capítulo 2

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Virginia

Virginia era la típica hermana del medio, de las cuatro era la más tímida y la que más pasaba desapercibida. Tenía muchas pasiones, entre ellas el fútbol, también le gustaba mucho ayudar a los más necesitados en especial a los niños por quienes tenía una fuerte debilidad, es por eso que hacía un tiempo que estudiaba asistente social, aunque muchas veces dejó su carrera. Estaba a cargo de un hermoso bebé de tres meses al que llamó Martin.

Vir se despertó temprano corroboró que su pequeñín dormía entonces se levantó a desayunar con su mamá.

Mamá: Buen día nena! Vas a tomar mates?
Vir: Buen día, si dale, voy a aprovechar que Martín duerme
MamàQue tal pasó la noche?
Vir: Bien por suerte ya está acostumbrado lo único que no quiere que lo deje solo ningún segundo
Mamá: Hija tenés que pensar bien que vas a hacer con el cuando...
Vir: Ni lo digas no quiero ni pensarlo, hoy no quiero pelear ni nada.

Desde que Vir tenía a Martín, las peleas con sus padres y hermanas eran muy a menudo, si no era porque le estaba cortando el futuro a ella era porque le decían que sola no iba a poder y menos al no tener una pareja. Vir lo sabía bien pero desde el día que lo conoció y sonrió al verla sintió que no necesitaba nada más.
Tenía un buen trabajo atendiendo llamadas en la oficina de su mejor amigo Felipe, quién era abogado y representante de jugadores. Por lo que siempre le permitía a su amiga llevar al bebito.

Felipe: Amiga hermosa! Tenés algo que hacer este viernes?

Vir: Si, cuidar a este bombón

Felipe: Te vendría bien un poco de descanso, mira juega la selección en tu querida Bombonera y uno de mis representádos me regaló unas cuantas entradas vamos yo te invito

Vir: Me encataria pero no sé, Martín es muy chiquito para llevarlo y no tengo quien lo cuide

Felipe: No te preocupes por eso van mi vieja y mi hermanas también ellas mueren de amor por él te ayudamos a cuidarlo aparte vamos a platea

Vir: Bueno dejame que te confirme según van pasando los días

Ella se quedó pensativa, le gustaba muchísimo ir a la cancha pero no podía dejar de pensar si el bebé iba a aguantar tanto ruido, ella sabía bien lo que es un partido en esa cancha. Por suerte le quedaban un par de días para seguir pensándolo..

Dulce Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora