fuck boddies ★ jikook

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—Ah, joder—el pelirrojo suspiró mientras el placer recorría su cuerpo—Mierda, Jimin—sus uñas se hundieron con más fuerza en la espalda del contrario, aquella era su señal para que la velocidad aumentara. Había sido la misma señal durante los últimos años.

—Nunca te mantienes callado, ¿eh?—Jimin le susurró en el oído con una sonrisa socarrona al mismo tiempo que aceleraba sus embestidas.

—Sabes que te gusta que sea ruidoso...Oh, sí, justo así-gimió tan alto como pudo. Amaba los viernes por la noche ya que sus padres trabajaban hasta tarde y así Jimin podía follarlo sin preocuparse de que alguien los escuchara. Era una mierda tener que reprimir los gemidos.

Jungkook buscó ciegamente los labios del pelinegro, ahogando sus jadeos en su húmeda boca. Subió sus manos al suave cabello de Jimin mientras que este bajaba entre besos hasta su cuello. Ahora mismo Jungkook estaba tocando el maldito cielo. Aunque siendo honestos, siempre lo hacía cuando estaba junto a él.

—Voy a correrme—dijo suavemente contra la mejilla de Jimin.

Al escuchar esto, Jimin comenzó a dar las últimas embestidas con más fuerza y con más profundidad. Jungkook gemía en su oído y esto hizo que ambos se corrieran con más facilidad.

—Joder—Jimin dejó caer su peso delicadamente sobre el cuerpo de Jungkook sin salir todavía de él—Eso fue...

—Caliente—terminó el contrario.

—Sí, caliente—sonrió y sus ojos se encontraron—Siempre lo es contigo-antes de acostarse al otro lado de la cama, le guiñó un ojo. Jungkook giró el rostro fingiendo observar su habitación para que Jimin no viera su sonrojo.

—Lo sé.

Jimin buscó en el cajón de al lado su caja de cigarrillos, había dejado una ahí la última vez, sin embargo, no la encontraba. Con un suspiro regresó a mirar al menor.

—Jungkook-sentenció

Jungkook lo miró con falsa inocencia. Al ver que el mayor fruncía su ceño se acercó a él con una sonrisa de disculpa y lo hizo acostarse junto a él. Cara a cara.

—Lo siento, hyung—con sus dedos empezó a masajear el ceño de Jimin, haciendo que este desapareciera—Sabes que no es bueno para ti, debes dejarlo—hizo un puchero para después morder suavemente la quijada del contrario.

Jimin suspiró y sonrió de lado.

—Es imposible enojarme contigo, idiota—besó rápidamente la frente del pelirrojo y se levantó—Intentaré dejarlo, pero no prometo nada.

—Más te vale, aunque para ser honestos, te ves jodidamente caliente fumando.

—Claro, yo me veo caliente todo el tiempo.

Jungkook rodó los ojos y se estiró en su lugar. Por el rabillo del ojo observó como Jimin se levantaba de su cama y empezaba a buscar sus pantalones. Quiso preguntarle si no se quedaría más tiempo en casa, sin embargo, ya sabía la respuesta así que se tragó sus palabras. En cambio, preguntó algo que sinceramente no le importaba.

—¿Cómo van las cosas con el rarito?—inquirió con una indiferencia que no poseía. Jimin lo fulminó con la mirada y subió su cremallera.

—No le digas así—regañó.

Jungkook rió sin ganas y cubrió su cuerpo con las sábanas. Miraba el techo y siguió preguntando sin saber exactamente por qué, si aquel tema no era para nada su favorito.

—Últimamente los veo todo el tiempo juntos, ¿me estoy perdiendo de algo?—preguntó alzando una ceja dándole una rápida mirada a Jimin, quien estaba sin camiseta viendo algo en su teléfono.