ya sabes, mi padre—traga saliva al darse cuenta que ha caído bajo al usar aquel tema como excusa, sin embargo, sabía con certeza que no volvería a preguntar por ello nuevamente.

Intenta recobrar una de esas tontas conversaciones que siempre tienen y parece funcionar en ambas cosas. Desviar la atención de él y distraerse con la risa de Jimin en el proceso. A veces el amor es tan adictivo. Podría estar sufriendo por este idiota, y aún así lo único que querría ver en ese momento sería su sonrisa.

Se percata que no mencionó ni una sola vez a Taehyung como lo ha venido estado haciendo últimamente. Agradece aquello mentalmente, que supiera centrarse solo en ellos dos cuando era necesario. Jeon Jungkook y Park Jimin. Los amigos inseparables.

Hay veces en las que Jungkook no sabe qué le sucede. Parece que todo rayo de esperanza y buena energía se desvanece. Pone en perspectiva cada aspecto de su vida y se enoja consigo mismo por las estúpidas decisiones que ha tomado a lo largo de su vida, por ejemplo, enamorarse de su mejor amigo. A veces decirlo en voz alta se siente extraño, como si ni siquiera él pudiera creerlo, y es que es algo para lo que simplemente no estaba preparado. Todo se volvía tan confuso.

Se mira al espejo por última vez. Le da un retoque final a su cabello y da una sonrisa incompleta a su reflejo.

Los chicos han quedado en casa de Jimin para ver un maratón de películas viejas que encontró Taehyung en su ático. Honestamente, al oír el nombre de este último Jungkook pasó automáticamente. Ganas de estar junto a esa parejita le faltan.  Le preocupa pensar que inconscientemente se ha estado alejando de los demás por sus problemas sin sentido. Sin embargo, no puede hacer nada. Simplemente no quiere estar cerca de Jimin, mucho menos de Taehyung. ¿Qué puede hacer ante eso?

—Pero mira a quién trajo el viento—el olor a cigarrillo de Sehun lo ahoga pero intenta poner su mejor cara para saludarlo.

—Hey, ¿Qué tal?—dice por costumbre. Sehun es un viejo amigo de secundaria, o mejor conocido como su primer novio. Nada serio, fue algo de tres meses que nunca pareció funcionar, sin embargo, su amistad jamás cambió. A veces venía a este lugar cuando no quería pensar en nada, sabía que Sehun tenía un montón de basura de la que hablar sin cansarse. Era divertido escucharle.